Reseña: Ayer, hoy y siempre

Publicado el 16 agosto 2013 por Silvia Filóloga @silviafilologa
Autora: Deborah Copaken Cogan | Género: Juvenil, Narrativa Editorial: Lumen | Páginas: 441 | Año: 2013 
SINOPSIS: 
Hay un hilo colorado, rebelde, lleno de nudos, que recorre la vida de las mujeres a lo largo del siglo XX hasta llegar a nuestros días. Empezamos a deshacer el ovillo con Un árbol crece en Brooklyn, quecontaba la historia de una chica abriéndose paso en Nueva York en 1912; luego llegó Lo mejor de la vida describiendo los despachos de Manhattan en los años cincuenta, y le siguió Solo para mujeres, la novela que describía las dudas de las mujeres cuando el feminismo empezaba a dar sus primeros pasos.
Ahora el hilo llega hasta nuestros días, enredándose en las vidas de cuatro estudiantes en los ochenta y noventa, una época en que no existía Facebook pero todos los alumnos tenían a disposición un cuaderno de tapas rojas donde apuntaban y compartían sus andanzas una vez dejada la universidad.
Clover, Addison, Jane y Mia fueron rellenando las hojas, pero una cosa es escribir y otra muy distinta es encontrarse hoy de nuevo cara a cara, cuando ya han pasado veinte años, y confrontar los sueños de entonces y las mentiras bien dichas con la realidad: eso se proponen las cuatro amigas a lo largo de un fin de semana intenso, doloroso a veces, y cargado de emociones.

Mi valoración personal:


Las vivencias de unas estudiantes de Harward, desde 1989 hasta nuestros días.


¿Qué te enseñó la vida que la Universidad no pudo? Esta podría haber sido la pregunta que las protagonistas de esta novela se hayan preguntado. Ayer, Hoy y Siempre es un libro entretenido, completo y complejo a la vez, pues toca de pleno las relaciones humanas. Deborah Copaken Cogan, que para quienes no la conozcan es una escritora nacida en Boston y habitual colaboradora del The New Yorker, nos regala la historia de cuatro mujeres que compartieron cuarto en la Universidad, nada más y nada menos que la prestigiosísima -ísima Harvard, y que se reencuentran tras los años aquellos de vida estudiantil en el campus.
La autora juega con sus cuatro féminas protagonistas, Addison, Clover, Mia y Jane. Centra el argumento en sus vidas, tan dispares como intensas, y aunque carece de una trama sentimental central, Copaken Cogan ha sabido perfectamente unir las cuatro historias en una, convirtiendo la novela en una especie de mosaico cuatripartito: cada mujer tiene su pieza o lugar en una vida que les pertenece, que las ha unido y, posiblemente, jamás la separará. Visto así, Ayer, Hoy y Siempre muestra la verdadera amistad, esa que dura con los años y perdura con el tiempo.
Es increíble, piensa, que no solo haya terminado unida a un hombre, sino además a un hombre cuyos "Te quiero" puede contar con los dedos de una mano. "Yo no creo en la necesidad de decir "Te quiero" -responde Gunner a menudo, siempre que Addison le suplica un poco de afecto-. Se ha convertido en un tópico. Tú ya sabes que te quiero, ¿por qué tengo que decírtelo?".
Pero ella no sabe si la quiere. Ni siquiera puede estar segura de si la aprecia. Ni de si ella lo aprecia a él.

El libro, debo añadir, refleja una visión crítica de una generación pasada, la promoción de 1989 de Harvad y Radcliffe, y una nueva, veinte años después. Ese choque generacional es lo que en todo momento impera, junto con los tejemanejes de sus chicas protagonistas, sus historias y sus emociones. Es un buen reflejo de la llamada Generación X, los nacidos entre 1960-1980, y por ende, la de otra generación: la Y, los más apegados al mundo virtual y las nuevas tecnologías, representada en los hijos adolescentes (y díscolos a veces) de Addison, Clover, Jane y Mia. Ellas escriben su vida en el llamado "libro rojo" (red Book), una especie de anuario; sus hijos en el muro de Facebook. Y qué irónico: el anuario es el padre de Facebook. En cierto modo, Mark Zuckerberg se inspiró en ese libro que los estudiantes americanos consiguen al acabar sus estudios (en el instituto o la Universidad), especie de orla aquí en España, con las caritas de sus compañer@s en él, y sus firmas como recuerdo para los restos.     

Pero si algo destaca en Ayer, Hoy y Siempre, es el humor (a menudo ironía) con el que su autora escribe, nada pedante, nada desdeñable. Addison, Clover, Mia y Jane, muejres de su tiempo, hasta parecen que se ríen del pasado mientras, anuario o libro rojo en mano, rememoran su vida en Harvard tras años separadas, veinte para más inri. En el camino, se conjugan sentimientos, tensiones y resentimientos; momentos dulces y otros con sinsabores,... Así y todo, el lector se reirá con las situaciones delirantes en las que se verán inmersas el cuarteto protagonista, sobre todo con sus hijos, y al mismo tiempo se percatará de la importancia del pasado en la vida del presente, de cómo lo que hicimos ayer aflora en lo que hacemos hoy.
Max podría ser presidente de Estados Unidos. O neurocirujano. O un director de cine superinteligente como Jean-Luc Godard. Es esa clase de persona, con un potencial ilimitado. Seguro que dentro de poco más de un año está en esa residencia estudiantil de Harvard, a Trilby no le cabe ninguna duda, y cuando dentro de muchos años esté en la cumbre, subido al podio que tenga la suerte sostenerlo, ella tal vez señale la pantalla del televisor, mire a sus hijos y diga: "Una vez quise a ese hombre". Puede que esos niños no sean hijos de Max, ¿quién sabe?. Jonathan, el padre de Max, lleva toda la vida dirigiendo películas románticas que terminan bien. Si la gente aspira a ello, tiene que ser posible, ¿no?.

El "libro rojo" que nos presenta Deborah Copaken Cogan (de hecho, The Red Book es el título una gran crítica política, social y sobre todo generacional, las vidas de cuatro mujeres que comparten mucho más de lo que puedan imaginar. La amistad, la familia, los recuerdos, los secretos... todo cuenta con un tiempo que parece no tener límites, aunque hayan tardado veinte años en reencontrarse.
original del libro, jamás entenderé esa tendencia de poner un título muy diferente en español) es más que un libro-anuario de una promoción estudiantil, es el fiel prisma sobre el que se refleja
Addison mira a la joven y piensa: "Yo fui tú. De carnes prietas. Sin arrugas. Prepotente. Segura de que la combinación de mi genealogía y un diploma de Harvard me conduciría a la gloria sin esfuerzo. Pero esta mañana me he despertado desnuda y sangrando en la cárcel, sin nada que mostrar de esas dos últimas décadas aparte de una serie de cuadros mediocres de mi cepillo de pelo, un marido que me aborrece y tres hijos a los que seguro que ya he jodido bien".

Narrada en tercera persona, con tacto, humor y tino, Deborah Copaken Cogan relata con precisión toda una historia feminista, por y para mujeres (y también para hombres) donde los sentimientos, los pensamientos, los sueños, la esperanza del futuro se mezclan con momentos divertidos e inesperados. Nos narra, en ocasiones con una prosa bastante extensa y cansina y kilométricas descripciones, las vicisitudes de una generación salpicada por la capacidad narrativa de su autora, su gran inventiva y su dominio del lenguaje. Una buena lectura, divertida y amena, todo un relato de la mujer. 

La primera y la última cita:


Así empieza Ayer, Hoy y Siempre...

Aquí estoy, igual que en la universidad, escribiendo esto cuando solo quedan cuarenta minutos para que termine el plazo de entrega (Addison). 


... y así termina:

Si algo he aprendido en los últimos veinticinco años que han transcurrido desde mi graduación hasta el día de hoy es esto: soy más fuerte de lo que creía y más débil de lo que me había gustado, y entre esos dos extremos hay algo que aún importa y se llama vida (Mia). 


Info adicional:

  • Ficha de la novela en Lumen
 

En resumidas cuentas:


Puntuación: 7/10 (Notable)
Bibliofiliómetro:
 
(¯`• Filóloga Bibliófila •´¯)