Con todo el bombo que rodea este libro, es raro que no lo haya leído hasta ahora, pero lo cierto es que hasta enero (momento en el que me leí ¿Dónde estás mundo bello?) no sabía que la contemporánea me podía gustar tanto. Aunque no sé si cuenta que me guste mucho el hecho de que solo me lea cosas tristes de mujeres millennials, pero eso aparte. Vamos con la reseña de este libro:
para dejar las cosas claras desde el principio diré que Marianne y Connell son la peor pareja del año. Su relación empieza en secreto para que los amigos de Connell no se enteren. Ella está enamoradísima porque no ha conocido otra cosa y Connell es la primera persona (su familia incluida) que le hace caso, que también os digo es una adolescente leyendo Marcel Proust en la hora de la comida, pues chica cómo te van a sacar conversación. Y mientras tanto él en plan "ay a ella le da todo igual es que qué mujer" y "buf si mis amigos se enteran de esto me tratan peor que si vengo y me los cargo a todos en un tiroteo escolar" (esto último no es una exageración). Y yo que me había leído ¿Dónde estás mundo bello? y todo el mundo decía que los personajes ahí eran horribles y que no te podían gustar, pues me esperaba que en este libro los personajes fueran un poco más normales, y fue una sorpresa (para bien) el hecho de que no lo sean. El título alternativo de la primera mitad es "por favor, que alguien le parta la boca a Connell Waldron".
El libro, como el otro que me he leído de Sally Roony, es un estudio de personajes supercomplejo y que me enfada y me da pena y no quiero reflejarme en ellos pero lo hago. Tenéis en el blog a reseña del anterior, por si queréis echarle un ojo. Pero os digo aquí lo mismo: si os gustan las historias sin argumento pero con unos personajes increíbles que os enfaden y os hagan llorar, lo necesitáis.
Marianne es tan dependiente que da hasta miedo y cuando Connell se da cuenta de lo que el lector lleva viendo 200 páginas madre mía el drama. Es el único momento en el que PERMITO el trope de falta de comunicación, pero porque me ha roto en 98 partes distintas y no me recompongo voy a denunciar. Tuve tantas reacciones viscerales a este libro que tardé muchísimo en leerlo porque cada 20 páginas me apetecía tirarlo contra la pared. Es horrible tener que ver las dos perspectivas y darte cuenta de que todo es malentendido tras malentendido por no hablar las cosas o presuponer cosas. Sólo le puedo poner una pega, y es que los demás personajes son un poco monótonos para hacer de contraste (hasta una nueva novia de Connell tiene que ser anticuada en valores para justificar que no tengan una relación realmente perfecta), pero al final esta es la historia de Marianne y Connell, así que entiendo la decisión de hacerlos así.
Total, que son la peor pareja de la existencia pero que no quiero que se separen porque es que me da pena y ternura y una página les quiero y a la siguiente me doy cuenta de lo horribles que son y ya no sé nada 🥺💖💞🌸⭐✨🌷