Adrian Mitchell, un ángel con un poder inmenso y un deseo insaciable, comanda una élite de centinelas cuya misión es castigar a los ángeles caídos que se han convertido en vampiros. Pero el propio Adrian también ha sido castigado por involucrarse con mortales, más precisamente con Shadoe, hija del líder de los caídos, y su penitencia es perder a la mujer que ama. Ahora, casi doscientos años más tarde, Adrian ha vuelto a encontrarla.
Esta vez, no está dispuesto a dejarla ir.
Lindsay Gibson no recuerda nada de su vida anterior. Sólo sabe que no puede evitar la intensa atracción que siente por ese ángel seductor que se cruza en su camino. Cuando Lindsay cae en un peligroso mundo de pasiones tumultuosas, se ve atrapada entre su amante ángel, su padre vampiro, y una revuelta de seres sobrenaturales, en la que no sólo su amor y su vida están juego, sino también su propia alma.
De esta autora he leído el primer libro de la saga Crossfire, de la cual disfruté pero hubo muchas escenas de sexo, por lo que esperaba algo así , he decir que me ha impresionado para bien, este libro no se centra mucho en el sexo aunque sí aparecen contadas escenas pero no es para nada excesivo.La historia se centra en la lucha que hay entre los Centinelas y vampiros, cada cual con sus aliados, y en el papel que juega Lindsay entre ellos.La historia que ha creado la autora de los ángeles, los caídos, los licanos... realmente atrapa desde la primera página, he disfrutado que cada palabra de este libro. La historia avanza muy bien y nos encontramos con momentos de tensión y todo es muy imprevisible. No he leído muchos libros sobre este tema y la verdad es que me ha parecido muy buen elaborado y muy natural.Respecto a los personajes , son un punto fuerte de la historia, aunque me hubiera gustado conocer un poco más a los secundarios espero que en las siguientes entregas pueda saber más de ellos.Los destacables , a mi parecer, serían Lindsay una chica de lo más peculiar, su fuerza y su iniciativa me ha cautivado, a pesar de desear estar con Adrian, sigue su propio camino y sus propias reglas. Tiene algo especial y sobretodo un objetivo claro que no cambia su determinación. Por otro lado Adrian, es un Centinela atormentado por la reencarnación de la mujer que ama, me gusta su orden y su comportamiento con Lindsay , aunque a veces pueda parecer un poco hipócrita y protector, no es para nada excesivo ni asfixiante. Pero el personaje que más me ha sorprendido ha sido Elijah, un licano muy fiel a Adrian, a sus amigos y sorprendentemente, a Lindsay. Me gusta su forma de pensar y de actuar ante las situaciones, y sobre todo el hecho de que tanta gente 'confíe' en él.
El final me ha sorprendido muchísimo, no me esperaba para nada este tipo de final. La narración está muy cuidada y engancha, estoy deseando leer el segundo número de esta trilogía.
Una lucha que empezó hace mucho tiempo y que gracias a el amor que empezó todo, puede que haya llegado la hora de el principio del fin. Una historia bien escrita que engancha desde el primer momento y con personajes decididos.