Reseña

Publicado el 25 octubre 2018 por Mary Martín @MaryMartinOfici


Opinión Personal:

Hacía mucho tiempo que quería leer por fin este libro de Manuel Enríquez. Me llamó la atención desde el primer momento y había intentado leerlo un par de veces desde que me lo regaló el autor. Pero no terminaba de engancharme, no lograba atraparme desde el principio y es que aún no era el momento adecuado. Ahora sí lo ha sido y no me arrepiento de haberle dado varias oportunidades porque ha merecido totalmente la pena.
Lo que tiene de interesante esta historia no es otra cosa que el romper con el desconocimiento que mucha gente tiene sobre los invidentes. A lo largo de toda la historia vamos a saber cómo adiestran a los perros, cómo aprenden los invidentes a manejarse en su nueva vida, cómo consiguen perro guía quien lo necesite y lo que tienen que hacer hasta poder tenerlos en casa con ellos. Son muchas cosas que yo desconocía y que he aprendido gracias a este libro.
No hay que olvidar que los protagonistas son jóvenes, él tiene veintiún años y ella dieciocho. Algunos diálogos me han chirriado un poco porque o bien eran muy empalagosos y otros demasiado de adolescentes. En algunos casos no se encuentra el punto medio, son jóvenes pero lo autores han querido ponerse en su pellejo y no les ha salido del todo bien.
La historia igualmente se mezcla con esto en un tándem perfecto. Conoceremos a Blanca y a David, cada capítulo lo narra uno alternativamente e iremos conociendo su día a día, sus pensamientos, sus miedos y cómo van pasando cada día. Blanca educando al perro y David aprendiendo a vivir con su ceguera.
Conoceremos a muchísimos personajes que van yendo y viniendo a lo largo de la historia aunque no me he identificado con ninguno y todos me han sido bastante indiferentes, creo que a estos podrían haberle dado algo más de juego y así meterle un poco de carga en la historia y que tuviese sentido. Pero son precisamente los familiares y amigos los primeros que irán poniendo trabas a lo que surge entre ambos: los dos son jóvenes, él es ciego, lo dos tienen una vida por delante... pero no en común.