El Ministro de Industria, Energía y Turismo utiliza una doble vara de medir, al negar las exploraciones en el Mediterráneo por poner en peligro el turismo de Baleares y Valencia, pero autorizarlas en Canarias. Donde Repsol ha llegado, ninguna de las poblaciones se ha visto beneficiada, muy al contrario, los perjuicios que lleva esta compañía van más allá del vertido de hidrocarburos generando mucho daño a las poblaciones y los espacios donde actúa.
Esperemos que las movilizaciones ciudadanas en contra de las prospecciones de este próximo día 24 de marzo tengan algún efecto ante la voracidad y el deseo de enriquecimiento de nuestros gobernantes.