Maus es la biografía de Vladek Spiegelman, un judío polaco superviviente de los campos de exterminio nazis, contada a través de su hijo Art, un dibujante de cómics que quiere dejar memoria de la aterradora persecución que sufrieron millones de personas en la Europa sometida por Hitler y de las consecuencias de este sufrimiento en la vida cotidiana de las generaciones posteriores. Apartándose de las formas de literatura creadas hasta la publicación de Maus, Art Spiegelman se aproxima al tema del Holocausto de un modo absolutamente renovador, y para ello relata la experiencia de su propia familia en forma de memoria gráfica, utilizando todos los recursos estilísticos y narrativos tradicionales de este género y, a la vez, inventando otros nuevos. La radicalidad narrativa de esta obra marcó un antes y un después en el universo de la novela gráfica, y por ello Maus obtuvo el primer y único premio Pulitzer otorgado a un cómic. Se publicó inicialmente en dos partes: 'Mi padre sangra historia (My Father Bleeds History, 1986) e 'Y allí empezaron mis problemas (And Here My Troubles Began, 1991)', integrándose finalmente en un único volumen.
Esta es la primera reseña de una novela gráfica que os traigo. Normalmente yo suelo leer cómics de superhéroes o historias de terror, pero una amiga muy insistente me recomendó Maus hace tiempo. He de decir que la no ficción no es lo mío, y nunca me encontraréis leyendo una novela histórica, así que no sabía que esperar cuando empecé esta historia. Sin más dilación, aquí tenéis la reseña.
Art Spiegelman cuenta las experiencias de su padre, Vladek, superviviente de los campos de concentración nazis. Las diversas historias que forman la narrativa general están integradas en forma de entrevistas entre padre e hijo que no van directas a las experiencias de Vladek, sino que también exploran su vida actual y su relación con su hijo. Este fue un recurso que me gustó mucho, ya que los cambios repentinos de escena y trama que están reflejados tanto en la narrativa como en el arte de la novela consiguen tanto la fluidez propia de un cómic como el acercamiento a la historia que está presente en cualquier memoria gráfica. La decisión de representar a los personajes con distintos animales puede parecer en principio que nos aleja de la realidad, pero para mí es un aprovechamiento increíble de los recursos que permite una novela gráfica y no estarían presentes en una narrativa tradicional del género. Esto sirve para mezclar ficción y realidad de una manera que me dejó impresionada y que en mi opinión sirve para que esta historia llegue a audiencias que quizás en un principio no estén interesadas en el género o no encuentren una manera que les guste de abordarlo. Por otra parte, el hecho de que la representación con animales generalice de alguna manera una historia real y personal me pareció muy interesante.
No os voy a mentir, a pesar de que esta novela gráfica me haya encantado, no voy a empezar a leer no ficción ni novela histórica. O al menos no en sus narrativas clásicas. Precisamente lo que me ha gustado de esta narrativa ha sido lo diferente que es y los recursos que ha aprovechado de ambos medios, y creo que, así como ha sido fantástica para alguien a quien le gustan los cómics y sus recursos narrativos, pero no suele interesarse por libros clásicos de no ficción, seria también muy interesante para aquellos interesados en la novela histórica o la no ficción a quienes no les suelan gustar los cómics.