[Reseña] Araña Escarlata Nº 1. Vida Después de la Muerte

Publicado el 08 mayo 2013 por The Leff @Esp_Marvelita

Chicos, taparos los oídos y cerrad los ojos, porque vamos a hablar de un tema tabú, la infame Saga del Clon de Spiderman, una las etapas menos queridas y más criticadas del trepamuros que no fue más que otra muestra de la mala época que estaba viviendo Marvel Comics allá por mediados de los 90. Fue entonces cuando se creó a un nuevo personaje, Ben Reilly, que no era más que un clon de Peter Parker “fabricado” por el Chacal con el mismo aspecto, los recuerdos y los poderes arácnidos de nuestro héroe. Para darle salida a esos poderes, el bueno de Reilly adoptó la identidad secreta de la Araña Escarlata, un sucedáneo de Spiderman que llegó a compartir protagonismo con el original y que tenía sus fans y sus detractores. Pero de repente, alguien en Marvel tuvo la feliz idea de matar al Peter Parker original y que el clon ocupase su lugar, tanto como con capucha como sin capucha. Así pues, teníamos a un Peter Parker y a un Spiderman que aparentemente eran los de siempre, pero que en realidad eran Ben Reilly. Los fans montaron en cólera (curioso, oigo ecos de Superior Spider-Man…), y las críticas fueron tantas y tan fuertes, que Marvel tuvo que verse obligada a resucitar a Parker, hacerle recuperar su lugar, matar a Ben Reilly y borrar todo rastro de esta saga como si nunca hubiese existido.

Pero Reilly no fue el único clon creado por el Chacal. Hubo un primer intento, uno que salió mal y derivó en Kaine, un ser a veces héroe, otras villano, que sufría una enfermedad degenerativa de la piel y unas visiones del futuro que le atormentaban a cada paso. El personaje prometía, pero el ansia de eliminar todo lo relacionado con la Saga del Clon también se lo llevó a él por delante. Afortunadamente, Dan Slott recuperó al personaje durante el arco La Cacería Macabra y le dio un papel importante en Spider-Island, donde además fue curado de su enfermedad, se redimió de su pasado y el propio Spiderman le dio el visto bueno.

Con el permiso de vía libre bajo el brazo, y con la satisfacción de no tener que ser ya un fugitivo, Kaine se dirige al sur de Estados Unidos para olvidar y ser olvidado, pero a su paso por Houston se desencadenan una serie de eventos que tendrán ciertas consecuencias, y que dan lugar a la nueva serie regular de Araña Escarlata bajo el eslogan Todo el Poder y Nada de Responsabilidad.

En 100% Marvel Araña Escarlata 1 Vida Después de la Muerte, tomo de Panini Comics en formato libro con solapas y con 208 páginas que contienen los 9 primeros números USA de Scarlet Spider, se narra la llegada de Kaine a Houston y el nacimiento de un nuevo superhéroe (o renacimiento de uno que ya existía, según se mire) en el Universo Marvel. Todo ello con un guión a cargo de Christopher Yost y unos dibujos que se reparten Ryan Stegman, Neil Edwards y Khoi Pham.

Debido a una serie de circunstancias, Kaine se ve involucrado en unos incidentes con superhumanos que le obligan a usar sus poderes con un traje negro que le robó a Spiderman para ocultar su verdadero aspecto e identidad. Tras dos o tres acciones con el traje, que se destiñó en la lavadora revelando colores rojizos en algunas partes, y su exposición a los ciudadanos y los medios de Houston, se empieza a correr la voz de que la ciudad cuenta por fin con un superhéroe propio. Después de varias páginas de confusión en las que se piensan que se trata de Spiderman, no pasa mucho tiempo hasta que comienza a usarse el apodo de Araña Escarlata. Entre este nuevo status quo de superhéroe, totalmente desconocido hasta ahora, y las nuevas relaciones que establece rápidamente en Houston, Kaine “se ve forzado” a quedarse en la ciudad, en lugar de continuar su viaje hacia ninguna parte para desaparecer y ser olvidado.

Aunque el tomo se extiende por nueve números, que no es moco de pavo, da la sensación de que el guión de Yost transcurre a un ritmo vertiginoso. En apenas la mitad ya tenemos al nuevo superhéroe de Houston haciendo el bien, a prácticamente todo el reparto de personajes secundarios (de los cuales algunos ya conocen su identidad secreta) y las motivaciones del personaje principal perfiladas.

La nueva Araña Escarlata sigue siendo Kaine, y lo vemos cada vez que se deja llevar por sus instintos, demostrando su actitud agresiva, que no tiene medida y que no dudará en usar la fuerza o aprovecharse de sus poderes para conseguir su objetivo, aunque tenga que matar. Recordemos que, al fin y al cabo, siempre fue un supervillano en potencia. Pero a la vez es consciente de que todo esto que le está pasando puede suponer una nueva oportunidad en su vida, una forma de borrar su pasado y de, al fin y al cabo, redimirse y ser útil para la sociedad. Por primera vez desde que nació, puede vivir la vida, porque no se está muriendo cada segundo que pasa, puede elegir qué quiere ser y cómo quiere serlo.

Aunque esta premisa con la que se presenta Yost es de lo más atractiva, algo que se incrementa con ese gusto que da ver a “un Spiderman” cabroncete, se echa en falta un poco más de originalidad en las vivencias del personaje. Aunque se ven tintes de novedad aquí y allí, la mayoría de cosas se basan en tirar de biblioteca. Así, Kaine se las volverá a ver con la Hermandad de Asesinos y Lobo Rojo, se involucra en problemas internos de la compañía Roxxon, se cruza con los Rangers y se ve de nuevo perseguido por la familia Kravinoff, más concretamente por Kraven El Cazador y su hija. Es de imaginar que esto será una estrategia para intentar captar lectores, y que con el paso de los números iremos viendo como la Araña Escarlata va estableciendo su propio círculo de personajes y villanos en la ciudad de Houston. Al menos eso es lo que esperamos, porque es la única forma de demostrar si este personaje se merece realmente una serie regular propia.

En cuanto al dibujo, el peso principal recae sobre Ryan Stegman, que fue encargado de diseñar el nuevo traje y empezar a jugar con Kaine, Houston y el nacimiento de la serie. Alejándose de aquel extraño pero carismático traje de la sudadera, el nuevo traje de la Araña Escarlata se presenta como algo a caballo entre el traje negro y el traje rojo de Spiderman, pero con nuevas características como el útil camuflaje. Y sí, luce muy, muy bien.

Además del traje, vemos también varios cambios en el estilo con respecto a Spidey, porque pese a ser un “personaje arácnido”, Kaine no tiene unos movimientos tan marcados o tan “exagerados” como Spiderman, dando la sensación de ser algo más bruto, directo o práctico, por decirlo de alguna forma. En general, los dibujos de Stegman cumplen sobradamente, reflejando de forma perfecta la acción agresiva y sanguinaria que requiere este nuevo superhéroe.

En definitiva, estos primeros números de Araña Escarlata, sin ser de lo mejor que se puede encontrar en Marvel Comics hoy en día, resultan bastante entretenidos, se leen del tirón y proporcionan un rato agradable. Son perfectos para los fans de Spiderman, y más aún para los que sienten curiosidad por el lanzarredes más famoso pero que les da pereza adentrarse en su mundo establecido con tantos años de historia a sus espaldas.

Sin embargo, es cierto que esta serie tiene todavía mucho camino por recorrer, y muchas piedras que colocar si quiere mantenerse a flote. Tras la lectura del tomo, uno se queda con la sensación de que puede que la serie no vaya a llegar muy lejos, lo que provoca una pequeña decepción por las posibilidades y el potencial de un personaje como Kaine. Esperemos que siga una línea ascendente.

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