Si una persona quiere adoptar un niño, salvo casos especiales, se supone que es porque realmente quiere tener un hijo, que va a cuidarle, quererle, atenderle, darle educación, etc. Pues si una persona, o una pareja, quieren adoptar un niño, los interesados deben presentar una solicitud ante el correspondiente Servicio de Protección de Menores de su Comunidad Autónoma. A esta solicitud deberán acompañarse diversos documentos como certificados de nacimiento, de antecedentes penales declaraciones de la renta y patrimonio… etc. Este organismo estudiará a los adoptantes a través de la documentación aportada realizando también entrevistas y visitas. En su caso, expedirá un certificado de idoneidad valorando la capacidad de los solicitantes para adoptar a un niño. El organismo iniciará el expediente de propuesta previa de adopción. En esta propuesta se hará constar, según las circunstancias, el adoptante que se considere más adecuado para ejercer la patria potestad sobre el menor además de sus circunstancias personales, económicas y sociales, con mención expresa de las relaciones que el adoptante pueda tener con el menor y el último domicilio conocido de las personas que según la ley, deben prestar su consentimiento a la adopción. Esta propuesta previa se remitirá a la autoridad judicial. El juez debe oír la opinión del menor respecto a la solicitud de adopción siempre que cuente con, al menos, 12 años de edad. Deben prestar su conformidad a la adopción, el cónyuge del adoptante, si la adopción se realiza por un matrimonio que no se encuentre separado, y los padres del adoptado no emancipado, si éstos no se encuentran privados de su patria potestad. Tras la tramitación del procedimiento judicial, el juez dictará una resolución en la que, si lo considera oportuno, se pronunciará otorgando la filiación del menor en favor del solicitante.
Por otro lado, cualquier descerebrada que simplemente sea capaz de abrirse de patas, o cualquier imbécil cuyo único mérito sea poder echar un grumillo pegajoso, pueden ser padres cuando les de la real gana, sin que nadie se lo impida ni les pida explicaciones. Y pueden traer a este mundo a un niño condenado a ser desgraciado para toda su vida, a nacer con enfermedades, a no ser educado, a vivir en un hogar violento, etc.
Debería crearse alguna manera de estudiar la idoneidad de las personas para poder ser padres naturales. Que el simple hecho de estar en celo no nos da derecho a poner en este jodido mundo a unas criaturas que no lo han pedido. Y a quien no demuestre tener las mínimas garantías, se le debería impedir reproducirse, que no somos animales regidos únicamente por nuestros instintos, coño, que se supone que somos personas. Aunque algunos de los "padres" y "madres" que por ahí pululan, demuestren a diario que no llegan ni a seres humanos.
La información sobre los trámites de adopción ha sido cobtenida en iAbogado.