Este libro lo tenía guardando a por mí durante más de un año y que buena fue mi decisión de empezarlo. En el segundo libro de la saga Vanir, Lena Valenti nos sorprende otra vez con una historia increíble que me hace devorar cada página. 600 páginas en dos días. No sé que tiene pero es una saga que me está gustando (re que voy por el segundo) y que quiero leérmela toda (son como 13 libros). Me parece demasiado original toda la mitología nórdica, me encanta.
En este libro nos encontramos nuevamente en este mundo de criaturas antiguas y peligrosas, esta vez con la historia de Ruth, la amiga de Aileen a quién conocemos en el primer tomo pero ahora estamos completamente centrados en su historia. Ruth a escuchado voces toda su vida pero de chica la trataron de esquizofrenica y fue medicada por ello, toda su vida pensó que estaba enferma cuando en realidad era especial, en realidad escuchar esas voces era un don y ahora ella es una sacerdotisa de la Diosa. Por si eso no fuera complicado Adam, un berserke de poco temperamento quien no la quiere y la odia pero no sabremos por qué hasta unos capítulos más adeñante. Esta es la historia de Adam y Ruth en dónde del odio al amor también hay un sólo paso.
Hay algo que debo explicar: si en el anterior libro nos enfocábamos mucho en los vanirios, esta vez nos enfocamos en los berserkers, su naturaleza y su tradición. Los berseker fueron creados por el Dios nórdico, Odín, quién les otorgo cualidades de su animal favorito: el lobo a un clan guerrero Vikingo. Desde allí esa es su naturaleza, son como hombres lobos pero no llegan a convertirse en el animal sólo crecen en tamaño y fuerza. Ellos también son muy pasionales, cuando un berserker encuentra a tu kone (mujer) y la pierde, es muy difícil que sobreviva. En fin, cómo digo, es otra especie que quedé encantada de conocer.
¡Cómo disfruté este libro señor jebus! Ruth es un personaje fuerte, con carácter, no es débil y se defiende con uñas y dientes. ¡Amo leer personajes mujeres así! Se convirtió en mi personaje favorito hasta ahora en la saga. Creo que no tuve ningún problema con ella porque aunque sí es medio molesto que se haya enamorado de Adam a pesar de lo forro que fue él con ella, Adam tuvo que pedir perdón y bueno... Ya, es morbo que nos gusta leer, no lo nieguen. Hablando de Adam... Bueno, me encantó, ¿que puedo decir? Sí, se comportó muy mal con Ruth por su ceguera y terqueza pero tuvo que pedir perdón y de una manera muy rara. Y con las cosas que iban pasando, verlo con sus sobrinos... No es malo, es terco y en el fondo es dulce.
De los demás personajes puedo decir que quedé encantada con todos. Los conocemos ya en el libro anterior, en este se profundizan un poco más. Este mundo me tiene encantada. Nunca había leído algo así y no sé, simplemente leer sobre la mitología, ya sea nórdica, o griega, o celta me vuelve loca. Me hace querer leer más y más.
El final fue... oh, Dios mío. Todo el libro lo fue, en cada página me ponía más eufórica. La estaba pasando mal, de verdad no podía conmigo misma con toda mi emoción. Ese giro de tuerca que ocurrió al final fue especial, fue la frutilla del postre para este libro. Me dejó con la boca abierta y con ganas de más, mucho más.
En conclusión, si leíste El Libro de Jade (reseña aquí) y no sabes si leer esta parte, leela. No te vas a decepcionar porque es mucho mejor que el primero. Y si no sabes si leer esta saga... Pues, si te gusta leer sobre criaturas sobrenaturales, mitológicas y mezcladas con romance y sexo... Lee esta saga. Cómo dije en mi reseña de El libro de Jade, sé que hablan mal de esta autora y que puede que le tengan recelo por ello pero... Escribe y tiene libros muy buenos, geniales. Por lo menos todo lo que leí de ella hasta ahora.
Sé que con todo lo que digo debería de haberle puesto 5 estrellas en Goodreads pero no, la verdad es que no lo sentí para tanto pero sí que me encantó 💜