Título: Instant Karma
Autor: Wendy Davies
Editorial: Suma de letras
Páginas: 350
Precio: 16.90€
Sinopsis
¿Se puede amar lo diferente?Una novela enternecedora, mágica, un amor puro que te conquistará.¿Alguna vez te has sentido solo a pesar de estar rodeado de gente? ¿Tan diferente como un gato en un mundo de perros?Rin se siente así todo el tiempo. Como si viviera en un mundo al que no pertenece, como si los demás hablaran en un idioma que él no es capaz de comprender y como si fingir fuera la única manera de encajar. Por eso, a veces, sin moverse del sitio, viaja a su pequeño planeta donde todo es circular, tan diminuto como el asteroide B612 e igual de recóndito. Allí todo es como debería ser, no necesita a nadie más.Cuando Via irrumpe en su planeta llevada por el karma, arrasando con toda lógica y estabilidad, Rin piensa que se trata de un huracán de categoría cinco. Pero lo que Rin no sabe es que de las peores catástrofes pueden surgir los mejores milagros. Y es que a veces no es necesario ser etiquetado de diferente para serlo.Dos piezas destinadas a no encajar, de puzles distintos, acabarán formando una imagen nueva donde la única regla es que no hay reglas.
Reseña
Hay libros que por un motivo u otro se me mete en la cabeza que quiero leerlos y entonces nadie puede pararme para leerlo. Llevaba un tiempo queriendo leer algo de estas autoras pues hablaban muy bien de sus dos libros “Recuerda que me quieres” y “Una estrella en mi jardín” y aunque no he leído estos libros espero leerlos pronto.
Hay quien dice que el primer amor nunca se olvida, que te marca a fuego y su huella permanece inalterable, como una vieja herida que nunca termina de cicatrizar.
La historia nos narra a través de los ojos de Via y Rin como es su día a día, sus miedos, sus inseguridades, sus anhelos. Para Via la convivencia con sus padres es insoportable, y desde que descubrió el mayor secreto de todos todo va de mal en peor. En cambio, para Rin la simple convivencia con el mundo es todo un reto para él y es que el síndrome de Asperger controla más de lo que el quedría, pero todo cambia cuando se conocen.
No quiero ponerme muy sentimental pero es que esta novela me ha llegado a lo más hondo, me ha destrozado el alma y después me ha dejado en la más absoluta oscuridad. Me he sentido tan identificada con Via que se me hacía imposible no llorar a medida que leía el libro. Pues si yo también tengo un karma algo estropeado y demasiado equilibrado para mi gusto, pero además me he sentido identificada con ella en otros casos. Via siente una gran pasión por el piano pero lo que para ella es un hobbie para otros es un futuro y ella no quiere que algo que le gusta se convierta en una obligación pues al final siempre odiamos las obligaciones.No entiendo nada. Se supone que es mi vida y que voy a tener que lidiar con ella hasta que me extinga, no quiero hacer lo que vosotros o Anna queréis que haga y arrepentirme el resto de mi vida. Quiero ser yo.
Para Rin, me ha parecido increíble como las autoras han podido crear un personaje tan enternecedor, tan alejado del mundo. No sé cómo decirlo pero Rin ha sido uno de esos personajes que quieres y odias al mismo tiempo por dos cosas ajenas a el mismo pero lo que más me ha gustado es la forma de escribir la autoras, como no podemos cambiar algo que es ajeno a nosotros mismos, y quien te obligue a cambiar es que no te quiere.Le parecía extraño, cómo un sentimiento podía transformarse tantas veces, como algo que te hacía feliz podía hacerte infeliz en un suspiro o tras una palabra.
Por supuesto ellos son los protagonistas principales, pero también tenemos muchos secundarios y no tan secundarios que hacen que la novela tenga un gran mensaje, personajes demasiado buenos, personajes odiosos comprensibles, personajes que deben encontrarse a sí mismos antes de continuar, hay personajes tan incompatibles como el agua y el aceite y aun así se complementan.
En general, una novela que recomiendo, y aunque tiene un principio lento poco a poco va cogiendo el ritmo y te introduce de lleno en la historia, la historia de un erizo y un cactus.A veces, hay que viajar a otros planetas, aunque solo sea de visita, para recordar que por mucho que te sientas solo realmente nunca lo estás.