Título: Abrió los ojosAutor: Aurelio GonzálezNº de Páginas: 418Editorial: Punto Rojo LibrosISBN: 9788416359233Año de Publicación: 2014SINOPSIS DE LA EDITORIAL: ¿Hasta dónde somos capaces de llegar cuando todo se complica? ¿Hasta qué punto puede transformar esta sociedad a las personas?
Lucía, una joven empleada del BKS Bank, se ve inesperadamente despedida. Entonces Sandra, su mejor amiga, le ofrece un puesto poco convencional en el club donde trabaja, el Luna Llena; un lugar en el que podría ganar bastante dinero. A partir de ahí su vida cambiará radicalmente.
En su camino se cruza una persona que le mostrará un mundo desconocido para ella hasta entonces, alguien a quien jamás hubiera imaginado conocer.El sexo, las drogas y la corrupción entran de lleno en su vida, transformando a Lucía poco a poco y haciéndole cuestionarse sus valores y principios.Al leer la última página, el lector probablemente se preguntará si todo es ficción. Para hallar la respuesta a esa cuestión bastará con que eche un vistazo a su alrededor.IMPRESIONES:Este libro decidí leerlo, ya que Aurelio González me lo ofreció y como la sinopsis llamó mi atención, no dudé en apuntármelo a mi lista de lecturas. Una vez leído, tengo que decir que es un libro con el que he disfrutado todo el tiempo, ya que su lectura me resultó muy entretenida, pero también hay algunas cosas que no me gustaron del todo como ya os comentaré. Lo primero que tengo que decir de este libro es que es totalmente actual, de tal forma que mientras lo estás leyendo, ves que la historia te suena por todos los lados, ya que en ella se reflejan muchos aspectos de esta complicada sociedad en la que nos ha tocado vivir. Abrió los ojos cuenta la historia de Lucía, una chica que acaba de ser despedida de su trabajo en un banco. Así que mientras busca un nuevo trabajo, su amiga Sandra le ofrece trabajar con ella de bailarina en el club Luna Llena; un club casi clandestino donde acuden hombres que pertenecen a las grandes esferas de la sociedad. Es un mundo en el que se mueve mucho sexo, mucha droga y también todo tipo de negocios sospechosos y en el que parece que Lucía no tiene mucho que ver. Aún así se adapta de enseguida (casi asombrosamente diría yo).
Ahí conoce a Víctor Samboal, que casualmente ocupa un puestazo en el banco de donde acaba de salir Lucía y empiezan una relación sentimental.
Víctor junto con los dueños del club (John y Chema) y Esteban, que trabaja en el partido político que gobierna en el país en este momento llevando el dinero negro (o en B que se dice ahora) se ven envueltos en un entramado difícil de explicar pero que nos suena a demasiado conocido. Ya sabéis: cuentas en Suiza o que desaparecen misteriosamente, sobres extraños y bolsas de basura llenas de billetes. Vamos, lo que se conoce como corrupción en toda regla y que de vez en cuando ocupan titulares a todas horas en periódicos y demás medios de comunicación.
Y, evidentemente, las aparentemente inocentes Lucía y Sandra se meten en el embolado también. Y aquí es cuando el argumento me chirrió un poco. Resulta que Lucía y Víctor se enamoran perdidamente en un breve espacio de tiempo (da hasta risa cuando dice al final el tiempo que llevan) y parece que nos tenemos que creer que Lucía lo da todo por amor y por este motivo se mete en lo que no debe. No sé, me pareció una relación demasiado rápida y además, me resultó un poco metido con calzador que Lucía no saliese corriendo en cuanto ve con quién se está jugando los cuartos ¿O quizá no sea Lucía tan inocente? Ese fue otro giro demasiado inesperado para mi gusto, ya que al final parece que tanto Lucía como Sandra son las verdaderas artífices de este tipo de negocios turbios. Son 2 chicas totalmente normales y llega un momento en que se ponen el mundo por montera de la manera más natural.
A parte de toda la trama de la corrupción, en la novela también hay mucho sexo; tanto que te da la sensación en algunos momentos que es más bien una novela erótica. Quizá porque este año me bebí la trilogía erótica de Elisabet Benavent (de la que acabé un poco hastiada) sea por lo que tanto sexo me estorbaba en esta historia y hubiera quitado esa parte, que creo que me pareció innecesaria.
La historia está narrada por un narrador omnisciente y en ella hay mucho dialogo. Su lectura me ha resultado muy fluida y no se me ha hecho pesada en ningún momento. El escritor a veces narra una situación desde 2 puntos de vista diferentes; algo que me gusta especialmente cuando leo. El final queda algo inconcluso, pero parece ser que va a ver una segunda parte, ya que sino puedes decir que el escritor decidió terminarla ahí porque se aburría de seguir escribiendo. Y me gustaría, sin duda, leer la secuela, ya que me quedé con ganas de más historia.CONCLUSION:
Aunque no es una novela redonda, sí cumple su cometido: entretener, ya que se trata de una novela que no decae en ningún momento. Quizá por su argumento hay quien pueda creer que es un thriller, pero creo que no se le puede encuadrar dentro de este género, ya que su acción está bastante más pausada que en este tipo de novelas. En general, es una novela resultona, muy entretenida de leer y que, además, es muy actual, así que nos podemos identificar mejor con ella. Por lo tanto, quitando, esas puntualizaciones del argumento que os decía, es una novela que ha gustado y que, sin duda, recomiendo. ACEPTABLE.