Reseña #76: éxodo

Publicado el 11 febrero 2017 por Alaluzdelasvelas
RESEÑA #76: ÉXODO
¡Hola, hola, hola!

 Otra semana más que pasa y… ¡ya casi estamos a mitades de febrero! Sí, sí. Para mi cumpleaños ya sólo quedan tres días. Pero bueno, vamos a dejar de lado el hecho de que me hago un poquito más vieja – y espero que también más sabia –, y vamos con lo importante.  ¡Dentro reseña!Ficha técnicaTítulo: (Éxodo 1) ÉxodoAutora: Anissa B. DamonEditorial: Ámbar juvenilNúmero de páginas: 500ISBN: 9788416281565Precio: 17,00€SinopsisVoy a darte los tres consejos que a mí no me dieron. Este es el primero: Olvida todo lo que te han contado: los vampiros no existen, los lobos son solo animales y los magos, las hadas y los duendes se encuentran encerrados en grandes tomos de hojas desgastadas. Quiero mostrarte la otra cara del mundo. Un lugar donde el peligro se enmarca en perfectos rostros de porcelana perlada, el amor es como una bestia salvaje sedienta de sangre que acecha y te arranca el corazón mientras estás dormido y la felicidad la felicidad es un delito que se paga muy caro.Mi opinión La primera vez que leí éste libro tenía quince años. No recuerdo muy bien qué se pasaba por mi cabeza por aquel entonces, aunque estoy segura de que muchísimas tonterías. El caso es que Éxodo fue una novela que me costó Dios y ayuda conseguir. Recuerdo pasear librería tras librería, obteniendo siempre la misma respuesta: “no lo tenemos”. Un hombre llegó incluso a preguntarme si me interesaba la Biblia – yo casi me caigo al suelo al ver lo que él creía que buscaba, pero bueno, otra historia más. El hecho de que ya tenga casi veinte años no condiciona mi opinión, como sí lo hace el haber leído muchísimo desde que esta novela cayó en mis manos.Con esto no quiero decir que la primera vez que leí el libro quisiera llorar de alegría, no. Sólo digo (escribo) que ya estoy curada de espanto y es raro que algo me resulte diferente o innovador. Me explico, el escrito que nos brinda Anissa B. Damon es, a mi juicio, bueno.Muy bueno, me atrevería a decir. Aunque, muy a mi pesar, no consigue sorprender. Ahora diréis, “ya habías leído el ibro, Carme, no digas tonterías”. Decidme, ¿vosotras y vosotros os acordáis de lo que leísteis hace casi cinco años? Porque yo, sintiéndolo mucho, no. Tras este pequeño momento-reflexión, vamos a entrar en materia de verdad. Lena lleva unos días viviendo con una extraña familia, los De Cote, gente realmente galante, con unas apariencias algo cuestionables y un innegable sentido del buen gusto. La pobre no tiene ni idea de qué fue lo que la llevó hasta ellos, sólo sabe que hubo un accidentey… sorpresa: ahora forma parte de una familia de lo más peculiar.  Sin recordar absolutamente nada de su pasado, nuestra Lena decide buscar respuestas en los libros de la biblioteca a la que acompaña cada día a Lisange De Cote; pero, ¿quién iba a decirle que precisamente allí encontraría a un chico de apariencia peligrosa que, para colmo, está para comérselo? Me gusta cómo empieza la historia. Me gusta, decía, porque desde la primera página sabemos algo que nuestra protagonista no sabe: que está muerta y que su vida, esa que parece una nueva oportunidad, en verdad tiene de bonito tan poco que hasta de mal gusto bromear sobre ello. Podéis pensar que es arriesgado por parte de Anissa B. Damon soltar el bombazo en la primera página, pero ya dicen que quién no arriesga no gana. El desconocido, el chico peligroso, resulta ser Christian Dubois, alguien que, según Lisange, es un asesino.Y aquí llega lo bueno. Nuestra Lena, que no peca de sensata precisamente, tiene la fabulosa idea de ir a hablar con él para, ¡ojo!, pedirle que le mate. Sí, sí, como lo léeis. La nueva DeCote no quiere ni oír hablar de su nueva vida. No quiere saber qué hay de maravilloso en esa nueva oportunidad. ¿Y qué mejor manera de acabar con todo que pidiéndole al asesino que acabe con ella?  Sin entrar en detalles, os diré que Christian es un personaje al que adoro y odio a partes iguales.No puedo deciros el por qué, dado que, como comentaba, yo ya había leído el libro y, para más inri, había seguido con la segunda entrega. Sólo os diré, para que vayáis prevenidas y prevenidos, que hay muchas verdades ocultas entre las palabras de nuestro chico peligroso. Tras un desplante de tres pares de narices, Lena vuelve a casa con Lisange. Flavio, que viene a ser el hombre que ejerce de padre en la casa, no hace más que insistir con que se prepare para los exámenes. Pero hay algo que a nuestra protagonista no le cuadra. ¿Por qué no tiene hambre? ¿Por qué no tiene sed? ¿Por qué todo lo que entra en su cuerpo sale en forma de vómito? Y, lo más espeluznante, ¿por qué no hay ni un solo espejo en la casa?  Y, ahora, bienvenid@s a la Zona Spoiler Me gusta la división jerárquica que se plantea en la novela, así como el hecho de que los cazadores deban alimentarse de las emociones de las personas.  Es algo que, por lo menos a mí, me resultó innovador. Grandes predadores, guardianes y cazadores.Una escala maravillosísima, ¿eh? Bueno, pues estar en el escalafón final, en el peldaño de la desgracia, no es precisamente  un cuento de hadas. Claro, cómo no puede ser de otro modo, nuestra Lena, junto con toda la familia De Cote, es una cazadora. Y Christian Dubois está en lo más alto. El peldaño de la crueldad, el desenfreno y la sangre. La inmisericordia. El caos. Los grandes predadores. Encantador, ¿verdad?  Recuerdo que la primera vez que leí el libro, Liam para mí resultó ser poco más que un estorbo. En aquel momento debía de ser tonta o tener la imaginación podrida, porque ese personaje es, sin duda, uno de los mejores del libro. Liam De Cote es el más antiguo de la familia – creo recordar que es del siglo XVII, pero tampoco lo afirmaría – y, por tanto, es el que más claro tiene el daño que puede hacer nuestro gran predador a Lena. ¿Y ella que hace? Pues pasar de todas las advertencias y verse con Christian. Porque sí, porque ella es una rebelde con tendencias masoquistas y se juega el cuello. Tal vez penséis que odio a la protagonista. Nada más lejos de la verdad. Me gusta el halo de inocencia, de bondad, que muestra Lena De Cote. A mi juicio, en ese aspecto Anissa B. Damon no podría haber hecho un trabajo mejor. Coronar a la recién llegada como lo más parecido a una mártir que podáis echaros a la cara hace que el final de la segunda entrega sea muchísimo más impactante. Y ahora diréis, ¿por qué leches no paras de hablar del segundo libro? Sencillamente, porque no puedo leer esta novela sin tener en cuenta lo que ya sé que va a suceder. Decidme, las personas que habéis leído ya las dos primeras partes – o la trilogía entera –, ¿qué os suscitaron los silencios de nuestro gran predador? Volviendo al tema, Lena se entera de forma fulminante de que está muerta. Christian, sin pelos en la lengua, le suelta el bombazo y ella, colérica, va a enfrentarse a toda la familia De Cote.Claro, los pobres se arman de paciencia y se llevan las manos a la cabeza, maldiciendo la existencia de Dubois. Y yo lo hago con ellos, porque ese chico, amigas y amigos, es un antihéroe con todas las de la ley. No sólo es un insensible, no. Es un maldito calculador. Un tío que, por suerte o por desgracia, no valora los daños con la suficiente eficacia.  ¿Quién iba a decirle a los De Cote que Christian sería el primero en intuir la transformación inminente de Lena? ¿Y quién iba a decirle a él que iba a enamorarse de una cazadora?  Supongo que es un cliché, pero no me gustó que Christian la abandonara a su suerte una vez pasada la fiesta de los Lavisier. No me gustó, porque me pareció de ser mucho más cobarde de lo que merece realmente un personaje así.Me explico, alguien tan directo, tan franco, tan fulminante… no tendría que ser tan vulnerable. ¿Qué hay de malo en afrontar los problemas, eh? Porque el tío tiene una cruz encima que no se la acaba. ¡Y bien merecida, sólo faltaba! La historia cobra fuerza hacia la mitad del libro, cuando Flavio va antes que el resto de la familia a la montaña. Veréis, toda la jerarquía de la que os hablaba líneas más arriba tolera muy mal el calor. Por lo tanto, ¿qué mejor que irse a las montañas nevadas? Permitid que me ría. Lo que tendría que ser un viaje idílico, una forma de escapar del abandono de Christian, se convierte en una pesadilla, una en mayúsculas, cuando encuentran la tumba de Goliat – el gato de Flavio, “sello” del clan – y, poco más tarde, el cuerpo hecho girones de Flavio. Todo muy macabro. ¿Y quién es el artífice de semejante locura? Guardianes.Esos bichos repulsivos, que se dedican a cazar cazadores – si no os parece un chiste de mal gusto es que mi sentido del humor es demasiado retorcido.  ¡Qué se abran las puertas del caos, porque ojo lo que viene después! La situación se va de madre hasta límites insospechados. Persecuciones, acoso desmedido y… reencuentros. Sí, realmente tierno, no voy a negarlo, pero es que yo estoy que trino con Dubois. Cada una de sus palabras, todas y cada una de ellas, a mí me suenan a algo demasiado próximo al pánico desmedido por lo que viene después. ¿Y por qué? Esperad a la segunda reseña, que ahí sí me voy a despachar a gusto.  El final debo decir que fue una de las mejores partes del libro. Anissa B. Damon consigue crear  una atmósfera asfixiante, una cargada de preguntas sin respuesta. No quiero hablar (escribir) de más, pero sí diré que la Orden de Alfeo debería considerar seriamente su cometido. A mi juicio, tiene que haber algo mucho más grande, algo mucho mayor, para querer acabar con Lena con tanto ahínco.  Mi última mención es para la prosa de la autora.Ojo, quiero avisar de que esto, pese a lo que pueda parecer, no es una crítica destructiva. Se nota que esta es su primera novela y, por tanto, hay momentos en los que podría haber agilizado mucho más los diálogos. Y sí, digo los diálogos, porque las descripciones, al menos a mi juicio, están bien.No recuerdo qué fue de la prosa de Revelación, aunque estoy segura de que nuestra querida autora mejorará con cada nuevo libro. Con todo, Éxodo es una primera parte de trilogía que vale, y mucho, la pena. Con un elenco de personajes más que sublime, Anissa B. Damon nos sumergirá en el oscuro mundo de lo que hay “después” de la muerte.
Nota: 4/5Citas(…) No sé muy bien cuáles son las famosas fases de la negación, aunque haberlas sabido tampoco me habría servido para nada. El primer día grité, el segundo grité aún más, el tercero entré en shock, el cuarto contemplé el techo de la habitación con la mirada perdida hasta que la oscuridad lo hizo desaparecer y al quinto, contra todo pronóstico, mi mente decidió razonar. Solo había una cosa clara: cuando estás soñando, el tiempo nunca pasa tan despacio.(…)

(…)-¿Te vas únicamente porque has escuchado algo que no te agrada? – dijo desde el fondo de la sala –. Si estás aquí es porque buscas exactamente lo que yo puedo ofrecerte. Me detuve.-¿El qué? ¿Una muerte segura?-Respuestas. Yo no soy como los De Cote, no te diré lo que quieres oír. Ninguno de ellos te hablará con la misma sinceridad con la que yo puedo hacerlo.-¿Por qué? – le pregunté volviéndome hacia él.-Porque ellos quieren que ames este mundo – afirmó avanzando despacio hacia mí –, y lo cierto es que en nuestro <<mundo>> no hay nada digno de ser amado.(…)
(…)-Tienes muy poca fe en las personas – dije. Él volvió su cabeza al frente.-Y tú demasiada.-Todo el mundo tiene algo bueno. – Sonó mucho más seguro de como yo lo recordaba en mi mente.-¿Y si todo lo bueno que uno tuviera fuera otra persona?(…)
(…) Quería sentirme normal, por una noche, por <<esa>> noche; no deseaba ser más que una chica corriente abrazada al chico que quería, y que fuera como un sueño, un sueño donde todo fuera más fácil y terminara bien.(…)
(…) Yo no era así, ¡lo juro! No podía vivir a costa de hacer daño a los demás. ¿Acaso era ahora la mala del cuento? ¿La bruja malvada? ¿El lobo feroz? ¿El coco…? ¡¿Era lo que la gente temía?!(…)
(…) No sabemos lo que tenemos ni cuánto apreciamos algo hasta que lo perdemos. Es un dicho popular, pero su verdad resulta abrumadora. Pensamos en la muerte como algo lejano. Pero, en cambio, está tan presente en nuestras vidas… Nunca sabes cómo, ni cuándo, ni por qué llegará o a quién se llevará. ¿Cómo saber cuánto tiempo le queda a nuestro reloj vital para que suene la alarma, para que el contador de segundos se ponga a cero?(…)
(…)-No sé qué es porque nunca he sentido algo así. Solo sé que cierro los ojos y te veo a ti, que tengo tu aroma incrustado en mi mente, que mi ira se desata cada vez que se cruza otro gran predador por mi camino porque pienso que puede dañarte. Temo mirarme en el espejo porque me odio ante la posibilidad de que pueda corromperte. Sé que te hice daño, Lena, y toda una eternidad no será bastante para compensártelo, pero soy una criatura egoísta que solo mira por su propio bienestar, por eso estoy ante ti, de nuevo, pidiendo que no me apartes de tu lado. Quiero protegerte de todo, aunque no pueda defenderte de lo que soy.(…)
(…) La única persona que me veía era, en realidad, la única que importaba.(…)
(…)-¿Por qué no te he visto nunca dormir? – le pregunté.-Después de ver tu reacción con mi pobre cazadora de cuero, me asusta lo que se te podría ocurrir comentar acerca de uno de esos… pijamas. (…)
(…) <<Pero las bestias no aman>>.(…)
(…) No sé, es extraño cómo algo puede parecer tan vital, tan preocupante, y al día siguiente considerarlo una tontería.(…)
(…)-¿Y qué piensas hacer conmigo? – balbuceé en un susurro.-No lo sé, te tengo atrapada en mitad del océano, sola, todo esto da rienda suelta a la imaginación.-¿A la tuya o a la mía? Porque yo tengo claro lo que yo haría, pero no sé si tu mentalidad del pleistoceno medio podría soportarlo.(…)
(…)-Dijiste que nada de súper héroes – susurré.-Cierto, hasta que se encuentra la razón para serlo.(…)