En concreto, un funcionario comunitario involucrado en las conversaciones indicó al periódico que el plan de rescate de Irlanda oscilaría entre 80.000 y 100.000 millones de euros, mientras que un paquete de ayuda a la banca irlandesa podría alcanzar entre 45.000 y 50.000 millones de euros.
"En cualquiera de las opciones posibles, el FMI aportaría como mucho la mitad del importe, mientras que el resto de la ayuda procedería de manera combinada de la UE y Reino Unido", explica el rotativo, que subraya que aún no se han discutido las contribuciones de cada parte ya que todavía continúa el debate entre los ministros de Economía de la UE para determinar si se rescata simplemente a los bancos irlandeses o si es necesario un gesto de mayores dimensiones en apoyo de la economía de Irlanda.
A este respecto, los ministros de la zona euro están presionando para incluir a Reino Unido entre los contribuyentes al potencial plan de rescate de Irlanda, debido a que sus bancos estarían entre los más beneficiados por la ayuda internacional al país.
De hecho, Irlanda es uno de los principales socios comerciales de Reino Unido y uno de los principales mercados de la banca británica, que cuenta con una considerable exposición al país. No obstante, los compromisos de Reino Unido con el FMI y la CE implican que el país ya se vería forzado en cierta medida a soportar parte del rescate incluso sin participar mediante la concesión de préstamos bilaterales.
Reino Unido, que ya recibió críticas la pasada primavera por rechazar participar en el Fondo Europeo de Estabilidad Financiera, aporta el 5% de los fondos del FMI y cerca del 13,6% de la línea de crédito de la Comisión Europea.
Desde el punto de vista irlandés, el periódico sugiere que el Gobierno intentará hacer pasar cualquier potencial ayuda como un rescate al sector bancario más que de las cuentas públicas del país, que afirma tener aseguradas ya sus necesidades financieras hasta mediados de 2011.
Sin embargo, representantes de otros países de la zona euro apuntan que esta distinción entre el presupuesto de Irlanda y los recursos destinados a recapitalizar su sector bancario es en gran medida una "cortina de humo" con propósitos domésticos, ya que siempre sería el Gobierno irlandés y no los bancos, el que recibiría el préstamo y deberá devolverlo.
(fuente:europa press)