Hace 4 años, delante de la costa del archipiélago finlandés Åland, unos buceadores encontraron a 50 metros de profundidad un buque naufrago, y en su interior más de 100 botellas de champán y 5 botellas de cerveza. Llevaban allí desde 1842 y es una de las cervezas más viejas que se han conservado. Además en botellas, algo raro en esa época cuando la cerveza se vendía más en barriles.
Con los ingredientes que se encontraron los investigadores fabricaron una serie de cervezas de prueba, que se acercaron lo más posible a las originales. En total produjeron 1500 litros con los que se llenaron 1700 botellines, de vitrio soplado manualmente en Finlandia de forma similar a las descubiertas. De todas las cervezas eligieron aquella que tenía el mejor sabor. Como la malta, materia prima de la cerveza, se producía de una manera distinta en el siglo 19 que ahora, la cerveza era entonces algo más dulce. La cerveza final elegida tiene una baja amargura y un contenido en alcohol de 4,7%.