Reseña: Aleación de ley de Brandon Sanderson

Publicado el 29 septiembre 2017 por Litwatchers @litwatchers
Sanderson vuelve a explorar su mundo alomántico con una historia de corte policiaco y un aura totalmente distinta de la trilogía original que mantiene la esencia de la saga. 



Título: Aleación de ley  (Mistborn #4)Autor:  Brandon SandersonEditorial: Ediciones BISBN: 9788466658928Páginas: 368Año de publicación: 2017Precio:  19,50€Han pasado ya trescientos años desde los acontecimientos narrados en la trilogía Nacidos de la Bruma (Mistborn) y Scadrial se encuentra ahora cerca de la modernidad: ferrocarriles, canales, iluminación eléctrica y los primeros rascacielos invaden el planeta.
Aunque la ciencia y la tecnología están alcanzando nuevos retos, la antigua magia de la alomancia continúa desempeñando un papel fundamental. En una zona conocida como los Áridos existen herramientas cruciales para aquellos hombres y mujeres que intentan establecer el orden y la justicia. Uno de estos hombres es Lord Waxillium Ladrian, experto en metales y en el uso de la alomancia y la feruquimia.
Después de vivir veinte años en los Áridos, Wax se ha visto obligado, por una tragedia familiar, a volver a la metrópolis de Elendel. Sin embargo, y a su pesar, deberá guardar las armas y asumir las obligaciones que exige el hecho de estar rodeado de la clase noble. O al menos eso cree, ya que aún no sabe que las mansiones y las elegantes calles arboladas de la ciudad pueden ser incluso más peligrosas que las llanuras de los Áridos.



No, no soy amante de las historias sobre el salvaje oeste, pero es que consumí este tipo de historias hasta el hartazgo en mi infancia. Las novelas de ambiente victoriano captan mejor mi atención y si a la mezcla añadimos la prosa de Sanderson podéis adivinar que disfrutado de esta novela. En esta nueva entrega conocemos a Waximilliam, cuyo poder alomántico y su espíritu rebelde le han llevado a vivir una vida alejado de su familia, una importante casa en la ciudad de Elendel, en los bastos y peligrosos desiertos de la región de los Áridos persiguiendo a criminales para llevarles ante la justicia. Ser un agente de la ley en los Áridos no le ha reportado muchas satisfacciones a Wax, por más delincuentes que ha puesto tras las rejas poco ha cambiado la mentalidad y el libertinaje que impera en la región. Pero es un error de puntería y la muerte de su pareja lo que le lleva a replantearse su modo de vida. Vuelve a Elendel al tiempo que su viejo y despilfarrador tío mueren junto a su primorosa hermana en un desafortunado accidente. Con las arcas de su casa en bancarrota y su reputación tan por los suelos como su autoestima, Waximilliam se dispone a alejarse de su vida como cazador de forajidos cuando su compañero de armas Wayne llega a Elendel para proponerle participar en una investigación que afecta tanto a los Áridos como a Elendel. Wax tendrá pocas opciones de mantenerse al margen. Esta es una novela entretenida, con una trama con gancho y a grandes rasgos simplona. Parece nacida por el puro entretenimiento de volver al mundo del Imperio final muchos siglos después cuando la civilización ha avanzado lo suficiente tecnológica y culturalmente como para viajar en tren y acunar diversas religiones en su sociedad, a la vez que mantiene la estructura social que a fin de cuentas conocemos del final de la trilogía original, una aristocracia algo cerrada con muchos tejemanejes, los skaa ya no son una especie a parte, la alomancia sigue siendo una cualidad oculta en beneficio de las intrigas, aunque los alomanticos son cada vez más débiles, sus capacidades son de dominio público, a lo que se suma la ferruquimia dando lugar a interesantes combinaciones que, la verdad, el autor explora pero no sobre explota en esta novela.Es un libro muy corto, para lo que nos tiene acostumbrados, pero dedica gran parte de la novela a poner al lector en situación, meterlo en el contexto e introducir al elenco. La proporción refuerza esa impresión de un inicio lento, con demasiados detalles innecesarios para la trama que finalmente toma protagonismo en la novela con una estructura muy familiar, casi cómica a mi parecer. También en esta primera entrega pone las bases para explotar en las próximas entregas, lo que promete ser mucho más jugoso que esta primera parte de por sí. El elenco de personajes que presenta en esta ocasión es bastante más reducido y la importancia de su misión se ve también relegada a un discreto segundo plano. No es fácil, ni satisfacción encontrar similitudes o paralelismos con los personajes de la trilogía original, me parecieron personajes totalmente distintos. Waximilliam me resultó una mezcla calculada de riesgo y emoción, Wayne me resultó demasiado cómico para aportar dramatismo a la historia. El componente femenino del elenco me resultó demasiado condicionado por las imposiciones sociales del contexto, como una forma reiterada de recalcar la ambientación. Me gusta su papel pero no termina de convencerme el personaje. La alomancia y la ferruquimia que se combinan y dan mucho juego en esta historia de justicieros y forajidos, me parecen que tienen la importancia adecuada, nada de dejarla en segundo plano por el bien de la trama o la ambientación. Como os decía al principio, es una novela entretenida pero de trama simple. Como spinn-off de la saga me parece el complemento perfecto para aquellos que no quieran embarcarse en una odisea de ochocientas páginas por entrega, aunque sacrifica cierta profundidad y dinamismo que conquista de la trilogía original.