Autores: Carlos Sisí
ISBN: 9788445002919
Editorial: Minotauro
Páginas: 496
Año de publicación: 2016
Precio: 18,95€Ficha del libroDos ingenieros que desarrollan un sistema de reconocimiento de voz capaz de detectar sonidos de otra realidad.
Una investigadora de lo paranormal que puede ver y oír cosas que no percibe la gente corriente y un periodista interesado en sus trabajos y avances.
Un autor que consigue un éxito mundial con su libro La puerta, que habla de experiencias con la tabla ouija.
Y detrás de La puerta, seres de otro plano que anhelan devorar las almas de los humanos.
Alma nos describe un mundo sin un Más Allá. Todo está aquí, rodeándonos.
Una de las primeras impresiones que me dejó esta novela al cerrar el libro fue la sensación de predestinación, de final anunciado e inevitable. Después vino la pena por que se hubiera terminado ya, me parecía demasiado pronto. Cosa curiosa porque no se trata de un libro corto ni de una prosa ágil, rápida y vertiginosa, más bien se regodea en esa cualidad del autor para penetrar en el lector e instalarse allí como rey en su reino de palabras. No os quiero contar nada sobre la historia, por ahí hay bastantes pistas, más que suficientes para satisfacer a los curiosos, los que para superar la curiosidad necesitan llegar más allá tendrán que abrir Alma con todas las consecuencias y descubrir esos detalles escabrosos por sí mismos. Entre la mimada prosa del autor, que ya me tenía cautivada, la novela sabe a inquietud, a reflexión, a advertencia, engloba muchas facetas ya exploradas con evidentes influencias que saltarán a la vista a los amantes del género de terror pero no dejan de encender una chispa de reconocimiento en los profanos. La historia no deja de ser una nueva versión apocalíptica del destino de la humanidad, esta vez con un cariz paranormal y con ello debo añadir que, por supuesto, suena a ya visto. Aunque el enfoque pueda sonar novedoso, el verdadero encanto reside en la prosa del autor y su forma de inmiscuir al lector en una historia como esta hacerle sentir que el mundo está a punto de cambiar y que es algo completamente plausible. Me han encantado ciertos detalles que sitúan el desarrollo de la novela en un contexto totalmente actual, parece sacada del horno a la vez que el último boletín de noticias y eso me ha chocado lo suficiente como para entrever la intención del autor de poner al lector en medio de la escena con un claro “podrías ser tu” “podría ser ahora” que hace que los fanáticos del genero zombie hagan acopio de alimentos por si llega el fin del mundo. Los personajes me han resultado sencillos, simples y fácilmente etiquetables, lo que sumado a la extensa exposición de los antecedentes en alguno de ellos hace que a la trama le cueste despegar al principio. También tiene algo que ver en esa sensación de espesura el hecho de que planta las bases para desarrollar hilos en la trama que quedan colgando estériles ante el avance de otras posibilidades. O simplemente, pequeñas subtramas que concluyen de forma figurada dejando demasiadas posibilidades al alcance del lector. Por otro lado, el planteamiento de que los movimientos de masas nos llevarán al fin de los tiempos me ha resultado más que plausible. Algunas voces dirían que esto ya sucede a una pequeña escala y son pocas las herramientas para frenar la expansión de esos fenómenos a los que se suman incautos, y no tan incautos, con el único fin de ser uno más. Pero cuando no sabemos con qué se está jugando… en realidad ya hemos visto como puede acabar. Esta novela es una visión extremista y globalizada de algo que hemos visto, es genial la forma en que se explora el fenómeno. Pero las conclusiones son solo las del lector y eso me ha resultado poco atrevido. Es decir, el final estaba prácticamente anunciado desde el principio dejando siempre espacio en la trama para la especulación así que en realidad esperaba que el autor no sesgara las posibilidades de posicionarse adoptando un final más definido y más sólido que el que ha presentado.
El verdadero en canto de Alma reside en la calidad narrativa del autor que la convierte en una novela inquietante e influyente. Afortunadamente también es una lectura fluida que anima seguir pegada a las páginas sin importar esa aterradora sensación de frío que evoca. Se disfruta en soledad y con algo caliente entre las manos.