Autor: Brandon Sanderson
Editorial: Ediciones BISBN: 9788466659840
Páginas: 416Año de publicación: 2017Precio: 21,00€
Los Épicos nacieron cuando Calamity iluminó los cielos. Desde esa noche histórica, el destino de David ha estado entrelazado con el de esos malvados. Steelheart asesinó a su padre. Firefight le robó el corazón. Y ahora Regalia ha convertido a su mayor aliado en un peligroso enemigo.
David conocía el secreto del Profesor. Secreto que guardó incluso cuando el Profesor se esforzaba por controlar los efectos de sus poderes épicos. Pero no pudo superar enfrentarse a Obliterarion en Babilar. El Profesor, que fue líder de los Reckoners, se ha entregado totalmente a su destino de Épico. Se ha hundido es esas tenebrosas sombras de violencia propias de todos los Épicos. Y todo saben que de las sombras no se vuelve…
Pero todo se equivocan. Es posible redimir a los Épicos. Megan ya lo demostró. No todo está perdido. Al menos, no definitivamente. Y David está lo suficientemente loco como para enfrentarse al Gran Épico más poderoso de la historia con tal de recuperar a su amigo. O al menos, morir intentándolo.
Lo que más me ha gustado siempre de esta trilogía es el concepto de que los villanos sean los superhéroes y, aunque secretamente esperaba alguna sorpresa, los humanos normales les hicieran frente con su ingenio. Si bien es cierto que esta historia tiene un tono más bien pueril y la trama es algo simple, es una trilogía entretenida llena de acción y emociones fuertes que exploran ese concepto sin demasiadas pretensiones.
Teniendo en cuenta que es la conclusión de la trilogía, os invito a leer las reseñas de Steelheart y Firefight si aún no habéis vivido la experiencia. En esta reseña podéis encontrar SPOILERS.
En este punto de la historia el Profesor ha ascendido en su escala de maldad y ha empezado a seguir los pasos que Regalia dejó planeados para él. David, con la ayuda de Firefight y lo que queda de los Reckoners, inician la misión de recobrar al Profesor de la vorágine de destrucción en la que se vuelca cada épico controlado por sus poderes. David tendrá que explotar al máximo todo lo que sabe sobre los épicos y sus nuevos descubrimientos sobre sus puntos débiles para rescatarlo o tendrán que destruirlo. La cosa se complica para los Reckoners en esta tercera entrega, cuando el orden y la estrategia que los mantenía unidos y permitió a David llevar a cabo su venganza contra Steelheart ha desaparecido junto con Tia y lo que no espera el grupo es que el plan que sigue el Profesor sea tan ambicioso. La novela pone de nuevo sobre la mesa una andanada de escenas de acción como plato fuerte y la estrategia a las que nos ha acostumbrado Sanderson a lo largo de esta trilogía, además de aderezar con esa peculiar historia romántica que, en este caso, ayuda a andar a la historia mientras añade trasfondo y aporta algo de profundidad al mundo en que los épicos ya no son solo esos psicópatas que no necesitan justificarse para ser malvados. La estructura de la novela sigue la estela de las anteriores entregas, un desarrollo pausado que se regala en los detalles y explora el entorno en que se desarrollo la historia, da algunos palos de ciego para agrandar las dimensiones de la trama y finalmente todo explota y las piezas empiezan a encajar en un clímax vertiginoso y emocionante que no deja respirar mucho al lector. Sí, puede que no se trate de toda una exhibición de talento y proezas literarias, en general toda la saga carece de esa exuberancia pero toda ella tiene la chispa sandersoniana que la hace muy entretenida, accesible y las delicias de cualquier amante del mundo del cómic. Por no hablar de que son novelas ágiles, de ritmo vertiginoso, plagadas de acción, que se leen con una rapidez y facilidad impresionantes, que absorben al lector en el mundo de los Reckoners rápidamente y enganchan. Material cien por cien adictivo y entretenido. Como novedad en esta entrega el mundo de los Reckoners se amplía y se define más al tiempo que se van desvelando esas incógnitas que han traído atadas las tramas de las anteriores novelas. Muchas revelaciones interesantes que componen un conjunto de sorpresas y giros críticos para que el lector permanezca entre las páginas y dejan un final con buen sabor de boca. La saga, sin duda, arrastra los mismos handicaps desde Steelheart con esa prosa pueril y esa trama simplificada sin demasiados elementos pero explorando un concepto muy interesante. Sigue pareciéndome genial cómo Sanderson modula el nivel de su prosa para esta saga juvenil y el resultado ameno y ágil que obtenemos. He disfrutado mucho de esta saga, me ha proporcionado tres lecturas muy adictivas y emocionante que me han puesto al borde del asiento en más de una ocasión mientras las páginas volaban y eso lo valoro muchísimo.Es una trilogía que merece la pena leer solo por disfrutar del ingenio de Sanderson y de los épicos. ¡Que no falten los épicos!