Autor: Marie Rutkoski
Editorial: Plataforma Neo
Páginas: 432
Precio:16.90€
Puntuación
La guerra ha comenzado. En el centro del conflicto, Arin se enfrenta al imperio acompañado de nuevos aliados de incierta lealtad. Aunque se ha convencido a sí mismo de que ya no ama a Kestrel, no la ha olvidado, ni tampoco cómo la chica que conocía ha acabado convirtiéndose en la clase de persona que él siempre ha despreciado. Alguien a quien le importa más el imperio que las vidas de personas inocentes… y, desde luego, más que él. Al menos, eso cree. En el norte helado, Kestrel está prisionera en un brutal campo de trabajo. Mientras busca desesperadamente la forma de escapar, anhela que Arin pudiera saber los sacrificios que hizo por él. Anhela hacerle pagar al imperio lo que le ha hecho.
Desde lo ocurrido con Arin en el palacio real y Kestrel enviándole esa carta, las cosas no han ido muy bien para ella. Obligada a servir en un centro de trabajo, los días se confunden con las noches y nada parece poder sacarla de allí ya que nadie que la aprecie sabe su circunstancia. Sin embargo, la guerra entre los herranies y los valorianos se acerca y el destino de Arin y Kestrel se volverán a unir para librar la última batalla.Esta trilogía se ha vuelto unas de mis favoritas leídas en este año y es que no deja indiferente a nadie. Kestrel ha madurado mucho a lo largo de estos libros. Desde el primero se veía que era una chica inteligente y con una personalidad arrolladora pero en esta parte es cuando vemos de verdad que la usa para hacer lo correcto sin buscar la aprobación de su padre, de Arin o de cualquier otra persona que se relacione con ella.Con respecto a Arin. Ya desde el primer libro me dejó enamorada pero la primera mitad de este libro me ha parecido más fantasma que Kestrel y ya es mucho decir. Me ha faltado la chispa que poco a poco va apareciendo en la segunda mitad del libro, dejando claro cuál es su papel en esta historia.