F I C H A T E C N I C A :
Sinceramente no tengo idea de por qué retrase tanto la lectura de este libro. Su primera parte, La Quinta Ola, lo leí en diciembre del año pasado. ¡Estamos a Julio! Y hace pocos días terminé este libro. O sea, un lapso bastante largo entre lectura y lectura. Sinceramente me sentí mareada al empezarlo, no sabía que estaba pasando, tardé en acostumbrarme al asunto pero luego lo logré. Rick Yancey, te odio. Nunca tuve tantos sentimientos encontrados con un libro, lo juro.
La historia continúa al poco tiempo que finaliza el libro anterior. Sí... bueno, más o menos. Este libro también está narrado por diferente narradores. Aparte de volver a leer desde el punto de vista de Cassie, tenemos nueva narradora, nuestra querida Hacha. Leer desde su punto de vista me mareó un poco y las cosas no avanzaban por lo que las primeras 140 páginas (sí, medio libro) y sufrí la decepción de no engancharme. Si bien era interesante lo que estaba leyendo no me daban ganas de tomar el libro y terminarlo. Tan sencillo como eso. El libro es demasiado corto pero a su vez lo sentí demasiado largo, plomo.
Pero Rick Yancey no quiere decepcionar a sus lectores, claro que no. Le gusta jugar con ellos y hacerlos sufrir, darles poca información de lo que realmente se quiere saber y mucha información extra. No sé como explicar lo que me pareció este libro. En partes lo sentí de relleno, en partes lo sentí obligatoriamente y extremadamente importante. Se nos revelan verdades que te dejan WTF? y dices "Este hombre no puede ser más genio porque no puede". Y digo, ¿cómo puede tener semejante imaginación? ¡Nunca había leído sobre un apocalípsis extraterrestre así de original!
Los personajes evolucionan, claramente. Es increíble como Yancey aborda la reacción de ellos a lo que están viviendo. Todos se vuelven locos. Sufren ataques de locura, de enojos, de llanto. ¡Pero vamos! Están viviendo lo peor de sus vidas, es obvio que tienen que reaccionar así. Eso fue tan real que me dan ganas de aplaudir.
Sufrí mucho con Cassie... Caramba, que era una personaje que adoraba. No puedo decirles la cantidad de veces que quise extrangularla en este libro. ¿Hacha? Ahora la quiero un poco más. Aunque es un personaje que sigue sin cerrarme. ¿Evan? Quise pegarle muchas veces. ¿Sam? Uffff lo adoro pero... Mejor ni lo digo. Sufrí mucho con todos los personajes, quise pegarles a todos... Menos a Bizcocho. Esto no quiere decir que no los ame, porque no son personajes perfectos, son personajes reales por lo que es obvio que querré pegarles por sus reacciones. Se equivocan y eso es real.
¡Ese final! ¡COMO QUE ME LO DEJAS AHÍ! Demasiado cortado. Demasiado de pronto. ¿Qué es lo que pasa ahora? ¡Tengo que seguir leyendo! No entiendo como los que leyeron este libro hace mucho, antes de que saliera La Última Estrella no se comieron las uñas hasta sacarse sangre. En serio, a este hombre le gusta hacernos sufrir... Espero con muchas ansias de que traigan el siguiente libro a mi país. Lo necesito.
Después de unos días, llegué a la conclusión de que este libro me encantó. No por completo como suelo decir, tampoco en partes, pero quizás si en su totalidad. Todo lo que pasa en este libro en conjunto y armando esta historia hace que me encante. Estoy completamente cautivada.
F r a s e s f a v o r i t a s :
"No hay esperanza sin fe, no hay fe sin esperanza, no hay amor sin confianza y no hay confianza sin amor."
"[...] hasta la persona más abierta del mundo cuenta con un lugar privado y sagrado al que nadie más puede entrar."
"La desesperación es adictiva tato para el que la observa como para el que la experimenta. "
S O B R E E L A U T O R :
Dramaturgo, escritor, crítico teatral y un apasionado de las leyes artúricas desde la infancia. Su primer trabajo dirigido a un público infantil Las extraordinarias aventuras de Alfred Kropp combina con gran habilidad dosis de humor y dramatismo. Confiesa que comenzó la redacción de esta obra pensando en un público adulto, hasta que uno de sus hijos le convenció de que era una historia ideal para que la protagonizara un adolescente. Casado y padre de tres hijos, confiesa escribir la mayor parte de su trabajo con su ordenador portátil, mientras que espera a que sus hijos terminen sus actividades extraescolares. Vive en Knoxville, Tennessee.