Brandon Sanderson nos ha demostrado una y otra vez que es un escritor inquieto, que siempre necesita dejar salir su vena creativa y explorar nuevas historias. Da igual que sean dirigidas a un público infantil, juvenil o adulto, que sea de un género cualquiera, que el autor de Nebraska nunca me ha fallado. La serie de Alcatraz es su saga middle-grade en la que de forma autobiográfica un mayor Alcatraz nos narra la historia de su vida con el objetivo de hacernos ver que todo es mentira. El mundo y la historia que conocemos esta tergiversado por los Bibliotecarios, que nos mantienen aislados de las Tierras Libres donde solo se conoce toda la verdad. Pero también nos quiere hacer ver que la historia que cuentan sobre sus heroicidades no son verdad, que en realidad es un ser egoísta y detestable. En esta segunda entrega Alcatraz viajará hasta la antigua y misteriosa Biblioteca de Alejandría en búsqueda del abuelo Smedry, embarcándose en una misión trepidante llena de temibles Bibliotecarios y miles de estanterías en las que perderse.
Al igual que en el primer volumen nos encontramos con un narrador en primera persona, bastante poco fiable y que no duda en tomarnos el pelo cada vez que tiene ocasión. Sigue soltando críticas mordaces contra los tópicos de fantasía, los lectores o algunos escritores en cada inicio de capítulo, y hasta regala algunos consejos de escritura. Realmente estoy enamorado de la forma narrativa de estos libros, y algunos de los disparates me parecen realmente desternillantes. Reconozco que esta segunda parte me ha gustado más. No sabría decir si es que el esquema narrativo es diferente, si es la ambientación egipcia y la visita por la mítica Biblioteca de Alejandría o porque conocemos un poco más el mundo creado por Sanderson,pero me ha dejado una sensación de mayor disfrute que el primer volumen.
Los huesos del escriba sigue siendo una novela sin descanso, donde en cada esquina acecha un peligro o trampa. En este segundo libro nos adentramos más en el mundo que rodea a Alcatraz, a la tecnología de las Tierras Libres o a los misteriosos Talentos que rodean a la familia Smedry. Veo esta segunda parte como una buena puerta de cara a los próximos sucesos, como una ocasión para darnos a conocer un poco más de su mundo con una aventura entretenida por el medio. Los nuevos enemigos, Los Conservadores me han parecido muy curiosos, pero ha sido el Hueso del escriba lo que desataba el auténtico miedo. También acertada la inclusión de nuevos personajes como el tio Kaz o caballera crístina Draulin, a su vez madre de Bastille. Pero es en Alcatraz y en Bastille donde Sanderson comienza a hurgar, donde más se esfuerza en evolucionar y por los que más me consigue interesar.
Tengo que alabar por segunda vez la labor editorial con esta saga. La traducción de Pilar Ramírez Tello creo que es excelente, tiene que ser difícil conservar ese delirante humor, darle sentido y que nos pueda llegar con la misma gracia que en el original, conservando esa voz narrativa tan peculiar. Igual que Marina Vidal con sus portadas, está especialmente es mi favorita de las que he visto hasta ahora con esos Conservadores en portada. Y por último la labor de Hayley Lazo, ilustradora en los libros originales y de las cuales B de Blok tiene la maravillosa idea de conservar. Son unas ilustraciones en blanco y negro de algunas de las escenas del libro, o las gafas al principio de cada capítulo, pero le dan un toquemagnifico y perfecto para este tipo de libro.
¡Muchas gracias a B de Blok por el ejemplar!