La escritora y periodista Marta Robles, después de diversos trabajos trae al mercado su última novela “A menos de cinco centímetros”, su primera incursión en la novela negra con leves toques de erótica.
“Misia Rodríguez de Rothman, la bella y sensible esposa de un magnate del mundo de la comunicación, cae fascinada por Artigas, el escritor de más éxito del momento, cosmopolita, mujeriego y con un punto cínico. Y el detective Roures, un ex corresponsal de guerra a quien, después de varios años dedicados a la investigación de infidelidades y tras perder la enésima batalla de su vida, le toca empezar de nuevo desde una modesta buhardilla de Malasaña. A él acude la joven Katia Kohen con un sorprendente convencimiento: Artigas no sólo mató a su madre, de quien fue amante, sino que ha asesinado al menos a otras tres mujeres.”
Sin duda nos encontramos con algunos de los elementos clásicos de cualquier novela de intriga, un policía con un pasado que resolver y una femme fatale, añadiéndole la parte erótica para atrapar a aquellos lectores más audaces que quieran adentrarse por estos lares; o así nos lo ha pretendido vender la editorial. Parto de la base que la novela ha sido interesante y entretenida pero discrepo bastante con esta caracterización.El detective desencantado si lo tenemos. Un personaje que da mucho juego y embauca al lector en ese intento de desentrañar su pasado y el motivo de su amargura que se siente a lo largo de toda la obra. Cierta crítica hacia el periodismo y al mismo tiempo defensa, supongo que a causa de la profesión de la propia autora, ella tenga mucho que decir sobre ello. Interesantes divagaciones en todo caso.En cuanto a la femme fatale, discrepo, no nos encontramos para nada con una mujer insaciable que utilice el sexo para atrapar a los hombres, más bien una mujer rota con un pasado como muchas otras, más de las que querríamos que existieran, que para sobrevivir utilizarán todos sus medios incluso ofrecer su cuerpo a cambio de seguridad, aunque con ello entreguen también su alma.Una novela de alta graduación erótica. Supongo que para aquellos que nunca hayan leído nada de este género lo encontrarán aceptable, pero sin duda el hecho de que existan encuentros de cama no tienen por qué catalogarlo en estos términos. Cabe decir que estas escenificaciones están muy bien desarrolladas y la autora ha sabido salir airosas en ellas, encajándolas muy bien con el resto de la evolución del resto de la investigación.Excesivos detalles o demasiado pocos; encontrar el término medio puede llegar a ser una tarea titánica, tal vez imposible, ya que variará en función de la persona que lo valore. En este caso la escritora debería haberse moderado con tal profusión de marcas de ropa, coches y demás parafernalia así como algunos pasajes que se hacen tediosos por lo rebuscado de las explicaciones, llegando a incitar al lector a saltarse alguna que otra página.
De esta reseña se ha hecho eco la revista CULTURAMAS