A pesar de que toda la película se centre en el pasado y el origen del personaje (bastante fiel salvo algún detalle importante) lo cierto es que tanto los guionistas como el director ha sabido captar la esencia del personaje en esos primeros años y darle el toque de modernidad que necesitaba (aunque tal vez en algunos momentos, esa modernidad sea excesiva)
Así, los que sólo conocen a los personajes Marvel por el cine, cuando vayan a ver el megaevento que supondrá el estreno de The Avengers, conocerán las motivaciones de Steve Rogers.
Resumamos un poco, Steve Rogers es un muchacho extremadamente delgado y débil que quiere entrar a toda costa en el ejercito para defender la libertad en la II Guerra Mundial. Lamentablemente, su estado físico y de salud hace que le declaren No Apto constantemente. Casualidades de la vida, un científico que tiene la fórmula del supersoldado da con él y tras una serie de vicisitudes, se convierte en una especie de superhombre llamado el Capitán América. Su primera misión será enfrentarse a Craneo Rojo (Aunque en la película no se le menciona con ese nombre) y a Zola, que ha conseguido una fuente de poder inimaginable y se dispone a conquistar al mundo.
La película contiene algunos de los ingredientes que hicieron funcionar tan bien a Iron Man; es espectacular, la historia tiene solidez, hay cierto drama y un toque de romanticismo y los actores cumplen en su papel, tanto Chris Evans en el papel del Capitán como Hugo Weaving en el de Johann Schmidt y sin olvidar a Tommy Lee Jones.
En la parte negativa se le puede achacar cierta lentitud en algunos momentos, un final demasiado precipitado y poco anunciado y ciertas cosas poco lógicas como la elección del uniforme, pues aunque explicada, no es muy convincente.
A los fans de los cómics, le cuadrará poco la presencia del padre de Tony Stark y los Comando Aulladores, pero al final, nada de esto desmerece la película que hace que las 2 horas que dura se pasen en un suspiro.