La puesta en escena es muy original, tiene aspecto indie y está perfectamente cuidada, repleta de pequeños detalles y colores luminosos. Utilizar una tienda IKEA como escenario da muchas posibilidades artísticas que la directora ha sabido aprovechar. Sin embargo, IKEA no fue elegido por esta razón, sino porque tienen un plan de integración laboral para personas con discapacidad mental y era imprescindible para el personaje que interpreta Jordi Llodrà.
Requisitos para ser una persona normal es una oda a la diferencia, a sentirse bien con uno mismo sin importar lo que piensen los demás, ni dejarnos influenciar por lo que nos impone la sociedad consumista en la que vivimos (casa, trabajo, pareja, familia, etc.). De hecho, creo que ser feliz es mucho más difícil si se cumplen el resto de requisitos que si sólo cumples uno o dos.