En un futuro lejano, luego de la devastadora Cuarta Guerra Mundial, humanos y androides se apiñan en las calles de Nueva Beijing, una de las seis comunidades de la Tierra. Una enfermedad mortal está arrasando la población. Y desde el espacio, la reina lunar observa cómo la peste lo va devorando todo, confiada en lograr el control del planeta. Cinder tiene 16 años y trabaja como mecánica. Su pasado es un misterio y su presente, no puede ser peor, bajo la tutela de su madrastra, que la explota y la denigra constantemente. Hasta que su camino se cruza con el del príncipe Kai, y se ve en medio de un conflicto intergaláctico y de un amor imposible. Atrapada entre la peste y un gran secreto, no sabe si escoger la libertad o la inmolación, hasta que ya no tiene opción y no puede elegir. Sin embargo, ella es especial. Ella es la única salida. Después de todo, así son los cuentos de hadas… Drama futurista, ciencia ficción o steampunk, poco importa cómo catalogar estas Crónicas Lunares. Son únicas e imperdibles, como la justicia, la fantasía y el amor.
En fin, mejor me pongo a hablarles de este libro que me voló la cabeza. Me lo había comprado la FIL del año pasado (o sea la del 2017) y aún no me lo había leído hasta este año, ¿por qué? No sé. Pero de lo que estoy segura es que es de esos libros que dices ¡¿por qué no los he leído antes, señor?! Porque es increíble y a tal punto que no sólo me lo devoré, si no que me leí la saga entera de un tirón y atentis: no tenía todos los libros. Por lo que de modo desesperante no sé de dónde saqué plata para comprármelos.
Cómo saben y si no saben les cuento, esta saga está basada en algunos cuentos de hadas pero no tienen mucho de parecido, en mi parecer, sólo algunos guiños pero eso es lo que nos ha dicho la autora. Como dice la sinopsis, la historia va sobre Cinder, una chica de dieciséis años que vive con su madrastra Adri y sus dos hermanastras Peony y Pearl. Más allá de maltratarla por Cinder ser una cyborg (humanos con partes de su cuerpo robóticas), Adri la explota en un taller de mecánica. Cinder es una mecánica experta y le gusta su trabajo pero no es justo que nada de dinero vaya para ella. Un día llega a su puesto el príncipe Kai de Nueva Beijing, ciudad en dónde ella vive, llevándole una androide (un robot, precisamente) para que ella repare. Así se conocen y no tendrán idea en que más se verán envueltos después de ese primer encuentro. A Nueva Beijing y a gran parte de la Tierra la azota una enfermedad llamada letumosis, enfermedad terminal a la que aún no se a encontrado cura. Y cómo dice la sinopsis, Cinder es importantísima en todo este asunto. Muchas cosas más pasan pero hasta ahí es dónde les puedo contar sin spoilearlos de nada. Pero déjenme aclarar algo importante: acá no hay instalove, ¿ok? El romance no es lo más importante de la historia. Lo importante es la trama.
Y ahora es cuando muero y me dejo llevar por los feelings. ¿Ah no? Bueno mejor me controlo. Lo que amé este libro no tienen una idea. Me enganché en el primer capítulo, literalmente. Ya estaba flipando con todo lo que estaba pasando y Cinder me encantó desde que leí una primera oración sobre ella. El mundo futurista tan bien construido por Marissa es lo que más me hizo volar la cabeza, es todo tan guau y tan original que yo no daba más de mi gozo. O sea, sucede una Cuarta Guerra Mundial que restablece el orden en la Tierra, tenemos cyborgs -los humanos pueden recuperar una parte de su cuerpo que perdieron por X accidente reemplazándola por una pieza metálica que puede tener hasta linterna si se quiere, hello-, tenemos androides que nos pueden hacer los quehaceres domésticos, deslizadores (ya no existen los autos, ahora son esta especie de nave que flota), naves espaciales y mucha más tecnología. Y encima está todo descrito de tal manera que te llama o te llama.
Los personajes son la frutilla del postre. Cinder es de lejos mi personaje favorito de toda la saga. Cómo ella se enfrenta a cada problema que se le presenta es admirable. Lo valiente que es y lo dura que puede parecer por fuera pero lo sensible que es por dentro también hizo que la amara muchísimo. Pero dije personajes, no Cinder así que hablaré de los demás. Kai es asdfghjklñ. Simplemente uno de los mejores personajes masculinos que he leído. Tiene tantas responsabilidades para su edad de dieciocho años pero no se acobarda y trata de manejarlas lo mejor posible. Aparte que es un dulce de leche. IKO PASIÓN. Es de lejos el personaje más divertido. Iko es la mejor amiga que podría haber existido para Cinder. No digo más. Peony también se robó mi cora. Los extraño. ¡Tienen que leer este libro! *llora como una desquiciada*
El final de este libro sí que no me lo esperaba. Para muchos fue algo predecible pero hay que reconocer que la autora estuvo dándonos más giros y confusiones durante la historia que hacia el final yo no sabía que pensar. Por eso no me lo esperé y me explotó la cabeza fue como que "OFMG ESTO ESTÁ PASANDO". Fue muy bueno. Pero abierto y necesité ya Scarlet. Si me siguen en Instagram habrán visto que empecé The Raven Boys luego de Cinder y lo abandoné porque no pude más con el hype.
En conclusión, si no leyeron Cinder, LEÁNLO. Si quieren, claro.
Cinder, su primera novela, debutó en la lista de best sellers de New York Times con gran éxito.
Visita a la autora en marissameyer.com
¡Eso fue todo!
¿Leyeron este libro? ¿Tienen ganas de hacerlo?
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Besos enormes,