Título: La estrella más brillante
Título original: The brightest star in the sky
Autora: Marian Keyes
Año de publicación: 2009
Editorial: Plaza & Janés
Nº de páginas: 583
No recuerdo cuánto hace que leí por primera vez a Marian Keyes, pero si sé que fue con “Claire se queda sola”, la historia con la que da comienzo a la serie de las hermanas Walsh. Y también recuerdo que aquella lectura me duró un suspiro y que me lo pasé muy bien a pesar del drama que vivía la protagonista. Pero es que así es como esta autora narra sus historias, poniéndole alegría hasta a las situaciones más complicadas. Por eso es una de mis autoras favoritas.
La cosa es que hacía mucho tiempo que no me metía en uno de sus libros. Los he leído casi todos, pero una buena fan debería ya de estar al día, por lo que sigo a la caza de los que me quedan pendientes. Y esta vez le ha tocado el turno a “La estrella más brillante”, un libro que cayó como parte de mi regalo de cumple de este año y que (¡qué poca vergüenza la mía!) he leído por fin en julio.
Si nunca has leído a Marian (¿en serio? ¿Y a qué estás esperando?), te cuento que tiene un estilo muy particular. Las protagonistas de sus libros suelen pasar por situaciones muy complicadas, tipo depresiones, lutos, infidelidades o adicciones, pero su forma de narrarlo suele ser muy divertida. Es un contraste del tipo del que hace al jamón con melón uno de los platos estrella del verano. Esa es la razón por la que sus libros me gustan tanto, porque no lo convierte todo en un gran drama, sino que le quita mucho hierro tirando de humor. Sin embargo, tengo que decir que esta historia de la que te hablo hoy me ha parecido más seria que todo lo leído anteriormente. Sigue siendo divertida por momentos, pero es una novela más seria que otras que ha publicado.
No puedo hablar mucho de la trama. Casi toda la acción va a transcurrir en el número 66 de la calle Star, el edificio en el que viven (casi) todos los personajes. Si no me confundo con el orden de los pisos, empezando por el bajo, tenemos a Matt y Maeve. Son un matrimonio joven que tienen cierta querencia por el sofá y los dulces, pero cuya historia iremos descubriendo poco a poco. Luego está Jemima, una señora mayor que vive con su perro (Rencor se llama el animalito) y que, en cierto punto, recibe la visita de su hijo Fionn. Más arriba viven Lydia y sus dos compañeros de piso polacos, con los que no tienen muy buena relación por culpa de su sistemático escaqueo con el tema de la limpieza y de su carácter un pelín bruto. Y luego está Katie, que trabaja como relaciones públicas en el mundo de la música y que tiene una relación con Conall, un adicto al trabajo. Así están las cosas en este edificio que va a recibir a un visitante muy especial, del que no sabremos quién o qué es hasta muy al final (o quizá un poco antes).
Un punto a favor de este libro (y de todos los de la autora) es que se lee muy rápido a pesar de que no es cortito (suele escribirlos de no menos de 550 páginas). Y es que tiene una narración muy ágil y unos toques de humor que hacen que seguir leyendo sea sencillo. Además, aquí tenemos a varios personajes protagonistas, por lo que iremos saltando de uno a otro, sin tiempo para aburrirnos.
En cuanto al final, creo que es el más lógico. Me ha gustado la forma en que la autora ha cerrado la trama de cada personaje y la perspectiva de futuro que queda para cada uno. Además, en mi edición, el libro acaba con unas páginas “escritas” por la señora Walsh, en las que habla de cada una de sus hijas y “hace promoción” de sus libros. Así que puedo decir que el cierre ha sido doblemente redondo.
En resumen…
– Lo mejor -> El reencuentro con Marian Keyes y sus historias.
– Lo peor -> El humor de la autora está menos presente que en otros libros.
– ¿Lo recomiendo? -> Sí, aunque un poco menos que la serie de las hermanas Walsh.