Reseña #59: mágicamente, tú

Publicado el 07 enero 2016 por Alaluzdelasvelas
RESEÑA #59: MÁGICAMENTE, TÚ
¡Hola a tod@s! :) ¿Qué tal todo? Espero que un poquito mejor que a mí ahora mismo. Que no os penséis que me va mal, ¡no! El problema es que ya me veo con el agua al cuello. Mañana tengo mi primer examen. ¡Deseadme suerte! Así que, si veis que no me paso con demasiada regularidad, echadle la culpa a eso. Ahora vamos con algo menos deprimente. Hace unos días estuve haciendo una lectura conjunta con dos chicas súper adorables, Diana, administradora del blog Silent Storm; y Mary, administradora del blog Nubes de algodón de azúcar. Sí, las mismas chicas con las que abrí una página de Facebook. Sí, sí, esa a la que no le dedicamos tiempo porque no tenemos más horas. Pero bueno, todo se andará, no os preocupéis. Diana nos propuso leer el libro de una autora que hace poquito se ha iniciado en el mundillo de los escritores y escritoras. Como no puede ser de otro modo, Mary y yo dijimos que nos apuntábamos de cabeza. ¡Y eso hicimos! Para que veáis que soy una persona sincera, os diré que la última en leer el libro fui yo. ¡Y por poco no entra en el recuento de 2015! Lo leí el mismo día 31 de diciembre. ¡Ole yo, sí, lo sé, lo sé! Soy un desastre. Os dejo aquí el enlace a la reseña de Diana y aquí el enlace a la reseña de Mary. Y, ahora… ¿Vamos con mi opinión? ¿Sí? ¿Nada que añadir? Muy bien… ¡Dentro reseña!
Ficha técnicaTítulo:Mágicamente, túAutora:Marie DelacroixEditorial: Plataforma editorialNúmero de páginas: 60ISBN: 9781519657619Precio del libro en formato físico: 4,64Precio del libro en formato eBook: 0,99SinopsisAvery Mckenzie lleva mucho tiempo lejos de casa. Se aproximan las navidades y ella siente la necesidad de reencontrarse con su familia y su antiguo hogar. Es el momento de enfrentar sus miedos y dejarse llevar.
La magia de la navidad le regalará momentos preciosos, reencuentros y una nueva oportunidad para encontrase a sí misma y ser feliz.

Mi opinión
Siendo una historia tan corta, no sé muy bien hasta qué punto contaros. Quiero decir, ¡son sólo 60 páginas! A partir de la página 20, muy probablemente, serán todo spoilers. Dejando esto de lado, vamos a meternos en situación. Avery es una diseñadora de interiores de éxito en EEUU, una mujer que no tiene tiempo para las relaciones sentimentales serias. Sin embargo, por muy a gusto que se encuentre con sus logros, la llegada de la Navidad le hace sentir esa morriña, ese recuerdo, ese anhelo por el hogar. Si a esto le sumamos el hecho de que lleva muchos días soñando que su padre es atropellado… ¡No puede esperar ni un minuto más! Así que, tras pedir unos días de vacaciones, coge un avión directo a Vancouver, su ciudad. Una vez en Canadá, nuestra protagonista se encuentra con un chico al que ya conocía: Liam. Su novio de la infancia, del instituto… El chico con el que rompió de forma definitiva una vez decidió irse a EEUU. Ambos irána la antigua casa de Avery, esa casa que todas las Navidades estaba iluminada, decorada de la forma más navideña posibley será entonces cuando nuestra protagonista se dé cuenta de que algo no va bien. ¿Dónde están las luces? ¿Por qué va Liam cada día a ver a su padre? Y, lo que es más importante, ¿cómo puede haber tardado tanto en darse cuenta de todo? Debo decir que lo mejor del libro es, sin duda, la exquisita prosa de la autora. Marie Delacroix nos regala una historia contada de un método impecable: pocas descripciones. Escueta, directa. Pero con un trasfondo de emoción, de cariño por cada palabra… Sin duda: realmente bonito. Y ahora, bienvenid@s a la Zona Spoiler
Es precisamente el hecho de que sea tan corta la novela lo que ha hecho que no pueda disfrutarla todo lo que me hubiera gustado. En sesenta páginas no veo creíble, por mucho ambiente navideño que haya, que una pareja que se rompió por el porvenir de ambos se reconcilie sin una sola pelea. Yo debo de ser una persona muy pasional, no digo que no, pero si a mí me pasara eso con un chico, le daría una buena cura de humildad. ¡10 años lejos! ¡Por favor, al menos un par de broncas! Cuando Avery se entera de que su padre sufre demencia senil quiere morirse. Entiende el por qué de todas aquellas llamadas de números infinitos, todas ellas de Canadá. Entiende sus sueños premonitorios pero, sobre todo, entiende lo mal que lo ha hecho durante todos esos años. Y ya está. Lo entiende, se le perdona y todos felices. Creedme, sé que parece una reseña destructiva, pero no. No digo que el libro no me haya gustado. Me ha gustado. Es sólo que veo ciertos puntos que cojean, aunque puedo achacarlos a algo que quiero comentar más adelante. Liam es, sin duda, el chico más dulce, más pasivo, compasivo… del que he leído en toda mi vida como buena amante de la literatura. No se enfada. Ni una sola vez. No siente rencor hacia Avery por haberlo abandonado, no siente ganas siquiera de alejarse de ella. La ve y prácticamente se lanzan unaen brazos delotro. Y es esto lo que más me ha molestado. La historia tenía un potencial bestial: padre con demencia senil, antiguo pastor. Un amor desestructurado años atrás. ¡Podía haber sido mucho más, jolines! En mi opinión, la segunda mitad del libro carece de sentido. Vamos a ver, puedo llegar a entender que la chica se haya dado cuenta de sus errores. Puedo llegar a entenderlo. Lo que no concibo es que se case y tenga una hija en tan poco tiempo. De verdad: ¿es que Liam no está ni un poquito enfadado, maldita sea?
Volviendo a lo que he comentado más arriba, creo que esta historia no está pensada para ser larga y, oye, me quito el sombrero por ello. Escribir una novela corta es mucho más difícil, a mi modo de ver, que escribir 600 páginas. Porque en 600 páginas puedo enamorarme perdidamente de todos y cada uno de los personajes, sean buenos, malos, geniales o nefastos. En 60 páginas, no. La magia navideña, promete la sinopsis. Y ciertamente la magia está presente entre las páginas de la novela: la magia de los momentos de lucidez del padre de Avery, la magia del perdón, del amor, de los recuerdos… La magia de las palabras. La magia de la Navidad. El epílogo me ha chocado sobremanera. No me esperaba que la autora saliera por ahí. De hecho, comentando con Mary y Diana, las tres llegamos a la conclusión de que el epílogo hubiera funcionado mejor como prólogo, y, la segunda mitad, del libro como epílogo. Pero son sólo apreciaciones subjetivas. Con todo, Mágicamente, tú, es un relato cortito y cargado de magia. Aunque los personajes no se desarrollan todo lo que podría, la historia cuenta con una prosa simplemente deliciosa. Una prosa de la que, sin duda, esperaré novedades.
Nota: 3/5


Citas(…) Es increíble cómo el ser humano es consciente de lo efímero de su existencia, de que el mañana no es más que un sueño del presente.(…)
(…) Los recuerdos son efímeros, Avery, pero las palabras no. Estas que hoy te escribo perdurarán para siempre, y quiero que, cada vez que leas estas letras, sientes que pese a no estar en casa por estas fechas, yo sentía como si lo estuvieras, nunca me abandonaste por Navidad.

(…)