«A veces, un lugar perdido en medio del mapa puede ser el detonante para encontrarse a uno mismo»
Una cosa que adoro de Alice Kellen es la manera en la que crea las manías de los protagonistas, esas manías con las que acerca a los personajes a los lectores tan peculiares, naturales y sorprendentes. Y es que la que tiene Harriet es demasiado adorable como para ser real, dan ganas de abrazarla o de tirarse junto a ella en un campo cubierto de hojas verdes, amarillas y marrones.
Harriet, como podéis deducir, es la protagonista femenina de 23 Otoños antes de ti. A pesar de que en varias ocasiones he pensado de manera completamente diferente a como lo hace ella, me he sentido muy identificada con su personaje. Es una chica independiente, con un pasado difícil de olvidar y bastante insegura. Algo que puede parecer un tanto contradictorio pero que Alice Kellen sabe plasmar y caracterizar a la perfección.
Por otro lado tenemos a Luke, Luke llega al pueblo de Harriet siendo un auténtico gilipollas pero su evolución como persona es alucinante. No voy a decir nada más de él porque entiendo que es necesario leer el libro para conocerlo y disfrutarlo en su totalidad y cualquier cosa que os diga de él, además de que no os asustéis porque al principio sea gilipollas, sería arruinaros el libro.
La trama de 23 Otoños antes de ti es muy, pero que muy, adictiva. Tardé en empezar a leerlo porque sabía que en cuanto empezara lo terminaría. Y así fue. Dos viajes en tren y el libro estaba finiquitado. Y lo peor de todo es que emociona, y eso que yo soy una insensible de mierda, y pues claro, podéis imaginaros a Sara con su paquete de pañuelos en el tren ahí
En conclusión, 23 Otoños antes de ti es un libro que tenéis que leer. Y si aún no habéis leído 33 razones para volver a verte, no sé a que narices estáis esperando. Con las portadas tan bonitas que tienen, no sé como aún no los tenéis por casa.
¿Y vosotros bigotudos? ¿Lo habéis leído? ¿Lo tenéis pendiente? ¡Contadme!