Jamás había caído en mis manos un libro que destilara tantísima amargura. Y es que no es una novela en la que vayamos a ver una protagonista que pasa por una época difícil, lo supera, se queda con el chico y con su grupo de amigos. No. Esta novela es realmente la historia de la autora. Una historia de una enfermedad que, aunque a veces está relacionada con el aspecto, es mucho mas común que se dé por motivos totalmente ajenos. Así le sucedió a Valerie.
Es una historia corta, amarga, e intensa. No hay amigos, no hay un minuto de consuelo, no hay chicos guapos. En su lugar nos encontramos un manicomio horroroso, y la trágica historia de como se trataba a los enfermos mentales durante la época de los setenta y los ochenta en Francia (y probablemente en muchos otros lugares del mundo).
Nuestra protagonista nos narra esta historia desgarradora de una forma tan personal que logra transportarnos. Consigue que viajemos con ella años atrás, a esas habitaciones con barrotes, al pan duro y amargo, y a los baños lleno de cucarachas. A como los médicos ponían excusas a los padres para que no vieran a sus hijos si estaban en muy mal estado, pues no les convenía manchar el nombre de las instituciones con niños maltratados.
La autora también nos cuenta como fue su infancia, y el motivo de su negación a comer, el cual estaba mucho mas ligado a su propia rebelión personal que a ningún complejo físico o estético. Nos habla del daño que pueden hacer unos malos padres a sus hijos, sin tener que hablar de violencia física. Como unas pocas palabras que para los adultos pueden no tener importancia, crean en los niños unos traumas que pueden llevarlos a extremos inimaginables por su familia.
En definitiva, 'Diario de una anoréxica' es un libro muy crudo que refleja una realidad por lo que todavía hoy en día pasan muchísimos niños y adolescentes. Un libro muy recomendado para la sociedad, y muy poco para aquellos que no estén en su mejor momento a nivel psicológico.
*Nota: He estado ojeando sobre la autora y protagonista de este libro. Al parecer, después de escribir varios best seller más y actuar en algunas series y películas, pasó por más problemas y terminó suicidándose con somníferos a la edad de 21 años.