Chris ha escrito un libro de poesía que me ha hecho llover, pero bien. Me ha hecho llover a chaparrón tanto para bien como para mal. Y mira que es difícil que yo llore con un libro, pero lo ha conseguido. Son poemas que tratan temas relacionados con el amor, el desamor la pérdida, la nostalgia...
Hacía tiempo que no acababa un libro, me era prácticamente imposible, no por tiempo (que también) sino porque simplemente era incapaz. Llamémoslo bloqueo lector si eso. Así que me dio por leer poesía, para salir de ese "bloqueo", para poner mi cabeza en orden, más bien. Primero fue Otras maneras de usar la boca, y ahora el poemario de Chris Pueyo.
Dicen que la poesía hay que digerirla, leerla despacio, entenderla o al menos, intentarlo. Yo no puedo hacer eso. Porque como la lea lentamente me paso dos días pensando en posibles de interpretaciones de cada poema. Así que lo leo una vez y la interpreto con lo primero que viene a mi cabeza, con lo que las palabras me transmiten. El poemario de Pueyo me ha transmitido dolor, esperanza, amor, superación y mucha, mucha, nostalgia.
Ha sido una lectura amena y en mi caso, rápida, se me han pasado las páginas volando y cuando me he dado cuenta ya estaba leyendo los agradecimientos. No obstante, aunque haya ido rápido, lo he disfrutado un montón, se me ha puesto la piel de gallina, me han saltado a las lágrimas, he roto a llorar. Ha habido palabras que me han llegado tanto que daba miedo. (Si algún día vienes por Avilés y ves el libro lleno de postits azules no te asustes, Chris).
Si queréis sentir la poesía, tenéis que leer este libro.
¿Y vosotros bigotudos? ¿Lo habéis leido? ¿Os ha gustado? ¿Lo tenéis pendiente? Contadme.