Simon Sax podría ser un tipo afortunado. Es joven, listo y está punto de convertirse en multimillonario si vende su gran invento -un asombroso algoritmo- a una multinacional. Y, sin embargo, se siente solo. Su éxito contrasta con sus nulas habilidades sociales. Hasta que un día vence sus prejuicios y entra en una web de contactos donde se enamora perdidamente de Irina, con la inexperiencia y la pasión de un adolescente, a pesar de los miles de kilómetros que los separan. Pero ella, marcada con una enigmática cicatriz en la mejilla, arrastra un oscuro secreto.
Una novela que te hará mirar de otra forma a la persona con la que duermes.
Una historia absolutamente adictiva firmada por el autor español de thriller más leído en todo el mundo.
Me gusta Juan Gómez-Jurado, hace un par de años lo descubrí de casualidad mientras estaba buscando algún libro para leer y por designios del destino acabé recalando en una reseña de su primera novela y desde aquel momento se convirtió en uno de mis autores de cabecera, aquel que siempre eliges para pasar un buen rato y dejarte llevar por sus novelas. Desde que hace meses sabíamos de la existencia de su última novela, las ganas iban aumentando y las expectativas también porque me esperaba encontrar una novela increíble, de estas que te dejan sin aliento y sin palabras. Quizás jugaba en contra mía todas estas expectativas y precisamente cuando leí la novela no supe encontrar aquello que realmente estaba buscando, es decir, la he disfrutado muchísimo, le devoré en dos días pero le faltaba un algo, no se como definirlo, pero echaba de menos muchos más giros de la trama y muchísima más intriga.
La historia empieza contándonos como nuestro protagonista, Simon, se enfrenta a un momento clave de su vida, la venta de un importante algoritmo a la mayor multinacional del sector informático que revolucionará el panorama. Aquí empieza una carrera para dar veracidad y poder desarrollar mucho más el proyecto pero esto no acaba aquí, Simon se ve solo, sin nadie en su vida a parte de su hermano Patrick por lo que entra en una página de contactos rusos y conoce a Irina, una enigmática joven con una cicatriz en la mejilla que trastocará la aburrida vida de nuestro protagonista. Irina no es lo que parece, esconde multitud de secretos y estos arrastrarán a Simon a una locura total de acción trepidante por todas las páginas de la novela.
Como toda novela de Juan, la lectura es muy ágil y fresca, es el típico libro que se lee solo y que se devora porque te metes de lleno en la historia. El autor tiene la facilidad de atraparte en sus páginas desde el primer capítulo y una vez que empiezas no puedes parar. Cierto que a mitad del libro hay como un pequeño punto de inflexión, un pequeño bajón del ritmo pero no quiere decir que se vuelva lento, para nada sino que al empezar muy fuerte vemos como la trama empieza a "calmarse".
Las dos línea temporales de la historia nos proporciona dos visiones: el tiempo actual que es narrado por Simon y el pasado de Irina y como este influye en su presente, como marca su carácter. El lector podrá encontrar fácilmente explicación a cada uno de los secretos que se nos van planteando en la novela, no queda nada medio hilado, todo está muy bien cerrado. Personalmente, había parte de ese misterio que me parecía predecible, sabía lo que iba a suceder y no me sorprendió demasiado.
Precisamente este es uno de los temas que llevo dando vueltas desde que he leído el libro. Su anterior libro, El paciente, me pareció su mejor novela con diferencia de toda su carrera literaria y este no me ha llegado a convencer o superar, creo que se ha quedado en el medio del camino. Con esto no quiero decir que el libro es malo, sino que no me ha llegado a sorprender del todo, no fue de los que me dejasen la boca abierta, ni que cerrase el libro para asimilar lo que estaba leyendo, simplemente es bueno y punto.
Los personajes me ha encantado y vemos una clara evolución de cada uno de ellos, quizás en algún momento la de Simon me ha parecido más fuerte y menos creíble pero no le quita fuerza a la trama ni a su personalidad. Nos lo presentan como un chico retraído, con ciertos problemas de relaciones sociales pero vemos como el amor lo cambia completamente, sufre un cambio total y profundo que lo llevará a tomar decisiones al límite y que el Simon del inicio de la novela no se plantearía en absoluto. Irina desde el principio se nos muestra, fría y con un propósito en su vida, es uno de los más planos hasta cierto punto porque los acontecimientos que le ocurren también hacen mella en ella. Y desde aquí tengo que decir que Patrick, el hermano de Simon me pareció un poco desaprovechado, quizás le hacía falta un toque mayor de peso en la historia y de protagonismo porque a mi me encantó.
En definitiva, Cicatriz no creo que sea una de las mejores novelas de Juan Gómez-Jurado, pienso que El Paciente lo supera con creces pero esta es una buena novela. Ten por seguro que pasarás buenos momentos, que la acción es trepidante desde sus primeras páginas y te aseguro que la historia te absorberá desde el inicio hasta el final. No será la novela del año pero no te quepa duda que es una buena apuesta para regalar y triunfar.
Puedes comprar el libro aquí: Cicatriz
Gracias a Ediciones B por el ejemplar
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