Historia que surge ante las dudas que al autor le supuso el cuento de Cenicienta y que resuelve en la misma. Dudas como, ¿por qué el zapato una vez acabado el hechizo no se desmaterializó, como así ocurrió con la carroza, el vestido, los corceles y el otro, que se quedó en el pie de Cenicienta?, ¿de qué pie era el que se le cayó, el derecho, el izquierdo? De forma realista se nos introduce en el mundo del verdadero sentimiento del amor, lleno de magia y misterio, incluso de un amargo dolor. Poco a poco se nos va demostrando que la realidad puede ser más poderosa y mágica que los sortilegios más elaborados (para leer más sobre el libro, haz clic aquí)
¿Irá todo bien? ¿Puede el verdadero amor surgir de un simple baile que determinará la felicidad de mucha gente? Llega un momento en el que Cenicienta se plantea todo esto, gracias a la ayuda también de la Reina, su nueva madre, Ana, que le hablará tanto como reina, como madre, y como mujer, abriéndole los ojos.
La vida de Cenicienta no es precisamente la mejor, y la del Trovador tampoco. Con el corazón roto por el futuro casamiento de su amada, decide abandonar el reino para recorrer otras tierra e intentar olvidar la realidad. Pero cosas suceden, y según dicen, si eres bueno, el futuro te deparará cosas buenas... ¿Será esto verdad?
Opinión personal (sin spoilers)
Cenicienta y el Trovador es una historia bonita y realista (más que el cuento que conocemos, la verdad) que hará que el lector se enamore de personajes que antes desconocíamos, y tal vez odiemos a algunos que creíamos que amaríamos. ¿Qué pasaría si el Príncipe no fuese tan apuesto y gentil como parece? Estas, y otras muchas dudas son resueltas en el libro. Me ha parecido muy ingenioso por parte del autor continuar una historia como Cenicienta, que es todo un reto - ha creado una historia a partir de otra, y ha dado la vuelta a todo lo que conocíamos.
Es una forma interesante de llamar la atención y atraer al lector. Pero, con este ejemplo, además, de mostrarno el estilo del autor, podemos ver dos cosas más: hay cambios en la historia, que no está centrada en Cenicienta, sino que también nos cuenta sobre el trovador; y que, en ocasiones, la narración de Azul Plata está plagada de demasiadas comas fuera de lugar y de más, en lugar de usar conunciones, punto y comas, o puntos.
Empezaremos con el hecho de que hay un cambio constante de historia. Como bien decía, no está únicamente centrada en la protagonista, Cenicienta, sino que el Trovador también es otro personaje esencial. Por ello, el autor decide ir cambiando de historia conforme está se desarrolla, aunque al fin y al cabo son dos riachuelos que se unen formando uno solo. A diferencia de otros libros (como en Química Perfecta), estos cambios no son por capítulos, pero en un principio, cada dos, tres o cuatro páginas se va cambiando. A pesar de ser un poco lioso al principio, es interesante.
En cuanto a los diálogos y a la narración en general, os digo que el libro no es de literatura juvenil, pero tampoco podría calificarse como de romántica adulta. Está plagada de un amor puro y platónico, pero por una serie de factores, nose puede clasificar como romántica adulta en sí. Es un género algo distinto.
La narración es bastante densa y recargada. Yo, que acostumbro a leer literatura juvenil (sé que está maaaal, y que tendría que leer de todo) no suelo toparme con este tipo de escritura. Esto es algo muy personal que depende de cada individuo, así que si os gustan las historias con "densas", esta es vuestra novela. A mí me gusta lo rápido, así que había veces que me atascaba un poco.
Hay mucho diálogo, pero no es un diálogo dinámico que cambia constantemente, sino que suele ser un tipo de diálogo más extenso. Esto es bastante peculiar, ya que nos topamos con personajes con mucho que decir, convirtiendo los diálogos casi en monólogos. Otra cosa singular es el hecho de que todo diálogo está en cursiva.
En los diálogos, el lenguaje también es mucho más denso, más lleno de adjetivos, porque creo que el autor ha intentado plasmar el lenguaje de la época, y lo ha conseguido.
Los personajes cambian. Hay algunos que me han parecido algo planos, como el Príncipe, por ejemplo, con el que no he terminado de conectar. En ocasiones, a pesar de que un pesonaje sea el "malo" de la historia, podemos entenderle, o por lo menos intentar hacerlo. Sin embargo, no entendía muy bien las acciones del Príncipe, suponiendo que está enamorado de Cenicienta.
Otros personajes están bastante bien. Me ha encantado la Reina Ana, demostrando cómo en una época en la que se situa la novela, las ideas sobre el amor son iguales que a las de hoy en día.
Y por último, decir que también me ha gustado el final, que es realmente bonito y emotivo. Con esto termina la reseña, así que ahora pasaremos a la puntuación:
Nota final:
Gracias una vez más al autor por enviar la novela.
¡Nos leemos pronto, trasnochadores!
Y ahora, a relajarse, que para mí es casi como un viernes.