Reseña #63: un monstruo viene a verme

Publicado el 27 febrero 2016 por Alaluzdelasvelas
RESEÑA #63: UN MONSTRUO VIENE A VERME
¡Hola a tod@s! Bueno, bueno, bueno. ¡Por fin sábado! ¡Y vaya día hace! No sé cómo estará el tiempo por vuestra ciudad o pueblo, pero aquí hace un frío que pela. ¡Llega el invierno después de un montón de meses de práctica primavera! Pero yo no estoy aquí para mantener con todas vosotras y todos vosotros una conversación de ascensor, no. Y es que tenía muchísimas ganas de compartir esta reseña con vosotros. Quiero hacer dos anuncios antes de pasar con la reseña. El primero es que voy a recuperar la sección de “Eternos pendientes”, siendo el elegido para lo que queda de febrero y marzo Fangirl, de Rainbow Rowell. Como sabéis, a todo autor y a toda autora le doy dos oportunidades para decidir si me gusta o no. La segunda noticia es que los días de publicación de reseña es posible que pasen a ser dos, si consigo que mi pequeño plan para el blog salga adelante. En cualquier caso, prontito lo sabremos. Y, ahora sí… ¡Dentro reseña!
Ficha técnicaTítulo:Un monstruo viene a vermeAutor:Patrick Ness Editorial: Nube de tintaNúmero de páginas: 205ISBN: 9788415594192Precio: 14,95Sinopsis El monstruo apareció justo después de la medianoche. Pero no era el que Conor había estado esperando, el de la pesadilla que ha estado soñando todas las noches desde que su madre comenzó con el tratamiento. El de la oscuridad y el viento y el grito… Ese monstruo del jardín es diferente. Antiguo, salvaje. Y quiere de Conor algo terrible y peligroso. Quiere la verdad.Mi opiniónConor tiene la misma pesadilla cada noche. Ese terrible sueño en el que alguien se le escapa, alguien a quien no puede seguir sujetando, alguien que resbala y cae al vacío. Por culpa del monstruo. Ese seer terrorífico que se ha adueñado de sus sueños.
Su día a día no es lo que se dice una maravilla: Harry y sus amigos matones se meten con él a diario – desde que comenzó a tener la pesadilla –, no tiene amigos y su madre sufre cáncer, enfermedad que la deja fuera de juego durante largos períodos de tiempo, enfermedad que, muy a pesar de nuestro querido protagonista, ese pequeño de trece años, está empeorando.Madre e hijo viven en una pequeña casa. Desde la ventana de la cocina pueden ver un cementerio, con una pequeña iglesia y un tejo– un árbol que lleva ahí montones de años –. Cuando, una noche, la pesadilla empieza a cernirse sobre Conor, escucha como alguien empieza a llamarlo. Asustado, nuestro protagonista se levanta de la cama y se acerca a la ventana. Ahí, frente a él, está el tejo: pero no es sólo un árbol. Es un monstruo. Un monstruo terrorífico, pero… ¿no es mucho peor el monstruo de su pesadilla? Patrick Ness ha cosechado muy buena crítica con esta novela, ¡y no me extraña! Debo confesar que no sabía muy bien a qué tipo de novela me iba a enfrentar, porque, pese a las excelentes reseñas que había leído, había evitado a toda costa los spoilers. Lo primero que quiero destacar es que me ha gustado mucho la humildad del autor al contar, en una nota inicial, que la idea no es suya, sino de Sioban Dowd. Han formado un equipo fantástico. La prosa de Ness es muy evocadora, emotiva y, en ocasiones, algo dura. Con esto último quiero decir que hay escenas a lo largo de la novela que destilan dolor – la maldad de los niños, la maldad del monstruo –. Simplemente exquisita. Cuando Conor habla con el monstruo, éste le dice que le comerá vivo. Nuestro protagonista, sin embargo, no se amedranta. Cree que es un sueño, pero… ¿por qué, cuando se despierta, hay hojas de tejo en su habitación?
Y, ahora, bienvenidos a la Zona Spoiler
Me cuesta horrores hablar del libro sin contarlo todo, no sólo porque sea una novela más bien corta, sino porque me muero de ganas por compartir montones de sensaciones que, estoy segura, más de una y uno de vosotras y vosotros compartiríais conmigo. Muy a mi pesar, no me gusta que me destripen las novelas, así que me contendré. Tras la amenaza del monstruo y el posterior despertar de Conor, todo vuelve a la normalidad. Harry y sus matones le pegan, su madre sigue empeorando… pero hay un punto de inflexión. Algo ha cambiado y Conor lo sabe. ¿Qué hace su abuela en casa? ¿Por qué su madre sigue estando tan débil, por qué no mejora? ¿Y por qué esa indeseable de Lily, la chica que se encargó de decirle a todo el mundo cuál era la situación de su madre, no se preocupa sólo de sus asuntos? Conor empieza a soñar de forma más seguida con el monstruo, ese tejo gigante que le dice que va a contarle tres historias, pero que será él quien deberá contar su verdad, la cuarta historia. Su pesadilla, su mayor temor.
Ness tiene talento, eso no pienso discutirlo. Un tejo de sonrisa maligna, un monstruo de mil nombres que echa a andar porque, dice, Conor lo ha llamado. Una vez más, quiero resaltar lo bien que está escrito el libro. No miento cuándo digo que nada es lo que parece y es que, como muy nos dice el monstruo, toda historia tiene dos perspectivas y nunca nada es lo que parece. ¿Quién es bueno, quién es malo? ¿Quién posee la verdad absoluta? Conor empieza a ser consciente de lo complicada que es la situación cuando su madre es ingresada en el hospital y su padre viaja desde Estados Unidos para pasar con él unos días. Para más colmo, nuestro pequeño debe instalarse en casa de su abuela mientras a su madre se la somete a montones de terapias diferentes.
El monstruo cuenta una historia, después otra y, por último, la tercera. Debo decir que me gustó la inclusión del monstruo en la realidad, como si fuera el yo oculto de Conor, esa fuerza que luchaba por sacar fuera, para que todos lo vieran. Porque sí, él esta sufriendo, él sabe qué puede pasar. Pero existe. No hay que tratarlo con delicadeza. Quiere el mismo trato que el resto. Y va a exigirlo.
Llegados a este punto, quiero hacer mención especial a un personaje que me ha gustado mucho. Sé que querréis tirarme piedras cuando lo diga, pero Harryfue, para mí, un punto clave en el despertar de Conor. Ese chico de sonrisa congelada, de mirada altiva y mano suelta sabe más de lo que parece. Entiende lo que le pasa a Conor y es por ello que se me quedéla mandíbula desencajada cuando dijo: -Adiós, O'Malley – dijo Harry mirándolo a los ojos –. Ya no te veo.
Olé, olé, olé. El empujón necesario para que Conor por fin pierda el control, para que reclame lo que es suyo. Increíble. El final me dolió. Hablo en serio. Me dolió porque sabía que iba a pasar, igual que lo sabía Conor, igual que lo sabía el monstruo. Dos personajes entrañables que juntos por fin se enfrentan a la verdad de nuestro pequeño protagonista, un niño que no es egoísta, un niño que, pese a lo que piensen los demás, lucha con garras y dientes, porque sabe que sucederá, pero no sabe realmente que es lo que espera.

Sólo me queda decir que esta es una de las mejores novelas que he leído en mucho tiempo. Conseguir, con sólo 205 páginas, destrozarme el corazón, sin duda, es digno de mencionar.
Con todo, Un monstruo viene a verme, es una historia desgarradora, con un protagonista entrañable y un monstruo que tiene mucho que decir. Patick Ness nos regala una historia cargada de dolor y verdades. Pero, sobre todo, historias. Historias salvajes.
Nota: 5/5

Citas
(…)-Pero, ¿qué es un sueño, Conor O'Malley? – El monstruo bajó la cabeza hasta la cara de Conor –. ¿Quién dice que no es todo lo demáslo que es un sueño?(…)
(…)Conor sonrió. Pero aquello no fue un simple regreso a casa. Fue un viaje sorpresa al cine, en un día de colegio, para ver una película que Conor ya había visto cuatro veces pero que sabía que su madre no soportaba. Y sin embargo, allí estaban los dos, viéndola otra vez hasta el final, riéndose todavía ellos solos, comiendo palomitas y bebiendo Coca-Cola.(…)
(…)-Las historias son lo más salvaje de todo – tronó la voz del monstruo –. Las historias persiguen y muerden y cazan.(…)
(…)-Las historias son importantes – dijo el monstruo –. Pueden ser más importantes que cualquier otra cosa. Si portan la verdad.(…)
(…)-Enfádate todo lo que tengas que enfadarte – dijo ella –. Que nadie te lo impida. Ni tu abuela, ni tu padre, nadie. Y si tienes que romper cosas, por Dios, hazlas añicos.(…)
(…)-Tu vida no la escribes con palabras – dijo el monstruo –. La escribes con acciones. Lo que piensas no es importante. Lo único importante es lo que haces.
(...)