Repúblicas bálticas, día 9: parnu – ventspils

Por Trotaburgos @trotaburgos

Comienza nuestro último día completo por las Repúblicas Bálticas. Y lo hace de la mejor manera posible: con un gran desayuno buffet en el restaurante del camping donde nos alojamos. Está bien surtido.

Después y sin mover el coche nos dirigimos paseando por la ribera del río Pärnu Jogi hasta el puente Klesklinna, que cruza sobre el río principal dando acceso a la zona monumental o histórica, y desde aquí recorrer la zona centro.

Parnu es el pueblo turístico-costero por excelencia en Estonia, o eso pone la Lonely.  Cuando nosotros empezamos la visita todavía se estaba desperezando, pero hay más vida que en otros sitios donde hemos decidido empezar a caminar a estas horas.

La ruta la planteamos para visitar los espacios destacados en el callejero. El primero lo marcamos en la Puerta de Tallin. A partir de aquí el recorrido es muy ameno, el paseo lo organizamos entre las calles Kuninga y Rüütli. Es una zona muy agradable repleta de casas de madera. Conservan bastante bien la zona, peatonal en su mayoría, y está adornada con jardineras repletas de flores, lo que favorece que haya numerosos comercios. Tener como referencia estas calles permite acceder fácilmente a los jardines de Vana y Vabaduse. Aquí tenemos una parada obligada la iglesia ortodoxa de la Transformación de Nuestro Señor Jesucristo. Está cerrada, por lo tanto nos quedamos con las ganas de visitarla por dentro.

En la zona del Ayuntamiento nos encontramos con una iglesia ortodoxa construida en 1768, la de Santa Catalina. La arquitectura de estos templos no deja de llamarnos la atención, por lo bellos que construyen la mayoría de estos edificios. En el momento de acceder al templo vemos que están celebrando la misa, nos quedamos fuera y vemos como se desarrolla. No entendemos mucho: salen, entran y mueven una vela. Lo sorprendente es que a la hora de comulgar, no sabemos tampoco si es eso, el cura se acerca con un cáliz hacia el público. Las personas que se acercan reciben una cuchara que previamente se ha introducido en el cáliz, el cura se la da para beber y después el feligrés besa la base del cáliz. Para recibir la comunión, lo mismo que para entrar en misa, las mujeres se tapan la cabeza. Muy curioso.

PLAYA DE VENTPILS

Seguimos callejeando por toda la zona histórica recorriendo las zonas destacadas por la guía. No encontramos mejor lugar para realizar nuestra pausa café y nos detenemos a realizarla en una terracita, decimos terracita porque hay cuatro mesas. Se está a gusto, nos lo tomamos con calma y vemos como esa parte que nos parecía tan tranquila a primera hora se va transformando en lo que nos habían anunciado, una localidad que es de referencia turística.

De vuelta en el camping nos subimos en el coche y poneos rumbo a Riga. Después pasar por Jurmala y por último a Venpils.

Cruzar Riga es un auténtico caos. Si la cruzáis y coincide que es mediodía, se convierte en un viaje lento, complicado por la escasa señalización y tremendamente tedioso por la escasez de carriles adicionales. A eso hay que sumar la gran cantidad de coches que circulan. Nos habíamos planteado un rodeo, y a pesar de ello no ha sido suficiente. Aunque lo peor, ha sido ver que para entrar en Jurmala había una cola enorme. Nos hemos asustado, pero al final no ha sido para tanto. Había tantos coches esperando para entrar en el desvío que nos parecía imposible que fuera la que formaba el carril de acceso a Jurmala. Imaginad la M-30 en hora punta y las colas, esas que se hacen para acceder a las ciudades dormitorio, que se forman en los carriles de acceso desde esa vía. Sin querer y, como decimos, equivocados, nos hemos saltado esa cola de espera. Lo cierto es que no sabemos si por la matrícula o por que el de atrás le apetecía, nos ha facilitado el incorporarnos en el carril de salida, ahorrándonos bastante tiempo de espera. No es menos cierto que después de dejarnos pasar, otros que venían por detrás han hecho lo mismo, pero ellos tenían matrícula de aquí.

Pasado este trago, seguimos camino. Hay que decir que el día de hoy ha sido de bastante tiempo metidos en el coche. La distancia entre Parnu y Ventpils  es de unos 350 kms. y se hace un poco pesado, no por la carretera, sino por el paso de Riga y de Jurmala. Ayer en Saremaa preguntamos si había Ferry que uniera la isla con Letonia y así ahorrar toda esta vuelta, pero nos dijeron que no.

VACA MARINERA. VENTPILS

Una vez llegamos a Ventpils buscamos alojamiento. La primera opción que barajamos es la del camping, se llama Piejuras. Nos cuesta un poco encontrarlo y al llegar la primera impresión es buena. En la recepción hay bastante gente y al preguntar por un sitio para dormir…. ¡sorpresa! No hay. Buscamos con la guía otras opciones y una de ellas es una residencia de estudiantes Augstskola. El edificio es enorme y a parte de señalar una zona como residencia de estudiantes hay otra que es un Hostel. Después de preguntar en la primera recepción por el Hostel y siguiendo sus indicaciones, vamos a otra parte del edificio donde hay una chica que amablemente nos atiende. Ante nuestra primera pregunta relativa a si hay sitio, la respuesta nos deja de piedra: “no”. Esto…. nos deja un “pelín” noqueados. A partir de aquí hay que sacar nuestras “armas” de lamentos y ruegos para que finalmente y gracias a la insistencia nos  diga que hay una habitación que puede estar libre, Uf!!! Menos mal!. La acompañamos por varios pasillos, ascensor, puertas,… que nos hacen dudar de si sabremos volver. Cuando nos enseña la habitación,  está muy bien. Le preguntamos por qué está la ciudad tan ocupada ya que casi no hay sitio para dormir, nos contesta que hay un congreso de, no sabría repetirlo, y los alojamientos están prácticamente llenos.

EDIFICIO DEL ARSENAL. VENTPILS

Tras la ducha llega la calma, ahora las cosas se ven de otra manera. Con un callejero empezamos nuestro paseo por la ciudad, el primer destino es la playa. El día acompaña, así que tenemos que aprovechar. Tanto en nuestra llegada, como en este comienzo de paseo nos llama la atención la cantidad de zona ajardinada que tienen. Desde el hostel, la playa está algo alejada. No hay duda del camino, ya que, como en España, no hay más que seguir a las personas que llevan toalla.

Descalzos, sin toalla ni bañador, disfrutamos de un paseo por la playa. Nos lo tomamos con calma, de tal manera que visitamos el rompeolas y el faro que tiene al final. Eso está muy bien, pero lo que más nos llama la atención es una gran vaca azul, la “vaca marinera de Ventpils”. Antes de llegar a terminar el paseo, decidimos poner la guinda con un helado de cucurucho.

La segunda parte de la jornada en esta ciudad la hacemos hacia la parte histórica. Las distancias son largas así que hay que ir en coche. Es importante tener en cuenta que Internet es libre en muchas zonas. Sin desviarnos, la visita por la parte antigua es agradable en un sentido, la realizamos solos.

PLAZA DE VENTPILS

Al bajarnos del coche y comenzar a callejear tenemos la sensación de que una pandemia hubiera acabado con la población. Es una sensación muy extraña. No es muy tarde y encima estamos en fin de semana. Lo bueno es que nadie te estropea las fotos.

CALLE TIRGUS. VENTPILS

BIBLIOTECA E IGLESIA. VENTPILS

Recorremos la zona portuaria, y la zona del casco viejo: Iglesia, antiguo arsenal, librería,….etc. cuando empieza a bajar la luz comenzamos la búsqueda del restaurante que previamente, en la recepción del hostel, nos habían recomendado. Se llama Skroderkrogs y está en la calle Skroderu. Para nosotros ha sido todo un descubrimiento, de los mejores restaurantes que hemos encontrado en este viaje y de otros que hemos hecho. El único fallo es que al pedir le hemos preguntado a la camarera si lo que habíamos encargado era suficiente: unos entrantes y un segundo, por probar la gastronomía local. Nos ha respondido que no había pega que estaba bien, pero….. no nos hemos terminado todo lo que nos ha puesto y estaba todo buenísimo. Problema, que en esas condiciones de llenado ya no entraba un postre. Es decir, si venís recordad que la medida del: “¿será suficiente?” está por encima de la media.

PUERTO DE VENTPILS

CASA DE MADERA EN CALLE TIRGUS. VENTPILS

Con todo un día de aquí para allí el cuerpo empieza a recordarnos el cansancio acumulado. Con ello a descansar.