República… y algo más

Publicado el 03 junio 2014 por Juantorreslopez @juantorreslopez

Ahora que veo a mucha gente en las calles reclamando la república se me ocurre pensar si lo importante es la forma de gobierno y no el espíritu y la emoción con que se gobierna.

De hecho, a nuestro alrededor hay repúblicas odiosas en las que no se respetan los derechos humanos y en donde las personas viven esclavizadas mientras que hay monarquías en donde se está más cerca de la libertad, de la igualdad y la fraternidad.

¿Qué república, por ejemplo, podríamos tener de la mano de esos republicanos que ayer sacaban a la calle guillotinas cuando la reivindicaban?

Quienes ahora reclamamos la república no deberíamos olvidar que no toda república es capaz de traer consigo el “orden político de la dignidad”, en expresión también de esos dos filósofos, que es el que hace que “los individuos sean iguales, libres y fraternos. Es decir, ciudadanos independientes civilmente, que no tengan que pedir permiso a nadie para existir con dignidad”.

Para ello no son precisamente guillotinas lo que se hace más necesario sino empatía y comprensión y un gran esfuerzo para que la ciudadanía en su conjunto y no solo una minoría asuma como una cuestión vital que la justicia, la paz y el respeto a la vida, a las personas y a la naturaleza, son la base de la convivencia entre los seres humanos.

Yo abogo también porque haya un referendum y el pueblo pueda elegir entre monarquía y república. Pero no soy tan ingenuo como para pensar que con la república basta si no cambiamos nosotros y si no cambia el modo en que contemplamos a cualquier “otro” y nos relacionamos con él, es decir si no nos hacemos antes republicanos incluso estando en una monarquía. O si no desaparece el “pecado estructural”, del que también hablan Carlo Fernández y Luis Alegre, en el que estamos inmersos.