Lo tuve que leer en inglés pero os he dejado la edición publicada en español con sus respectivos datos por si os entra la curiosidad. Como acabo de decir, es un ensayo sobre la colonización de Antigua y Barbuda, no sobre la colonización en sí, sino sobre cómo la gente de allí ve a aquellos turistas que van a beber de sus botellas de agua cuando en el país apenas tienen agua potable. Se trata de un texto que constantemente hace reproches a aquellos turistas que se dejan llevar por los anuncios de destinos turísticos a la vez que explica el choque entre las dos perspectivas: la de quien vive allí durante todo el año y sufre las consecuencias de la colonización y la de quien puede permitirse el lujo de escoger Antigua y Barbuda como destino de sus maravillosas vacaciones.
La verdad es que se me hizo bastante ameno, son unas noventa páginas y además cuenta con alguna ilustración. En general es un libro bastante sencillo y fácil de leer. La pega que yo le veo es que la autora es muy repetitiva con el tema del turismo, aunque también entiendo que precisamente la crítica principal del ensayo está ahí, por lo que debe ser repetitiva con ese tema.
Al leer Un pequeño lugar me he sentido como si me estuvieran echando una reprimenda por cosas malas que he hecho y, sinceramente, entiendo que ese ha sido precisamente el mensaje de la autora, mostrar al lector las cosas malas que han hecho los colonos en Antigua y Barbuda y la doble moral que se esconde tras los anuncios de destinos paradisíacos.
Os recomiendo esta lectura si queréis reflexionar y si os apetece leer algo diferente y ver el mundo desde una perspectiva totalmente distinta a la que estamos acostumbrados en Occidente. Es super cortito y se hace muy ameno.
¡Contadme por comentarios si os atrevéis! ¡Nos leemos!