Una nueva app está acorralando a la élite del instituto Bayview para estudiantes de perfil elevado. Las filtraciones de la vida privada de los estudiantes corren como la pólvora por la nueva red social creada por Simon Kelleher, alumno de la misma institución.
Pero la cosa se pone muy seria cuando Simon es asesinado justo delante de sus víctimas. Los cuatro cabecillas de la «crème de la crème» estudiantil se convierten en sospechosos directos del asesinato.
¿Qué secretos guardarían para arriesgarse a acabar con Simon?
¿Quién será el culpable?
Este libro llamo mi atención desde el momento en el que leí la sinopsis, me dejo con dudas y con ganas de devorarlo y así hice.
Lo que se lee en la sinopsis es prácticamente el comienzo del libro, hay cinco estudiantes castigados en el aula y de todos ellos uno aparece muerto. Cualquiera de los que allí están pueden tener razones para ser los culpables de es muerto ya que Simon es uno de los creadores de la app de cotilleos malas lenguas.
El reto que nos dejan es descubrir cuál de todos ellos miente y por lo tanto es el asesino. Es un libro que te deja una buena sensación ya que tiene una intriga constante y el hecho de intentar descubrir quien mata a Simon es algo que atrapa muchísimo.
Si tuviera que ponerle alguna pega a la historia es el hecho de que en algunas partes no pasa mucho y se hace algo lento, le faltan algunas vueltas de tuerca o giros como queráis llamarlos, que nos despisten. El final un poco como que te lo imaginas, porque cuando estas leyendo te dos dos teorías y una de ellas es la correcta.
En general, aunque es una historia que no esconde sorpresa de decir guau, es de lo más entretenido y muy a lo Sherlock, te hace atraparte en sus páginas y tener la necesidad de seguir leyendo y averiguar quien es el asesino.
Y bueno con esta reseña os dejo hasta mañana, un besazo amores