Desde 2009, cada dos años y con rigurosa puntualidad nos ha ido llegando una nueva entrega de esta trilogía gamberra que rompió moldes pero ya no tiene nada más que añadir, por mucho que se pretenda buscar un pretexto y unir a los amigotes para salir de algún nuevo y disparatado lío monumental.
Repiten también en sus papeles principales tanto Ed Helms (Stu) como Justin Bartha (Dough) y Bradley Cooper (Phil), tan “charming” este último como siempre. Igualmente aparece de nuevo en escena Ken Jeong (a los que conocerán los seguidores de la delirante y a ratos brillante serie Community por interpretar una fotocopia de este papel) en el pellejo del desagradable animador del cotarro, y el único elemento actoral que se atreve a alterar la fórmula del éxito es en esta ocasión un intrascendente John Goodman haciendo de mafioso más malo que la carne de pescuezo. Hay que comentar también que esta vez el escenario no se puede ubicar con la misma facilidad en un mapa, ya que la acción (mayor y mejor a falta de otros argumentos) va saltando de un sitio a otro, pasando incluso por algún sitio conocido.
Como ya irán adivinando, se trata de la más olvidable de las tres películas, que como todas estas “trilogías” debía haberlo dejado por la puerta grande en la primera parte, aunque posea cierta gracia en los diálogos, cada vez menos y más previsibles, y se intente dar una vuelta de tuerca al guión. El manantial se secó hace años y no puede volver a llenarse a cubazos. No se debe vivir tanto tiempo de la respiración asistida de la taquilla, si es que te importa algo el recuerdo que el espectador vaya a tener de tu trabajo. Pero lamentablemente casi nunca es el caso.
Dirección: Todd Phillips. Título original: The hangover: Part 3. Intérpretes: Bradley Cooper (Phil), Ed Helms (Stu), Zach Galifianakis (Alan), Justin Bartha (Doug), Ken Jeong (Sr. Chow), Heather Graham (Jade), Mike Epps (Black Doug), Jamie Chung (Lauren), John Goodman (Marshall), Jeffrey Tambor (Sid). Guión: Todd Phillips y Craig Mazin; basado en los personajes creados por Jon Lucas y Scott Moore. Producción: Daniel Goldberg y Todd Phillips. Música: Christophe Beck. Fotografía: Lawrence Sher. Montaje: Jeff Groth y Debra Neil-Fisher. Diseño de producción: Maher Ahmad. Vestuario: Louise Mingenbach.