¡Hola, hola, hola!Una semana más que se nos va. Y con qué frío, por amor de Dios. Sí, sí, aquí una servidora ya va con el abrigo a cuestas y la crema de las manos pegada al culo. Ups, quiero decir, siempre en el bolso. Bromas a parte, ¿a vosotras, a vosotros, no os pasa que las manos se os quedan destrozadas por culpa del frío? Ay, la vida.Después de la conversación del tiempo, vamos con el libro de hoy. Os traigo un final de saga, sí, sí. Lo leí a finales de julio creo recordar – en cualquier caso, os hablé por encima en algún Wrap Up –, pero como soy un poquito desastre, hoy os traigo la opinión al completo. ¡Dentro reseña!Ficha técnica
Título:(Cuatro bodas 4) Para siempreAutora:Nora RobertsTraducción de:Silvia Alemany VilaltaEditorial: DEBOLSILLONúmero de páginas: 368ISBN: 9788401384868Precio: 8,95€Reseñas de los libros anteriores(Cuatro bodas 1) Álbum de boda(Cuatro bodas 2) Rosas sin espinas(Cuatro bodas 3) Sabor a tiSinopsisDe niñas lo compartieron todo y con los años se han convertido en mujeres divertidas, sexis e independientes. Juntas han montado una empresa donde cada una aporta lo mejor de sí misma para convertir una boda en el día perfecto. El éxito está asegurado si Parker se ocupa de la organización, Laurel del banquete, Mackensie de las fotos y Emmaline de las flores. Si alguien sabe cómo planear la boda perfecta es este cuarteto de amigas. Aunque organizar varios enlaces a la semana no garantiza encontrar el amor, que siempre aparece cuando y donde menos lo esperas... como le acaba de suceder a Parker Brown.Reina de la eficacia y el control absoluto, Parker no imagina lo mucho que va a cambiar su vida cuando, una tarde lluviosa, su coche se sale de la carretera. Al rescate llega Malcolm Kavanaugh, quien lejos de ser un príncipe azul es un mecánico que representa lo que ella más aborrece: lo impredecible. ¿Podrá Parker anteponer su corazón al cerebro ahora que lo que está en juego es su propia felicidad?Mi opiniónParker Brown, nuestra chica 10. La que no se salta ni una maldita cita, la que siempre llega pronto y anticipa los sucesos para que nada la pille desprevenida. Una pena que Malcolm Kavanaugh no entre en sus planes, ¿verdad? Si soy sincera, me siento agradecida. Agradecida a Nora Roberts por “vendernos” a Malcolm desde el segundo libro.Quiero decir, él al igual que Carter– nuestro adorable profesor -, es un personaje que aparece, en cierto modo, en el último momento. Con esto no quiero decir que su única función sea servir de pareja a una de nuestras chicas de Votos, ¡y menuda le toca!, sino que es alguien nuevo. Haciendo balance, la saga ha sido un primor.Sigo decantándome por Laurel y Del, pero tanto Malcolm como Mac y Carter son, a mi juicio, de lo mejorcito de estos libros.Porque sí, amigas y amigos, Malcolm es un tío de estos que te dejan con la baba colgando. Un hombre entregado a su trabajo, alguien que ha luchado por conseguir una vida tranquila.Qué utópico, eso de tener una vida tranquila.Nora Roberts. La mujer que nos arranca sonrisas hablándonos de chicas que organizan bodas de ensueño, de chicos que se sientan a jugar al póquer sabiéndose fulminados por las certeras flechas de Cupido. Diréis que estoy sentimental, y tal vez sea cierto. No sé si es que necesitaba una historia dulce, pero puedo deciros que ha sido todo un acierto leer la saga del tirón.Y es gracias a esto – sí, el verano hace que tenga demasiadas horas libres – que puedo deciros que cada personaje es un mundo. Bien es cierto que hay similitudes en comentarios, patrones de actuación e, incluso, algún que otro momento de pasión; pero en esencia, Emma, Laurel, Mac y Parker son mujeres totalmente diferentes, con gustos muy dispares.No hay nada de espectacular en la historia de Malcolm y Parker. Ella es alguien que vive en las altas esferas, una chica rica; él es alguien que subió, cayó fulminado y ahora puede vivir sin quejarse. Un hombre que ha besado el suelo, al igual que Parker.Nuestra chica perfecta sabe lo que es perderlo todo en un momento, lo que es tener que afrontar una vida sin las personas a las que más quieres.No digo que los pasados truculentos sean siempre plato de mi agrado, aunque sí diré que, al menos esta vez, están muy bien gestionados. No hay grandes dramas, momentos de enfado irracional, nudillos sangrientos o ataques de rabia. No. Hay aceptación de los hechos, una superación que a mí me ha maravillado de principio a fin.Como siempre en estos libros, el punto de inflexión es el inicio de una relación que, al menos al principio, no va a ningún sitio. Una en la que prima la compañía, la conversación y alguna que otra cena. Y el sexo, por supuesto, aunque no esperéis nada indecoroso por parte de Nora Roberts.Es todo tan terriblemente rosa que pasa sin pena ni gloria. Para el caso, la mujer podría escribir “y lo hicieron” y yo me quedaría con la misma cara. En fin, apreciaciones subjetivas aparte, la historia se desarrolla despacito, con tacto, palabras dulces y momentos que dejan a una con una señora sonrisa de boba.Y ahora, bienvenidas y bienvenidos a la Zona SpoilerMe doy cuenta de que, para esta saga, la zona spoiler es poco más que una excusa para destripar cosas que realmente no son sorprendentes. Ojo, esto no significa que los libros sean aburridos – prueba de ello es que yo prácticamente me los he fumado –, sino que son pausados, tranquilos y… maravillosos.Parker era un personaje al que aborrecía. Uno que no me aportaba nada más que hastío, una necesidad casi patológica de poner los ojos en blanco y úlceras varias. Porque sí, porque no se puede ser tan asquerosamente perfecta. Dicho esto, dejadme que peque de hipócrita. Leer la historia de nuestra organizadora de bodas me ha servido para entender su forma de hacer las cosas. La eficiencia, esa forma de mantenerse ocupada para no pensar en sí misma. Chapó a la chica Brown.Malcolm es, sin duda, de lo mejorcito. Carter aporta un toque dulce, uno de esos que hace que quieras formar parte de sus bromas, escuchar lo que tiene que decir sobre novelas ya enterradas. Jack es divertido, un fuera de serie. Y Del… Del es sencillamente maravilloso. Supongo que ahora os caeréis de culo, porque a mi juicio Malcolm es el pack completo. Un chico dulce, enfundado en una coraza de sonrisas e indiferencia. Alguien que sabe qué decir y cómo decirlo. Un chico que se gana el cariño desde la primera página.Hacen un buen equipo, Parker y Malcolm. Tenía mis dudas, pero al final la cosa ha salido bien. Si tuviera que quedarme con un solo momento, uno solo, escogería la conversación que mantienen en el taller, cuando él está terriblemente molesto tras el accidente. No es tanto el hecho de que él le grite y ella, sencillamente, lo ponga en su sitio sin alzar la voz. El tema está en que me gustó ver caer la coraza, ver al Malcolm de verdad, hablando de sí mismo, ignorando al resto de personas del mundo. Me gustó verle caer rendido, verla caer a ella. ¡Qué narices! ¡Me encantó que los dos tuvieran que bajar los humos!El final… Ay, el final. Es que yo sólo quería echarme a llorar como una idiota. ¿Cómo puede ser todo tan rematadamente bonito? Me imaginé cada escena. Casi podía ver a Mac desfilando por el salón de actos, a Laurel llorando – sí, sí, Laurel llorando – y a Emma al borde de algo malo. Y Parker. Ay, Parker. Precioso. Sencillamente, precioso.Con todo, Para siemprees un estupendo broche para el cierre de una saga dulce, tremendamente adictiva. Cada palabra, cada pequeño detalle hace de la lectura una delicia. Malcolm y Parker, personas por las que yo no sabía qué sentir… ¡Menudo equipo!Nota: 4/5
Cuatro bodases una saga adictiva, de esas que hacen que quieras seguir leyendo. Ocho personajes maravillosos. Personas totalmente diferentes, con formas de encajar las situaciones que no casan con lo esperado. No sé a qué demonios estáis esperando para dar una oportunidad a nuestras chicas de Votos.Nota final de la saga: 4,25/5Citas(…)-En mi mundo, si haces un trato, lo cumples.(…)
(…)Sí, sabía caer. Pero también lo que podía pasar si el aterrizaje no salía como habías planeado.
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