Rústica | 320 páginas | 15€
Una de las cualidades que más admiro de Brandon Sanderson junto a su velocidad para escribir, revisar y publicar libros, es la de saltar de un género a otro sin mucho esfuerzo. Vale sí, todos están enmarcados dentro de la fantasía, pero no me parece fácil moverse bien tanto en novelas middle grade como juveniles o adultas. La saga de Alcatraz contra los Bibliotecarios Malvados, que constará de cinco libros, son aventuras destinadas a los más jóvenes de la familia pero que son igual de entretenidas y divertidas para todo tipo de lectores. No faltarán las dosis de aventura a raudales, las escenas de acción impactantes o los personajes alocados y divertidos; pero Sanderson aprovechará la ocasión para rendir homenaje a los maestrosdel género, para reírse de algunos tropos establecidos en la fantasía infantil o adulta, y para dejar ciertas reflexiones al aire bastante interesantes.
En esta tercera parte Alcatraz visitará por fin su ciudad natal en los Reinos Libres, la grandiosa Nalhalla, donde los castillos son rascacielos y los taxis dragones. Tras una llegada accidentada, Alcatraz y sus compañeros descubren que una secta de los Bibliotecarios Malvados está en la ciudad con un tratado para la paz en el que solicitan la cesión del reino de Mokia. Alcatraz descubrirá sus orígenes, intentará conectar con su padre, llevará como puede su fama en los Reinos Libres e intentará frenar dicho tratado. Mientras Bastille, acude al castillo de los caballeros de Cristalia para ser juzgada por perder su espada. Nuevos personajes, nuevos descubrimientos e intrigas y por supuesto, planes alocados que nunca salen bien esperan a Alcatraz y sus compinches en esta nueva aventura.
Si por algo sigue destacando la saga de Alcatraz sigue siendo por su forma de narrar la historia. El autor se dedica a cada inicio de capítulo a romper la cuarta pared para hablar con el lector, aunque también hace alguna interrupción en medio de la narración. Particularmente es algo que me gusta (y a otros desespera e irrita). Me encanta la voz de Alcatraz, sus guiños y referencias, sus tonterías más reflexivas de lo que parecen, sus pequeñas pullas u homenajes. El ingenio sigue siendo el plato principal de la saga que nos lleva sin parar de una escena a otra, aunque con pausa para el baño gracias al gentil narrador. La acción, sorpresas, batallas, secretos reveladores y cierta comicidad no dejan de ser una seña de identidad de cualquier novela de este tipo, y Sanderson lo cumple con creces.
Ayuda a darle un nuevo aire a cada libro su ambientación y nuevos personajes, introduciendo un elenco que se va volviendo más disparatado por cada entrega. El planteamiento de esta tercera entrega en Nalhalla es muy interesante. Una ciudad que anexiona diminutos reinos, una ciudad llena de castillos, un lugar donde no hay nada imposible y donde la libertad se extiende en su mayor forma, donde no cabe la censura y todo es bienvenido (hasta los Bibliotecarios). Así el autor aprovecha la ocasión para hacer una crítica sobre la censura social en las Tierras Silenciadas, es decir, nuestro mundo. Por su parte Sanderson introduce a un par de nuevos Smedry con habilidades tan disparatadas como útiles de nuevo, vuelven grandes personajes como el abuelo Smedry o conocemos a la gran jefa de los Bibliotecarios Malvados. Sí que encuentro un pequeño fallo a nivel de guion al desconocer las motivaciones de ciertas acciones por parte de un personaje al final que sería spoiler comentar. Es algo que me quede pensando a posteriori de su lectura, nunca se llega a explicar con suficiencia y queda algo ambiguo, pero como digo, es un detalle nimio.
Sanderson continua sus aventuras más infantiles a buen ritmo y con buena letra. Los personajes empiezan a madurar y la trama principal a evolucionar, tras ya conocer los entresijos principales que conforman su mundo. El autor sigue planteando una historia llena de divertidas aventuras que tiene varios niveles de lectura, dejando en algunas ocasiones guiños o referencias a emblemas de la fantasía como Terry Pratchett, Tolkien o Rothfuss. Sigue siendo deliciosa esta edición en su contenido gráfico, una vez más con la preciosa portada de Marina Vidal y las ilustraciones interiores de Hayley Lazo, engalanando con la buena traducción de Pilar Ramírez Tello. Aunque el mismo Alcatraz nos advierte que hasta el quinto libro no nos contará la difícil situación en la que se encontraba al inicio del primer libro de la saga, cada vez se van poniendo las cosas más interesantespara los Smedry.
¡Muchas gracias a B de Blok por el ejemplar!