Este libro lo compré en la feria del libro de Gijón de este año. Entonces estuvo entre los mas vendidos del evento para muchas librerías. Y otra vez repitió esto un mes después en la semana negra. La verdad es que creo que se lo merece. Yo me dispongo a volver a la librería donde lo compré para más recomendaciones así. Entre tanto, os digo por qué deberíais darle una oportunidad a esta historia sobre dos mujeres (abuela y nieta) cuyas vidas las marcó la desaparición de una tercera (la madre).
- A falta de un narrador poco fiable hay DOS. Este es uno de mis recursos favoritos en la literatura y está muy logrado en la historia. Tanto la abuela como la nieta tienen un aire misterioso y caótico que te hace dudar de ellas.
- hablando de abuela y nieta. Ambas están escritas de manera distinta y los puntos de vista se distinguen perfectamente. Esto es algo que a veces se pasa por alto y me alegro de que la autora haya remarcado sus personalidades en la historia.
- La prosa es para flipar. Las descripciones de la casa y los olores te hacen sentirte dentro de la historia. Además, la manera de narrar el punto de vista de la nieta, a veces sin comas y con frases entrelazadas expresa el odio que siente y su enfado de una manera brutal.
- El tema principal es la historia de las mujeres de la familia y el odio y trauma generacional empezado por el padre de la abuela y continuado por distintos hombres en los alrededores. Cómo estas mujeres se encuentran entre la vida y la muerte, dependiendo de su resiliencia para soportar el pueblo, sus gentes y, en última instancia, su propia casa. Un recipiente del odio en sí misma y del paso de rencillas y traumas a otros familiares. Al final la autora incluso lo saca de lo particular y lo lleva a una distinción de clases y no solo de la familia en sí.