Estamos ante la tercera parte de la saga BILLIONAIRE BACHELORS CLUB que, cómo ya sabemos, trata de tres amigos que son conocidos como los solteros de oro de Napa Valley. En este caso, esta tercera parte se centra en Matthew DeLuca, el último de los tres amigos que sigue soltero, antiguo jugador de beisbol profesional retirado después de una lesión y con una relación con su padre que la verdad nadie querríamos.
Matthew DeLuca, al ver truncada su carrera profesional, invierte en la compra de una bodega de vino en Napa Valley y se da cuenta de que es un negocio muy rentable que el hijo del antiguo dueño casi hunde por gasto sin control el dinero de tanto la empresa como la familia. Solo con esto ya tenemos un vistazo de cómo es: entregado a su trabajo y concienzudo porque se pasa las mañanas en los viñedos aprendiendo todo lo que debe saber para poder llevar el negocio a ser un éxito. Por otro lado, tenemos a Bryn, su asistente, que era una de las antiguas empleadas de los viñedos y le ayuda en todo porque sabe mucho más que él por haber trabajado antes de que él llegara en toda la cuestión de la bodega. Bryn es una chica que no ha tenido una infancia fácil, viene de un pueblito de Texas y su relación con su madre es inexistente, ya que quién la crío fue su abuela. Por cosas que le sucedieron en el pasado, nunca viste de una forma que pueda llegar a ser provocativa y tampoco se pone maquillaje, esto es para parecer "una chica del montón" como ella dice y no tener problemas con los hombres, ya que su inseguridad es tan alta que se termina petrificando. Estos pasando tanto tiempo juntos que su relación va cambiando de forma gradual, y que Ivy y Marina (sobre todo Ivy) se propongan juntarlos, es lo que da la guinda al pastel.
Este volumen me ha parecido, al igual que los anteriores, toda una adicción tanto por la historia como por los personajes. Hay que recordar que él es el jefe de ella y esta premida la tienen los dos en la cabeza, pero seamos sinceros que todo ser humano termina cediendo en algún momento de debilidad y eso puede acarrear consecuencias. En este caso, vemos la evolución de los personajes, las aristas y el porqué de la forma de ser o de la máscara que se ponen para protegerse.
Como acostumbra, Monica Murphy también te va dejando regalitos de las otras parejas para mantenerte al tanto y eso es un puntazo. Tiene una forma de contar las cosas y escribir que te deja pegado a las páginas en todo momento y con ganas de saber más de lo que pasa entre los protas y con el resto de los personajes. El ver la diferencia de ellos en cuestión de en que mundo han nacido y lo que esto influye en las maneras de ser de estos y en cómo actúan. Es perfecto para las personas que les guste el tópico de los millonarios y una buena historia de superación de inseguridades.