Republica, guerra civil y toros v

Por Zubi
AArriba en la imagen el novillero Parrita empuñando un fusil. A la derecha mostrnadolo a seguidoras. Abajo el novillero Cayetano Torres "Morateño" y a la derecha portada de La Estampa con "Litri II"

QUIENES FUERON ESOS TOREROS QUE LUCHARON CON LA 96 BRIGADA MIXTA DEL EJERCITO POPULAR O BRIGADA DE LOS TOREROSPor El Zubi Pero realmente quienes fueron en los ruedos esos humildes toreros casi anónimos para los públicos,  que tan audaz y ferozmente lucharon en la 96 Brigada y antes con las Milicias de los Toreros en duras batallas como la de Somosierra o la de Teruel… Lo cierto es que fueron toreros de muy segunda fila… casi desconocidos de la afición y que desde luego merecen un reconocimiento por parte de la historia, por la difícil vida que les toco vivir. Aquí vamos a hablar brevemente de unos pocos que se señalaron o bien como toreros en algo, o bien como oficiales en la 69 Brigada Mixta. Entre julio y octubre de 1936 se sabe que lucharon en las mismas milicias que Litri II y Fortuna Chico toda una serie de novilleros, banderilleros y subalternos a los que se le pierde la pista documentalmente hablando, pues ni aparecen como jefes ni oficiales en los documentos que quedan de la citada Brigada. Seguramente unos fueron destinados a otras unidades o tal vez murieron en combate o heridos gravemente a lo largo de 1936 y 1937.  El mas conocido de todos fue  Luis Prados Litri II, que  toreo en 1927 doce novilladas con picadores. En 1928 tuvo una actuación importante en Barcelona y un año mas tarde debutó oficialmente en Madrid, un 3 de marzo, con toros de Bernaldo de Quirós, alternando con Pedro Montes y con Fortuna Chico,  con quien entablaría desde entonces una cierta amistad. José Mª de Cossío en su enciclopedia, lo considera un novillero de segunda fila, que a pesar de poseer mucho valor y templanza delante de los toros,  no tuvo fortuna en su debut en Madrid por lo que tuvo que lidiar muchas novilladas duras en los pueblos de Castilla y en la Mancha. Tuvo un gran protagonismo en el conocido “pleito de los toreros mexicanos” que hizo al sindicato de toreros enfrentarse al Gobierno de la República. Seguramente Litri II  fue mejor militar que torero, al menos en el campo de batalla se distinguió por su dotes de mando y su valor frente al enemigo. Cuando Luis Prados fue juzgado por un Consejo de Guerra, fue defendido por el abogado José García de Mesas. Fue juzgado en Colmenar Viejo y en Teruel. Marcial Lalanda y el mismo Manuel Mejías Rapela Bienvenida, “el Papa Negro” intercedieron a favor de él calificándolo como siempre fue un hombre de orden. También abogó en su favor el torero Luis Fuentes Bejarano, así como el abogado Victoriano Santisteban Capetillo, que expuso como Luis Prados intervino personalmente para que dejasen en libertad al marqués de Orobio. Se le impuso una pena de 20 años de reclusión mayor por un delito de rebelión. En el mismo proceso y sentencia fueron juzgados sus compañeros de armas  y también toreros Juan Mazquiarán, jefe del 383 Batallón, León Amorós, comisario político del mismo batallón, Rafael Palacios y Guillermo Martín Bueno, este último fue también matador de toros en la vida civil. Luis Prados salió en libertad en el verano de 1943, fijando su residencia en la calle Polier, en el barrio de Salamanca de Madrid. Regresó a su oficio de torero no como matador sino como subalterno o banderillero, en la cuadrilla de Pablito Lalanda (sobrino del famoso Marcial). También estuvo unos años en la cuadrilla de la rejoneadora Conchita Cintrón y de Antonio Bienvenida, que a la postre fue quien le cortó la coleta. Sus actuaciones como subalterno las alternaba con la explotación de dos bares en Madrid, uno era Bar Casa Litri, en el Paseo de las Delicias 129, esquina Embajadores cerca de la plaza de Legazpi, y el otro el Bar El Alcachofo en la calle Francisco Silvela. Estos dos negocios fueron sin duda su mayor fuente de ingresos para él y su familia. Falleció en Madrid el 8 de septiembre de 1959 a los 56 años. A la izquierda arriba, la Milicia Taurinas en el cuartel de la Montala. A la derecha Juan Mazquiarán "Fortina Chico" vestido de militar con su familia. Abajo a la izquierda Silvino Zafón "El Niño de la Estrella". A la derecha, el matador Saturio Torón reponiendose de sus heridas rodeado de su familia. Abajo la ficha militar del torero Guillermo Martín.  Guillermo Martín Bueno fue matador de novillos madrileño nacido en 1908. Antes de 1936 vivió varias temporadas en Portugal  donde estuvo toreando. Su carrera taurina pasó prácticamente desapercibida para la afición, aunque como militar llegó a ser teniente en la Brigada de los Toreros, y capitán ayudante en la Comandancia Militar de Gandía, llego a formar parte del Estado Mayor con el grado de capitán. Fue detenido junto a Litri y a Fortuna en Murcia. Fue puesto en libertad en 1942. Un caso similar fue el del torero Manuel Vílchez del Río Parrita, matador de novillos nacido en La Línea de la Concepción (Cádiz) en 1905. En 1925 cosecho varios éxitos en los ruedos andaluces debutando en Madrid el 18 de julio de 1926, con novillos de Veragua, alternando con Lorenzo de la Torre y Clásico. En 1926 actuó en 20 novilladas, en 1927 en 17. Su estrella como torero se fue apagando paulatinamente pues tras torear en 1932 diez novilladas, en 1933 dejó de torear novillos y comenzó su carrera como subalterno. Parrita ingresó en la Brigada de los Toreros a inicios de 1938, tras ser gravemente herido en la cabeza un año antes en el frente de Pozoblanco. Fue nombrado capitán de la 4ª Compañía del 383 Batallón as las órdenes de Fortuna Chico.  Fue declarado en rebeldía por el Ejercito Republicano, pues en 1939 logró salir al exilio fuera de España.  Luis Mera Sánchez, fue novillero y banderillero natural de Badajoz, donde nació en 1898. Su carrera como torero estuvo mas llena de pena que de gloria, pues apenas si se le conocía. Se presentó en la plaza de Carabanchel el 6 de junio de 1920, donde cosecho una actuación muy notable pues fue sacado a hombros por el público. Todo prometía una carrera brillante pero los éxitos no le acompañaron en otras plazas. El 19 de febrero de 1922 se presenta en la Plaza de Madrid cuajando una corrida regular. Volvió a la misma plaza el 28 de agosto de 1927 obteniendo un fuerte fracaso que le supuso su retirada como matador de novillos y pasar a ser subalterno en las cuadrillas de el Negro Aquilino y en la de el Niño del Barrio. Era vecino de Madrid en 1936 y luchó con las Milicias Taurinas en el frente de Somosierra y después como voluntarios en la 96 Brigada Mixta llegando a ser sargento de intendencia en esta unidad. Cuando a acabó la guerra volvió a Madrid y empezó a torear de nuevo como banderillero en la cuadrilla de Luis Díaz Madrileñito. Fue detenido el 7 de mayo de 1939 con 41 años en plena Gran Vía, momentos antes de comenzar una corrida de toros, al ser acusado por un colega de ser un “torero rojo”. Fue puesto en libertad días mas tarde. Silvino Zafón el Niño de la Estrella, era natural de Estrella, una aldea de Mosqueruela (Teruel), donde nació en 1902. A los 12 años se traslada a Barcelona donde aprende la profesión de panadero. Allá fue donde se envenenó del ambiente taurino y donde aprendió a usar la capa y la muleta. Torea como novillero en Vinaroz en 1928 anunciándose como Silvino Rodríguez. Tras  unos años toreando por los pueblos debuta en Madrid el 28 de junio de 1930, alternando con Eliseo Capilla. Su carrera como novillero va ascendiendo en actuaciones y va toreando en las principales plazas españolas. En 1936 forma parte de la junta directiva de su Asociación presidida por Marcial Lalanda, teniendo junto a los demás un fuerte protagonismo en el “pleito con los toreros mexicanos”. Toma la alternativa  el 16 de mayo de 1937 en Barcelona, ya metidos en plena guerra civil, de manos de Pedro Basauri Pedrucho, con ganado de Pellón y alternando de testigo Jaime Noaín. Toreó dos corridas mas en Barcelona y pasa a incorporarse a la 96 Brigada entrando en combate en el frente de Teruel, donde al parecer tuvo el grado de comisario político. Al acabar el conflicto armado vuelve a su profesión pero ya no le reconocen la alternativa que tomo en 1937 en Barcelona y regresa al escalafón de novilleros. Reaparece el 8 de junio de 1939 en la plaza de las Arenas de Barcelona, pero su estrella como torero se va apagando paulatinamente a causa de la marginación que los públicos y empresarios le someten por haber participado en la guerra en las filas republicanas. En 1945 es detenido por colaborar con el maquis de las provincias de Teruel y Zaragoza. En 1947 es puesto en libertad y torea en la plaza de Linares. Decide finalmente emigrar a Francia presionado por los servicios secretos españoles, donde fija su residencia aunque sigue vinculado al mundo taurino. Muere en Orange en un accidente de moto el 14 de marzo de 1963 cuando contaba 54 años.Juan Mazquiarán Fortuna Chico fue también un torero madrileño aunque de origen familiar vizcaíno, nacido en San Salvador de Valle, cerca de Sestao (Vizcaya). Se trasladó a Madrid en 1916 con nueve años, pasando a vivir con su tío el famoso torero Diego Mazquiarán Fortuna, a quien acompañaba a tientas y a capeas, que fue donde le entró su afición al toreo. Debutó como novillero en Madrid 19 de marzo de 1926. Un mes después sufrió una fuerte cornada en Valencia y en septiembre una más fuerte aun en Alcoy. En 1927 sufrió en Bilbao otra grave cogida. Tanta cornada mermaron las facultades y la afición del torero de tal forma que en 1933 su carrera entraba en un hondo bache, y que dieran al traste las ilusiones que la afición se había hecho con su toreo. Cuando acabó la guerra, estuvo siete años encarcelado en la Prisión Provincial de Zaragoza de donde salió el20 de marzo de 1946. Tras salir en libertad actuó una o dos temporadas como banderillero en la cuadrilla de Victoriano Valencia. La edad le obligó a retirarse.  La amistad con Litri II perduró hasta la muerte, siendo un asiduo del Bar Litri en el paseo de las Delicias. Enrique Torres Herrero, fue un matador de toros valenciano y fue uno de los muchos toreros de segunda fila que empuñaron las armas por defender la causa republicana. Alcanzó durante la guerra el grado de Teniente en la Comandancia Regional de Milicias de Valencia. Aunque nacido en Valencia, en 1923 se traslada a vivir junto con sus padres a Sevilla, y allí es donde se impregna del ambiente taurino que lo embruja y empuja a dedicarse a esta profesión. Lo cierto es que en octubre de 1927 toma la alternativa en su ciudad natal Valencia de manos de Juan Belmonte actuando como testigo Victoriano Roger Valencia II, y lo hizo con el toro “marismeño” de la ganadería de Guadalest.  Poco después se marcha a México donde logra triunfar de manera extraordinaria en la plaza de El Toreo. Regresa a España y el 2 de mayo de 1928 confirma su alternativa en Madrid. Estuvo unos tres años toreando bastantes corridas hasta que en 1932 comienza su decadencia al comprobarse que había perdido la ilusión del principio. Sufre una fuerte cogida en Barcelona el 17 de agosto de 1935 que para en seco su carrera hasta su definitiva retirada de los ruedos. Al iniciarse la guerra civil, el 26 de septiembre toma de nuevo la alternativa en Valencia de manos de su paisano Manuel Martínez participando en varias corridas más en su tierra. Por estas fechas debió de incorporarse en el frente como voluntario en las milicias republicanas donde alcanzó el grado de Teniente. Finalizada la guerra se marchó a México donde fijo su residencia en Tlanepantla, un suburbio de México D.F. Allí siguió toreando y el 20 de noviembre de 1949 un toro le pego una fortísima cornada en el hígado en Caracas de la que logró recuperarse.  Enrique Torres murió en México en 1980 de  un infarto de miocardio. Ha sido uno de los toreros mas grandes que ha dado Valencia. Artista de una gran calidad, excepcional en el toreo de capa, cuyo temple enloquecía a los públicos, sobre todo los mexicanos. Toreaba con un gusto y una parsimonia  impresionantes. Valencia se enamoró de su toreo y muchos vieron en él al digno sucesor del malogrado  Manuel Granero. Se sabe por la prensa que su muerte fue muy sentida en México donde se le admiraba mucho como torero.    A la izquierda arriba, Saturio Torón. A la derecha unos asíduos del Bar Casa Litri, en la Avenida de las Delicias de Madrid. Abajo Enrique Tirres lancea con la verónica y en la misma actitud Litri II en su época de novillero. Saturio Torón Goyanes el León Navarro, fue un matador de toros natural de Tafalla que tuvo cierto predicamento como torero, tal vez fue de todos los torero que formaron parte de la 96 Brigada Mixta, el que era mas conocido y el que había llegado mas lejos en la profesión. Tras un breve paso por el mundo novilleril toma la alternativa el 8 de agosto de 1º930 en Pamplona con toros de Concha y Sierra, apadrinado por Marcial Lalanda y actuando como testigo Félix Rodríguez. Debuta en Madrid confirmándose como matador el 12 de abril de 1931 con toros de Bernaldo de Quirós, junto a Fausto Barajas como padrino de la ceremonia y Antonio Posada como testigo. Fue un torero valiente que banderilleaba muy bien, unas actitudes que a la postre marcarían su futuro profesional, pues por falta de contratos dejó el oficio de matador para engrosar el de subalternos. Como matador estuvo en algunos buenos carteles, como en los sanfermines de 1931 que alternó con Manuel Mejías Bienvenida, Antonio Posadas, el Niño de la Palma, y otros pero no llegó a triunfar como matador de toros. Fue un torero que tuvo un gran arrojo y valor delante de los toros, por eso le pusieron el apodo de “León”. Antiguo falangista, cuando estalló la guerra civil, se alistó en las milicias taurinas del Batallón Galán a las órdenes de Litri II luchando  en la Sierra de Guadarrama. Llegó a ser capitán por sus méritos y heridas en el frente. El 1 de enero de 1937 muere en el frente de Madrid al estallarle muy cerca una granada. Rafael Barberán, fue un novillero valenciano que también perteneció a la 96 Brigada Mixta luchando en los frentes junto al ya citado Litri II . Fue…como los demás un novillero de muy segunda fila que cuando estalló la guerra civil trataba de abrirse camino en esta siempre difícil profesión. En 1926 tuvo muchas actuaciones como novillero en su tierra. Llegó a torear en Madrid en 1926 en una novillada nocturna donde tuvo una discreta actuación. Dos años después actúa de nuevo en Madrid, donde fue herido por su segundo oponente. En 1934 deja de aparecer en los carteles, ignoramos la causa. (Contunúa mañana)