A vosotros no os puedo mentir. Ni ganador de premios ni nada. Yo me compré este libro pos la portada que tiene en inglés. La vi ahí, mirándome, en la estantería, pidiéndome que me la llevara a casa. Y claro yo caí. Una vez me puse a leerlo pensé que aquello podría salir de dos maneras muy distintas. O me parecía la mayor pesadez del universo, o me enamoraba de él. Ahora os explico por qué creo que este libro se convertirá en un clásico moderno y es uno de mis favoritos de este año.
Primero, quiero destacar la manera de escribir de Maggie O'Farrell. Tiene un estilo brillante. De los paralelismos que hace entre gestos de los distintos miembros de la familia a aquellos entre pasado y presente pasando por las descripciones. Este libro es una fiesta para los sentidos. Parece que estás ahí mismo, en cada habitación, oliendo el ambiente y escuchando sus sonidos. Para nada son descripciones largas o aburridas, pero cada palabra está escogida perfectamente.
Luego, la decisión de evitar siempre el nombre de William Shakespeare y referirse a él solo mediante su relación con los otros personajes. Siempre es "el marido", "el padre", "el profesor",etc. Este detalle afianza el protagonismo de Agnes y el resto, los cuales siempre han sido tratados en textos históricos como familiares de Shakespeare y no como personajes propios. Aquí queda claro desde el principio que es distinto, porque esta es su historia, la de los personajes olvidados.
Por supuesto, está Agnes. Una mujer enigmática y de espíritu libre que te atrapa desde el principio con su historia, contada en dos líneas temporales. Por una parte el pasado, donde conoció a su marido y empezó su vida con él. Y por otra el presente, donde sus hijos se contagian de la peste y ella debe afrontar la pérdida final. La intercalación de capítulos muestra los paralelismos entre personajes y la importancia del destino en la novela. Es una forma narrativa que me ha gustado muchísimo.
Por último, y para que esto no se haga eterno, os dejo aquí mi lista de otros temas y escenas destacables:
- El constante uso del número tres y los grupos de tres. En las descripciones y en las narraciones.
- Las escenas de Agnes dando a luz y reclamando agencia en su vida. Su determinación y la impotencia que sientes cuando no se lo permiten.
- Un capítulo entero que sigue el viaje de la pulga que trae la peste a la ciudad y parece salido de una novela de fantasía y aventuras.
- Los temas de pérdida, luto y maternidad.
Este libro es ambicioso y está muy bien ejecutado. Se merece toda la popularidad que ha ganado y más. Seguiré leyendo libros de Maggie O'Farrell, y espero que se convierta en una de mis autorsa favoritas. Desde luego, tiene todas las papeletas. Las cosas más mundanas parecen salidas de una novela de fantasía, o un sueño, o ambos. Es sentimiento puro hecho libro y es que no pasa nada pero pasa todo.