Reproches

Publicado el 08 julio 2018 por Amber

En cierta ocasión un jovencito me dijo; es denigrante el trabajo de limpiabotas. Yo le dije: denigrante es apoderarse de lo que no es tuyo, denigrante es robar, nunca ningún trabajo honrado puede ser denigrante. El limpiabotas gracias a su trabajo se sustenta él y su familia, ¿hay algo más loable?

Me incomoda ver lo proclive que son algunas personas a hacer reproches, sermonear o recriminar al prójimo. Hacer falsos juicios, prejuzgar, sin preocuparse de saber cómo han conseguido las cosas, ya sean bienes materiales, estudios, trabajos, etc. No juzgues y no serás juzgado y, con la misma vara que midas serás medido.

¿Se podría decir que realmente es envidia lo que realmente sienten? Porque el envidioso no quiere lo que tú tienes, quiere sólo que pierdas lo que tú tienes…

La mayoría de las personas viven de su trabajo y con esfuerzo y sacrificio destinan lo ganado en cubrir sus” necesidades”, en qué invierten su dinero es cosa suya. No todos tenemos las mismas necesidades, lo que para unos es superfluo, para otros es vital. No hay mayor satisfacción que el trabajo bien hecho y el dinero bien ganado y, así sería justificable cualquier uso que se le diera. El dinero es un buen siervo, pero un mal amo, hay que darle su justo valor. Vivamos y dejemos vivir en paz.

Dice un dicho anónimo: si me envidias es porque no sabes lo que tuve que sufrir para lograr ser quien soy.

Cuando compras algo, pones dinero en el bolsillo de muchas personas y les das “Dignidad” por haber usado sus habilidades, entonces es cuando este dinero tiene valor.

Cuando das algo a alguien por nada, les robas la dignidad y la autoestima, y este dinero gratis no tiene valor alguno.

Un hombre estaba anoche guardando en su vehículo las cosas que compró en el Centro Comercial, y un hombre se le acercó, se quedó mirando su BMW y le dijo: ¿Nunca te preguntaste ¿a cuántas personas se les podría dar de comer con el dinero que usaste para comprar ese automóvil?

Le respondió: “No estoy seguro, pero me imagino que alimentó a un montón de familias en Munich, Alemania donde lo construyeron.

Seguramente también alimentó en el Japón a las personas que trabajaron haciendo los neumáticos y seguramente alimentó en la India y en Corea a las personas que trabajaron haciendo los componentes internos, alimentó en Chile las personas de la mina de cobre que realizan la extracción del mineral para los cables eléctricos, alimentó a las personas que hicieron los camiones que transportan el cobre, alimentó a los camioneros que llevaron el coche desde el puerto al concesionario.

También seguramente alimentó a los ganaderos que vendieron el cuero de los asientos, a los vendedores, expertos en marketing mercadeo, incluso a las personas encargadas de la limpieza del salón de ventas y hasta el pizzero de la esquina que les vende pizzas a los vendedores del concesionario.

Y con los impuestos anuales que Yo pago por este vehículo seguramente alimenta a varios más.

Pero, la realidad señor, y tengo que serle sincero, creo que realmente NO SÉ cuántas personas se han podido alimentar de este auto. Pero, seguramente, muchas más de las que le nombré…

El hombre se quedó mudo. Dio media vuelta y se fue.

Por cierto, cuando apuntas con el dedo a alguien, piensa que tres dedos te señalan a ti.

El mejor medio de hacer bien a los necesitados no es darles limosna, sino hacer que puedan vivir sin recibirla. (Benjamín Franklin)

A veces sentimos que lo que hacemos es tan sólo una gota en el océano, pero el océano sería menos si le faltara una gota. Madre Teresa de Calcuta.