Mientras les escribía prácticamente asesinaban a otros jóvenes, con el mismo modus operandi, les dispararon a quema ropa, el primero al que me quiero referir es al caso de Armando Cañizalez Carrillo, un joven de 17 años, músico, que fue asesinado el pasado miércoles en la tarde tras recibir un disparo en el cuello luego de participar en una protesta que se desarrollaba en la avenida Principal de Las Mercedes en Caracas; respecto a esto definitivamente sobra las palabras y el dolor junto a la rabia de quienes somos padres es muy profundo.
El segundo caso corresponde a Hecder Lugo Pérez, quien falleció el día 5 del mes en curso, como consecuencia de un disparo en la cabeza, que presuntamente le habría propinado un funcionario de la GNB y cuyo desarrollo fue observado por miles de personas vía redes sociales, mientras protestaba el día anterior en la tarde en las adyacencias de la urbanización Tulipán en el estado Carabobo
Existe un elemento coincidente en todo lo que ocurre en éste momento, todos los jóvenes que salen a manifestar lo hacen por descontento y en la calle se enfrentan contra organismos de seguridad que no tienen el más mínimo remordimiento en actuar directamente, disparando a matar, sí exactamente como se lee, lo hacen sin pensarlo o por el contrario, sabiéndolo perfectamente, lo cual es terrible.
En éste momento y siendo conservadores, existe un descontento del 70% de la población venezolana respecto al modo a todo nivel de como se está manejando el país y la mayoría de los venezolanos queremos salir de esto con votos, no con muertes, mucho menos de jóvenes que sólo piden un cambio.
Para quienes leen mis columnas, porque les gustan o por simple curiosidad y a los que lo hacen con otros fines, un poco de historia no les hace nada mal; en octubre de éste año, se cumplen 71 años de la conclusión de los juicios que revelaron al mundo, las atrocidades más terribles cometidas por el régimen autoritario del “Tercer Reich”.
Al terminar la Segunda Guerra Mundial con la derrota de Alemania, los llamados aliados se vieron obligados a resolver qué hacer con los criminales de guerra nazis, el caso es que se impuso la idea de someterlos a un juicio con todas las formas legales pertinentes, por lo que convocaron el tribunal en la ciudad emblemática de Núremberg.
Después de mucho deliberar, los delegados de Estados Unidos, Unión Soviética, Gran Bretaña y Francia decidieron juzgar a los nazis por cuatro cargos: conspiración contra la paz, atentados contra la paz y actos de agresión, crímenes de guerra y violaciones de las convenciones de La Haya y Ginebra y crímenes contra la humanidad; atentando así contra los derechos humanos y contra el más importante, que es el derecho a la vida.
Cabe destacar que al inicio de los juicios, todos los inculpados de manera desafiante se declararon inocentes, pero las cosas luego fueron cambiando.
Entre noviembre de 1945 y octubre de 1946 los ocho jueces internacionales oyeron 360 testimonios, analizaron más de 200.000 declaraciones juramentadas y vieron abundante material de archivo compilado en gran parte por el Ejército aliado.
Las imágenes cambiaron al mundo y le abrieron los ojos frente a las barbaridades sistemáticas del régimen nazi, la llamada solución final, las cámaras de gas, las agresiones y el horror que se descubrió son aún hoy en día indescriptibles; que casualidad que esas cosas se parecen en algún modo a las torturas psicológicas que utiliza el régimen Madurista en nuestra Venezuela.
No es solamente agredir físicamente a los ciudadanos, el caso Leopoldo López es algo realmente atroz, terrorismo psicológico, aunque ellos lo vean muy natural, la utilización del sitio de reclusión conocido como “La Tumba” con seguridad traerá mucha cola y tendrá muchos responsables en el futuro.
Con toda razón, en cuanto a los juicios de los que les vengo relatando, algunos registros hablan de que son considerados como la clase de historia más impactante y magistral de la que haya memoria hasta el momento.
Finalmente creo que en medio de todo el terror y el horror que nos están haciendo vivir, a muchas familias y a la ciudadanía en general, siempre es bueno y además correcto hacer éste tipo de recordatorios, nada es para siempre, porque aunque parezca mentira, hoy en día siguen juzgando a más de un oficial Nazi cuándo lo atrapan, por crímenes cometidos hace años.
Por lo tanto, el llamado es a que termine la violencia y no continúen asesinando a nuestros muchachos, que constituyen el verdadero futuro del país; los demás señalamientos sinceramente me los reservo y quien sepa leer entre líneas me entenderá, la tristeza, la molestia y el dolor los comparto con quienes piensen de alguna u otra manera como yo, así de simple y sencillo.
Reinaldo J. Aguilera R. @raguilera68
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