La caricia de la bestia
Serie La caricia de la bestia IEditorial: EspasaPáginas: 440Encuadernación: Tapa blanda con solapasISBN: 9788467050424Precio: 19,90 €
Sinopsis
En un bosque solitario, dos adolescentes son brutalmente atacados por un ser de una fuerza sobrenatural. En su declaración, ambos sostienen que el agresor es un zombi.
La inspectora Laura Tébar es encargada de la investigación. Se trata de una profesional de 55 años, brillante, solitaria y con un carácter temible forjado en un pasado lleno de errores imposibles de remediar. Se la respeta y se la teme a partes iguales. Con Tébar, y a su pesar, comienza a trabajar el subinspector Merino, un joven tan inexperto como intuitivo y motivado.
Los dos no pueden ser más opuestos y no tardan en chocar. A través de la novela, el lector asistirá a un auténtico tour de force entre ambos personajes, que pasarán lo suyo antes de permitirse el mínimo respeto mutuo que les permita colaborar y enfrentarse a unos seres tan misteriosos como violentos, que atacan desde lo más profundo del bosque, parecen invulnerables y desaparecen sin dejar rastro.
Cristina C. Pombo trama una intriga originalísima que supone una vuelta de tuerca en el thriller contemporáneo, un género en que parecía que todo estaba inventado y al que, sin embargo, le faltaba traspasar una última frontera que, literalmente, está en el más allá.
Reseña
Una novela policíaca original y llena de giros, cuyos personajes magníficos rompen con lo establecido.
Para esta ocasión os traigo un thriller aderezado con mucha intriga que el lector deberá descubrir si se puede explicar... o no.
La acción nos lleva a la provincia de Cádiz, concretamente al pequeño municipio de Grazalema, de unos 2150 habitantes, así como a Zahara de la Sierra, municipio aún más pequeño, con poco más de 1400 habitantes.En Grazalema se encuentra la inspectora Laura Tébar, de 55 años. Es una persona inteligente pero tosca, de maneras no siempre correctas, acostumbrada a mandar y con un asco bastante acusado hacia los hombres, que tiene que aguantar que su subinspectora y amiga deje el cuerpo para que encima le pongan de compañero al subinspector David Merino, el Cons, un vasco de 29 años recién traslado a Grazalema cuyas «pintas» están más cerca del 15-M en la Puerta del Sol que de la policía.La llegada de Cons coincidirá con un terrible escenario: una joven pareja estaba manteniendo relaciones sexuales en el bosque cuando algo, un ser humanoide, los ataca con tanta fuerza y saña que el chico pierde la boca. La chica, quien intentó parar al ser como pudo, relató a la policía lo ocurrido, pero la conclusión es tan obvia como absurda: el ser era un zombie.
Tébar y Cons deberán trabajar codo con codo para esclarecer los ataques teniendo en cuenta los pocos recursos con los que disponen, ya que no solo habrá uno. El problema está en que ambos son personas muy distintas que no se respetan y esto les lleva a cometer más de una tontería, a enfrentarse, a estar discutiendo todo el rato, a casi odiarse y casi...
La novela me ha sorprendido como no lo ha logrado ninguna hasta la fecha. Este año he leído varias que me han gustado, mas ya sabía que las iba a disfrutar. Pero siempre que leo una novela policíaca no sé como saldrá. Y tengo que decir que es la mejor todas las que he leído hasta la fecha. ¿La razón? La dupla protagonista.
Tébar y Merino son una pareja explosiva, que hace que siempre pase algo, para bien o para mal, pero a la vez son tan auténticos, tan suyos y tan reales que son hasta tangibles. Es increíble el grado de veracidad que la autora le ha dado a estos dos protagonistas, creando dos polos opuestos que pueden llegar a complementarse pero no sin antes haber intentado encajar por la fuerza y a las malas.
Tébar es una persona brillante y gran inspectora, que sabe hacer su trabajo pero no lo vive, no está acostumbrada a equivocarse y muchísimo menos a reconocerlo, todos se equivocan menos ella. Tiene un pasado plagado de errores que difícilmente pueden arreglarse y tampoco ha puesto mucho empeño en ello. Por su pasado no soporta a los hombres y encontrarse con Merino se sacará de sus casillas.Por otra parte Merino es un joven con carrera y máster, con ganas de hacer las cosas bien, lleva rasta, ropa ancha y fumador de porros, con unos ideales fijos y una manera de actuar peculiar, capaz de la idea más revolucionaria y de la metedura de pata más épica. Ha sido criado por tres mujeres feministas e independentistas, por lo que está acostumbrado a tratar con gente como Tébar y no consentirá que se le suba a las barbas, aunque tenga menos rango.Os voy a mostrar un párrafo para ilustrar esto: «[...] ambos están de bastante mala leche por tener que cerrar el caso y piensan que, en el fondo, es culpa del otro.Tébar funciona perfectamente con ese pensamiento. Está acostumbra a aceptar que, por regla general, la culpa de las cosas desagradables que pasan en la vida, en su vida, al menos, es de los demás. Desde luego, suya, no. Cons, por el contrario, no es capaz de lidiar con la sensación de impotencia que esta misma idea le genera: le arde la sangre, le parece que tiene que haber algo que puedan hacer para que el caso no se quede así.»
«Eso será suficiente para que él se dé cuenta de que su conducta no ha sido la adecuada y su actitud se prepare para la charla que viene. Le dirá que entiende que, en un buen equipo, puede haber diferencias de criterio; es más, tiene que haberlas, es bueno para el avance de la investigación [...]. Ambos son conscientes de ello y lo asumen. pero eso no debe hacerle perder de vista la jerarquía.Y la jerarquía dice que ella está por encima de él.Y que, siendo esto así, él no puede, jamás, recurrir al insulto como forma de rebatir un argumento. Porque la ha insultado, [...].Por supuesto , la inspectora Tébar podría darse cuenta de que, en justicia, la primera que insultó fue ella y que él no hizo más que constestar con idéntico descalificativo y un argumento bastante más contundente.»
Todos los personajes principales, sobre todo los dos protagonistas, presentan un carácter definido en el inicio, pero como ya he dicho, son tan reales y humanos que fluyen, cambian, se equivocan y se vuelven a equivocar. No son ni buenos ni malos, son, simplemente, personas, además de que rompen los moldes. Y eso me encanta.El resto de personajes no son tan dinámicos, pero es lo normal por la trama de la novela, aunque pronto el lector puede empezar a atar cabos y a intentar saber qué pasa.
Las descripciones de los lugares son detalladas siempre y cuando tengan importancia para la acción, describiendo perfectamente parajes de Grazalema y Zahara de la Sierra.En cuanto a la forma de narrar, me ha encantado. Presenta un lenguaje directo, actual, con palabrotas y expresiones malsonantes, como hablarían personas reales. Y también está el detalle que cada personaje presenta un lenguaje distinto, es decir, que no todos tienen los mismos conocimientos.Gracias a la pareja protagonista, a los numerosos giros de trama y sorpresas varias, la novela es muy muy ágil y amena, siempre se quiere saber qué va a pasar, ya sea sobre el caso o sobre si ambos protagonistas se van a matar. Pero es también mérito de la forma de expresarse la autora, tan atractiva como intensa, con una capacidad para atrapar al lector que me ha impresionado, dando pequeñas porciones de información y de intriga para tener que terminar el capitulo y, como son cortitos, ir a por el siguiente.
La novela presenta un narrador omnisciente para ambos protagonistas, ya que en terminados capítulos se presentan el punto de vista de cada protagonista por separado o lo que hacen cada uno en el mismo lapso. Consta de cuatro partes con un total de 88 capítulos, por lo que sale una media de cinco páginas por capítulo, haciendo que siempre se diga «Voy a leer este, que es corto, a ver si se resuelve», y cuando miras el reloj son las 6:30 de la mañana, como fue mi caso (realmente me lo leí en tres tandas, 200 pág. en una noche, 120 por la tarde y el resto a la noche siguiente).
Solo hay una pequeña cosa que no me ha gustado del libro, y es ver como a medida que se acercaba el final todo iba demasiado rápido y parecía que se atarían todos los cabos. Pero cuando lo terminé me di cuenta que el libro queda perfectamente para una segunda parte, así que todo se «reparó». Por lo que solo puedo decir que me ha parecido un final perfecto que a mucha gente le quedará con ganas de más y de saber qué pasará entre los dos, para bien y para mal.
En conclusión, un thriller ágil, original, con dos personajes carismáticos como pocas veces he visto y una prosa que enamora. Recomendadísimo a todo el mundo. ¿A qué esperas para leerlo?