Reseña #40: harry potter y el cáliz de fuego

Publicado el 20 febrero 2015 por Alaluzdelasvelas
RESEÑA #40: HARRY POTTER Y EL CÁLIZ DE FUEGO
¡Hola a tod@s! J

 ¡Ya tenía ganas de traeros esta reseña después de tanto tiempo! Antes de nada quería comentaros que me emocioné con cada una de vuestras felicitaciones ^.^ La entrada con los libros que conseguí por mi cumpleaños la traeré con el IMM de febrero. ¡Sí, voy a volver a abrir esa sección! Ya va siendo hora de retomar un ritmo más dinámico. Por supuesto, seguido de los IMM irán los Wrap Up.  Y después de esta pequeña expliación… ¿Vamos con la reseña?

Ficha técnica


Título: (Harry Potter 4) Harry Potter y el cáliz de fuegoAutora: J.K. RowlingEditorial: SalamandraNúmero de páginas: 640ISBN: 9788478886456Precio: 23,00€SinopsisTras otro abominable verano con los Dursley, Harry se dispone a iniciar el cuarto curso en Hogwarts, la famosa escuela de magia y hechicería. A sus catorce años, a Harry le gustaría ser un joven mago como los demás y dedicarse a aprender nuevos sortilegios, encontrarse con sus amigos Ron y Hermione y asistir con ellos a los Mundiales de quidditch. Sin embargo, al llegar al colegio le espera una gran sorpresa que lo obligará a enfrentarse a los desafíos más temibles de toda su vida. Si logra superarlos, habrá demostrado que ya no es un niño y que está preparado para vivir las nuevas y emocionantes experiencias que el futuro le depara.Reseñas de libros anterioresHarryPotter 1 Harry Potter y la piedra filosofalHarryPotter 2 Harry Potter y la cámara secretaHarryPotter 3 Harry Potter y el prisionero de AzkabanMi opinión El verano se presenta tan agónico como siempre, aunque esta vez Harry tiene una muy buena baza: sus tíossaben que el padrino del joven mago es un presidiario del mundo mágico y, como no quieren arriesgarse a molestarlo, dan carta blanca por una vez a Harry, permitiéndole ir a ver los mundiales de quidditch con la familia Weasley.  Para Harry es un sueño: ¡observar verdaderos jugadores de su deporte favorito en compañía de sus dos mejores amigos! ¿Qué más podría pedir?  La vida de Harry Potter se caracteriza por estar llena de baches y pruebas a las que hacer frente y, como no podría ser de otro modo, la presencia de Voldemort se palpa en el ambiente cuando, tras los mundiales, aparece la marca tenebrosa en el cielo. ¿Quién la habrá invocado? ¿Por qué montones de Mortífagos están haciendo esa reverencia a su exiliado y desaparecido señor? Y, lo que es más importante, ¿en qué medida se ve afectado Harry antes y después de llegar a Hogwarts?
 J.K. Rowling nos sumerge, de nuevo, en las intrépidas aventuras de nuestros queridos tres magos que, poquito a poco, van creciendo y madurando, perfilando sus personalidades. Su pluma, tan fresca, dulce y delicada como siempre, nos atrapará con ésta nueva aventura en la que los tintes oscurosy las verdades directas nos harán comprender que, después de tres años entre los muros de Hogwarts, algo está cambiando.  La marca tenebrosa despierta una agitación creciente en el Ministerio de magia, pero en Hogwarts se verá eclipsada por el retorno deuna competición perdida años atrás por las dificultades y peligrosos que conlleva: el torneo de los tres magos. Invitados de la esculera Beauxbatons y Durmstrang se enfrentarán a alumnos de Hogwarts por alzarse campeón junto con la codiciada copa. Para prevenir los peligros, Dumbledore decide establecer un mínimo de edad para participar: los diecisiete años.  El día en que se revelan los campeones de cada escuela de magia y hechicería, no sólo aparece el nombre de Cedric como campeón de Hogwarts, sino también el de Harry Potter. ¿Quién ha puesto su nombre en el cáliz? ¿Por qué todos creen que ha infringido las normas? ¿Hay alguien interesado en quitárselo de en medio?  Convertido en campeón, Harry perderá el apoyo de Ron, demasiado celoso de la creciente condición de su amigo; y, con ayuda de Hermione y en gran parte del nuevo profesor de defensa contra artes oscuras, Moody, deberá afrontar todos los peligros de las tres pruebas. Bienvenidos a la Zona Spoiler Los sentimientos son cada vez más palpables: los celos de Ron, tanto hacia Harry como hacia Krum por acercarse a Hermione; las inseguridades de Harry en sí mismo y su orgullo embriagador, ver como Hermione empieza a definirse a sí misma no sólo intelectualmente, sino moralmente luchando por lo que creeMe ha maravillado hasta tal punto que no puedo más que quitarme el sombrero ante la destreza de J.K. Rowling para mostrarnos la evolución real y palpable de esos niños que empezaron con once años una bonita amistad y con catorce la mantienen y refuerzan, apoyándose los unos a los otros.  Tras ser nombrado campeón, Harry decide contárselo a Sirius, que no tarda en responderle, diciendo que va a volver. Tras una primera prueba arrolladora, Ron decide que sus celos pueden quedar en un segundo plano: su amigo necesita ayuda y él está más que dispuesto a dársela.  La situación se ve desmejorada por los desagradables escritos de Rita Skeeter, una periodista cuyo mayor talento es transformar la realidad a su gusto, sin importarle lo más mínimo mentir o dejar claro que no es más que una mujer amargada; así como por el extraño comportamiento de Crouch y el curioso incidente del robo en el despacho de Snape.  Una vez más, nuestros tres jóvenes magos tendrán que hacer acopio de todo su valor para afrontar la situación: largas horas en la biblioteca, interminables discusiones y puestas en común, seguidas de miles de encantamientos y maldiciones serán la receta ganadora para que Harry logre llegar en primer lugar – junto con Cedric – al final de la vertiginosa competición.  Pero no es oro todo lo que reluce. Los pocos obstáculos, las ayudadas recibidas… ¿Por qué no había pensado antes que era demasiado simple? ¿Por qué Cedric tuvo que ser lo suficientemente honesto como para ayudarle? ¿Y por qué tuvo que llegar el momento que esperábamos, al menos en mi caso, con ansia y angustia?  Por supuesto, no quiero destriparos el final de libro, pero me gustaría dejar claras dos cosas: la primera de ellas es que no puedo creer que un ser tan depravado y monstruoso tenga una curiosa unión con Harry, ese niño dulce y valiente; y la segunda es que Fudge debería replantearse seriamente su puesto de trabajo ya que, después de una discusión de ese calibre, no demostró ser más que un cobarde. Con todo, Harry Potter y el cáliz de fuego es la cuarta pieza de una saga de infarto. Por fin todas las piezas comienzan a encajar, tanto por los pasados como por el futuro que se avecina. La pluma de J.K. Rowling no pierde comba, situándonos una vez más al borde del abismo. Nota: 4.75/5 Citas (…)-Tienen una estufa eléctrica – explicó Harry. -¿De verdad? – preguntó emocionado el señor Weasley –. ¿Has dicho ecléctica? ¿Con enchufe? ¡Santo Dios! ¡Eso tengo que verlo…! (…)

(…)-¿En qué estás trabajando? – quiso saber Harry.-En un informe para el Departamento de Cooperación Mágica Internacional – respondió Percy con aires de suficiencia –. Estamos intentando estandarizar el grosor de los calderos. Algunos de los calderos importados son algo delgados, y el goteo se ha incrementado en una proporción cercana al tres por ciento anual…-Eso cambiará el mundo – intervino Ron –. Ese informe será un bombazo. Ya me imagino en la primera página de El Profeta: <<Calderos con agujeros>>. (…)
(…)-Me compré esto en una tienda muggle – replicó el mago anciano con testarudez –. Los muggle lo llevan.-Lo llevan las mujeras muggle, Archie, no los hombres. Los hombres llevan esto – dijo mago del Ministerio, agitando los pantalones de rayas.-No me los pienso poner – declaró indignado el viejo Archie –. Me gusta que me dé el aire en mis partes privadas, lo siento. A Hermione le dio tal ataque de risa en aquel momento que tuvo que salirse de la cola, y no volvió hasta que Archie se fue con el agua.(…)
(…)-Pero creo que Durmstrang tiene que estar en algún país del norte – dijo Hermione reflexionando –. En algún lugar muy frío, porque llevan capas de piel como parte del uniforme.-¡Ah, piensa en las posibilidades que eso tiene! – dijo Ron en tono soñador –. Habría sido tan fácil tirar a Malfoy a un glaciar y que pareciera un accidente… Es una pena que su madre no quisiera que fuera allí. (…)
(…)-Ahora comprendo por qué estamos intentando criarlos – dijo Malfoy sarcásticamente –. ¿Quién no querría tener una mascota capaz de quemarlo, aguijonearlo y chuparle la sangre al mismo tiempo? (…)
(…)-Eh… ¿se trata de la nueva estrategia de campaña por los derechos de los elfos? – le preguntó Ron –. ¿Intentas vomitar? (…)
(…)-Aaaaaah – dijo Ron, imitando el tenue tono de la profesora Trelawney –, cuando aparecen en el cielo dos Neptunos es un indicio infalible de que va a nacer un enano con gafas, Harry…(…)
(…)-¿Y te has fijado en tu madre, Malfoy? – preguntó Harry. Tanto él como Hermione sujetaban a Ron por la túnica para impedir que se lanzara contra Malfoy –. Esa expresión que tiene, como si estuviera oliendo mierda, ¿la tiene siempre, o sólo cuándo estás tú cerca?(…)
(…)-El próximo lunes – dijo mientras escribía – es probable que me acatarre debido a la negativa influencia de la conjunción de Marte y Júpiter – Levantó la vista hacia Harry –. Ya la conoces: pon unas cuantas desgracias y le gustará.(…)
(…) De los muros colgaban unos enormes estandartes de seda que representaban las diferentes casas de Hogwarts: rojos con un león dorado los de Gryffindor, azules con un águila de color bronce los de Ravenclaw, amarillos con un tejón negro los de Hufflepuff, y verdes con una serpiente plateada los de Slytherin.(…)
(…)-El <<Amago de Wronski>> – dijo Harry con los dientes apretados. Muy lejos de disfrutar corrigiéndole a Hermione aquel término de quidditch, sintió una punzada de tristeza al imaginarse la expresión que Ron habría puesto si hubiera oído lo del amargo de Rosi.(…)
(…)-¿Qué? – Chilló Ron furioso –. ¿Un cuatro? ¡Cerdo partidista y piojoso, a Krum le diste un diez!(…)
(…)-No seas tonto, Neville, eso es ilegal – observó George –. Nunca utilizaría la maldición cruciatuscontra los campeones. Yo creo que se parecía más bien a Percy cantando… A lo mejor tienes que atacarlo cuando esté en la ducha, Harry.(…)
(…)-Lo peor que podría pasar es que Hagrid tuviera que deshacerse de los escregutos. Perdón, ¿he dicho lo peor? Quería decir lo mejor.
(…)