Nada más leer el título de la novela y su sinopsis el lector entra en un modo de confusión ¿Tendrá algo que ver que con Bowie? ¿Será sobre las extrañas grietas que llevan años naciendo en la superficie del planeta rojo descubiertas por la NASA hace 20 años? Alguien podría decir que este último fenómeno que persiste durante siglos enteros sí que sale a relucir como metáfora en el cerebro de la protagonista, pero no, la respuesta es no. O eso creo. Porque nada queda muy claro cuando finalizas la lectura de la novela. El título alude únicamente a una novela de ciencia ficción pulp sobre invasiones alienígenas que nos hace dudar de todo lo verdadero dentro de la novela. Porque si algo hace Arañas de Marte es ponerte contra las cuerdas del ring en todo momento ¿Es real este capítulo que estoy devorando? ¿Son todo delirios de una enferma?
Cuando Hanne y Arnau pierden a su hijo, todo su mundo se viene abajo. Perder a tu descendencia es de las peores cosas que te pueden pasar en la vida. Afectada por una profunda depresión, la realidad cotidiana de Hanne se vuelve toda una espiral de locura. Un caleidoscopio de recuerdos, sueños, deja vú y premoniciones la atrapan en una vida en la que no sabe discernir lo real de lo falso. El flamante multipremiado Guillem López presenta una novela muy difícil de etiquetar, y quizás algo más de digerir. Drama familiar, ciencia ficción, horror psicológico, realidades paralelas y novela apocalíptica. Como veis, un buen cóctel mólotov para cualquier mente. Guillem plantea una historia donde la realidad se tambalea en cada página. Pasado, presente y futuro se confunden y entran en conflicto con lo acontecido.
Con una prosa directa, convulsa e implacable plagada de metáforas y símiles, el castellonense nos embarca en todoun viaje hacia la demencia. Un viaje lleno de zarandeos sin una línea central que seguir. Una travesía repleta de empujones que nos llevan al borde del abismo y el horror, directo al barranco. La escritura fluida y agradable nos guía a través de un relato fragmentario que llena nuestras retinas de potentes imágenes. La voz en tercera persona va construyendo a una protagonista que está perdiendo la cabeza, o ya la ha perdido hace mucho. Al igual que con Clare Beckett en Futuros Perdidos (Ediciones Gigamesh), Hanne perderá el hilo de la realidad, la continuidad de los sucesos y explorará las posibilidades de su vida. Las certezas a las que aferrarse son cada vez más difusas.Los recuerdos se mezclan y las cosas más extrañas empiezan a suceder ¿Es real o está verdaderamente loca Hanne? Como en Futuros Perdidos, esto queda más que nunca a expensas del lector.
Guillem nos sitúa en una València cercana a nuestro tiempo, con ciertos avances tecnológicos. Las realidades alternativas, las dimensiones paralelas y las vidas superpuestas se dan cita. Todo es duda. Una sucesión de imágenes y situaciones contradictorias nos van atrapando en cada página. Cada capítulo va completando un puzle en el que tenemos que decidir que queremos creer dentro de un aura destructiva y pesimista que rodea toda la novela. Como fondo, Guillem explora toda una gama temática sobre las reacciones humanas. Como se transforma la vida de unas personas cuando se produce una tragedia. El deterioro de las relaciones personales cuando hay demasiados escollos insalvables por delante. Las diferentes formas de superar una enfermedad mental. Las consecuencias de la pérdida de un ser querido. La transformación de los recuerdos a nuestra manera, nunca habrá dos iguales para la misma persona.
¿A quién no le han dicho alguna vez que eso que recuerda no es exactamente así? ¿Quién tiene la capacidad para recordar todo con absoluto detalle y decir que eso no es real? Por nuestra simple forma de memorizar a largo plazo, somos incapaces de retener todos los detalles en nuestra mente, ya que tampoco lo podemos observar todo. Somos limitados, así es la vida. Es interesante como Guillem explora este aspecto para llevarnos un paso más allá y hacernos dudar de la simple realidad, si es que esta existe. La complicidad con el lector vendrá dada de cuanto ponga este de su parte para entrar en el juego y rellenar los huecos. Plena comprensión y atención serán vitales. Nunca se sabe, de un momento a otro puede que descubramos que estamos dentro de Matrix.
¡Muchas gracias a Valdemar por el ejemplar!
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