Si me conocéis, sabéis que la distopía es uno de mis géneros favoritos. Y, si me conocéis, también sabéis que me encantan las historias románticas con ships que se quedan contigo durante mucho tiempo. Cuando vimos la luz tiene todo esto y más: personajes secundarios inolvidables, un world-building súper chulo... E ILUSTRACIONES PRECIOSAS. Porque la autora es además artista, y eso se nota en la obra: hay un gran uso de las descripciones, y las escenas de cómic que ha ilustrado complementan la narración perfectamente.
Sobre la trama, quiero deciros que esta novela presenta un mundo dividido: mientras que Leo vive en la Superficie, donde la población lucha por cumplir tareas y subir de piso para estar más cerca del sol, Ruga vive en el Subterráneo. Como Vigilante, Leo debería querer matarlo... Pero quizás todo lo que le han contado es mentira y el orden de Exced, en vez de perdurar... Debe acabar.
La longitud de la novela hace que podamos conocer a los personajes a la perfección: las relaciones entre todos son muy realistas, de estas que te dejan el corazón calentito y permiten que, cada vez que abres el libro, te sientas en casa. El romance entre Ruga y Leo es especialmente bonito: les shippeas desde la primera página, y sufres con ellos cuando las cosas se desmoronan y se tuercen. Quiero destacar, además, que la historia está narrada en diferentes tiempos: esto potencia el misterio alrededor de Exced (la autoridad que siguen los habitantes de la Superficie) y Azul, una Vigilante que parece ayudar a Leo, pero de la que tampoco conseguimos fiarnos.
Tengo que recomendaros esta novela al máximo, y decir que Alba Navarro es una nueva voz que ha irrumpido en el panorama de la literatura juvenil con muchísima fuerza. Espero que le echéis un vistazo a sus redes, donde encontraréis más información de su novela; pero sobre todo espero que os animéis con esta historia. Creo que no os decepcionará.