Kate Alexander es una adolescente que vive en Carrington, un tranquilo pueblo de Estados Unidos, donde sueña con acabar el instituto e ir a la universidad. Pero una noche lluviosa, su vida cambia de forma dolorosa y ya nada vuelve a ser igual.
Cuenta con el apoyo incondicional de su gran amigo Beau Bennett, compañero de infancia. Pero él quiere algo más y Kate no puede dárselo, tampoco puede contarle lo que ocurrió aquella noche. Sencillamente, está paralizada...
Cuando Beau se marcha a la universidad, Kate se siente muy sola. Hasta que llega Asher Hunt, un joven de ojos seductores y sonrisa arrogante, que le hará olvidar el dolor que la ha mantenido cautiva durante tanto tiempo. A pesar de los consejos de la gente, Kate no puede evitar acercarse y abrirse a él. ¿Será él la esperanza que necesita? ¿Su salvación? ¿O la volverán a herir?
La novela se nos presenta narrada en primera persona por Kate, nuestra protagonista. Kate es una chica de 19 años en apariencia normal, pero lleva guardándose para sí misma lo que ocurrió aquella noche lluviosa de hace dos años. Este suceso tan dramático hizo que su vida tomase otro rumbo y se convirtiese en lo que, aun hoy, sigue siendo: una chica insegura, solitaria y asustadiza.
Si Beau me ha parecido un personaje increíble, Asher me ha gustado más aún. Puede parecer el típico chico atractivo y rebelde, pero tras esa fachada guarda mucho más: es paciente, dulce, comprensible, muy cariñoso y lleno de vitalidad. Desde el principio de la novela le rodea un halo de misterio que nos permite deducir que esconde algo, que tiene algún secreto.
Realmente Kate es la única protagonista de la novela, pero yo consideraría a Beau y a Asher como coprotagonistas porque tienen un papel importante desde el principio y tienen un gran peso en la trama. Además, hay algunos personajes secundarios que yo destacaría, como por ejemplo a Daniel (el padre de Asher) o a la madre de Kate.
Sí, como habréis podido comprobar los personajes me han gustado muchísimo, pero es que además considero que están muy bien perfilados y caracterizados. Eso los convierte en personajes reales y creíbles, por lo que admiro el trabajo de la autora al crear estos personajes tan cercanos y dotarlos de una personalidad única ^-^
Y llegamos a la parte que no quería que llegase nunca: el final. Es un final triste, sí, pero muy bonito. Para mi, el final es redondo y perfecto a pesar de que ya en los últimos capítulos intuía lo que podría pasar, pero aún así me gustó mucho. Algunas cosas del final me sorprendieron, pero otras las esperaba con ganas *-*
Conclusión: creo que el objetivo de la autora al escribir esta novela no era que sólo nos quedásemos con la parte dramática (que, además, es el elemento más característico de la novela) sino que quería que fuésemos más allá, que viésemos la esperanza que veían Asher, Kate y Beau y reflexionáramos cuando ellos lo hacían. Por mi parte lo ha conseguido, así que la novela se ha ganado un hueco en mi corazón y siempre estará entre mis recomendaciones :')
Y vosotros, ¿habéis leído este libro? ¿os gustaría leerlo? Contadme :)
¡Nos leemos en la próxima entrada!
¡Un saludo!